El desencanto llegó a mi mente y a mi
cuerpo y ya nada me mueve para darte un beso…Pobre mujer, ignorante de mí, que
me enamoré de tu querer creyéndote fiel al secreto de mi desnudez…Sólo buscabas
placer para tu ego y para recreo de tus amigos…y yo no me daba cuenta…tenías
una ansiedad morbosa de seguirme para descubrir las debilidades de mi alma y me
despojaste de mis sueños…Mis letras apasionadas arrasaron con tu curiosidad y
me embrujaste con la sonrisa de tu mirada, y yo, frágil e inocente, caí en tus
redes y me enamoré de tus manos y tu cara inocente…Jamás pensé que sólo me
querías como un triunfo más de tu vida…un trofeo en la repisa de tus pesquisas
para lucir ante tus compinches de juerga universitaria…La universidad de la
vida, la de la calle, la de los bares…La taberna indiscreta donde se juega la
cerveza, el vino…y las noches de velas…mis noches de velas…Como un okupa
llegaste a mi corazón y ahí te has quedado como si tuvieras derecho a vivir en
mi pecho, ¿cómo es posible que tus besos me hayan cambiado los sentimientos?
Quizás tenga memorizado en mis labios el deseo para seguirme por cada paso que
doy, y me viene al recuerdo su leve aliento...están pululando como alas de
mariposas en las hojas de mil amapolas, como son las grietas de mi cabeza
loca…loca por traerte de nuevo a mis brazos y a mi boca…y cuando viste el poder
que ejercía sobre tu alma huiste de estampida y en bandadas…Te alejaste de mi
poco a poco hasta que me abandonaste del todo…Tu indiferencia me ha destrozado
el corazón, arrasando con las ilusiones de mis entretelas…Y ese hombre
enamorado que dice que soy su vida, que nada le queda sin mí…ahí, siempre ahí,
esperando un piadoso beso de mí…No soy tu vida, no significo nada para ti, que
tu vida es tu egoísmo, tu cuerpo, tu cómoda situación de libertad, y yo sólo
soy una marioneta entre tus manos, y por primera vez en mi vida mi corazón y mi
razón se enfrentan a la batalla de la pasión, y ha ganado la razón, así que no
me hagas más chantajes emocional porque jamás volveré a tus brazos, ¡jamás! Ni
me arrastrarán tus lágrimas, ni tus ruegos, ni tus gestos de dolor, que sólo
quiero mi libertad…No llores por mí…que no merezco tu llanto…no me hagas esto
mi amor, que no puedo ver tus lágrimas que son como cuchillos que me estuvieras
clavando…no me llores más que me rompes el alma y me partes el corazón…Me
acostumbraste a los desvelos y me robaste el sueño…me negaste los besos que te
pedían mis labios y de pena, me fui alejando…me abandonaste a la intemperie y
me quedé llorando…y me arropé en otros brazos que me encontré suspirando por mi
cuerpo…y por mis labios y me salvaron de tu olvido y tu querer…y se fue mi
llanto…Y ahora siento en mi pecho tu rebeldía, la lucha entre tu mente y la
mía…esa batalla infernal que te atrapa el cuerpo al saberme libre y decidida de
no caer más en la trampa de tu agonía…Creaste la duda en mi cerebro y con ella
la desconfianza, el desengaño… y me brotó el desencanto…me decepcionaste…Ya no
tengo ilusión de estar contigo, ni de besar tu boca, que sólo quiero que me
dejes y seguir mi camino sola… porque mi corazón ya no late como antes…que a mí
me mueven los sentimientos cuando me acarician la cintura con las manos del
alma…y me susurran al oído con los latidos del pecho…porque lo que yo quiero es
sentir que desfallezco cuando me dicen te quiero…que yo no quiero sexo, que
para eso siempre tengo…cuando quiero, como quiero y donde quiero…pero…Y éste
corazón mío que se pelea con mi cerebro, ganando siempre los sentimientos que
albergo en ellos, ahora pierde la batalla por un simple beso que me diste
aquella mañana en la calle del infierno, donde como mujer enamorada caí rendida
bajo el hechizo de tu mirada…Y ya no hay fuerza que pueda detenerte, ni manera
de echarte de mi cabeza, que me has quitado el sueño y me has robado el alma y
ya no quiero otros besos que no sean los tuyos…Así que no llores más por mí porque
dejé de quererte mi amor, tanto lloré que las lágrimas borraron el querer…Y
ahora me siento libre de la presión que ejercías sobre mí, ya no te tengo ni
lástima para seguir a tu lado como esclava de tus arrebatos…Que sólo salgo a tu
encuentro cuando me lo piden los sentimientos que me enaltecen todos los
deseos, las inquietudes, que se me desbordan las ilusiones y las esperanzas
bordando un tapiz dentro de mi alma llenito de esperanzas, y ahora está roto,
descosido, y ya no hay puntadas ni hilos que zurzan éste tejido…Quítate de mi
cabeza, arráncate de mi piel, no me hagas más chantaje emocional que por
lástima no te he de querer, que tan sólo te buscaré cuando te sienta de nuevo
dentro de mi ser…No me hagas mil promesas, no me hables más de amor, que tú lo
único que quieres es romperme el corazón…No me esperes a la salida ni me
busques por las esquinas, mira que te conozco bien y lo que deseas es tenerme
bajo el yugo de tu piel…Y por eso estoy aquí dándole a las teclas, buscando las
palabras milagrosas para seguir con la prosa…mi querida prosa, la que me
enaltece y me lleva a los brazos del querer diciéndome...Déjate seducir por mis
palabras, dime que me quieres y abandónate a mi querer…Y me mueven los
sentimientos para salir corriendo…Corre, corre, corre que necesito tener
ilusión, sentirme con el corazón desbocado…No me tientes…ni me busques por los
caminos del ayer, mira que soy presa fácil y no me podré contener…No me
esperes, no me mires con ojos tristes ni desesperes por mi amor, ni pongas tus
manos sobre tu cara que yo muero de dolor…No me pares en medio de la calle, no
me hagas gestos de perdón, no me cojas por la cintura ni me beses con
pasión…mira que soy mujer frágil y al final sucumbiré a tus brazos con la
fuerza de un ciclón…No me llames por mi nombre, ni me digas que me amas, sólo
bésame la boca y abandónate al querer…
No hay comentarios:
Publicar un comentario