miércoles, 4 de septiembre de 2019

CON PREMEDITACIÓN Y ALEVOSÍA.- (MICRORRELATO)



Yo estaba casada con un buen hombre, mi vida era normal, tranquila, pacífica…una pareja donde la jubilación está implantada en el hogar como patrimonio nacional de acomodo y bienestar…No me faltaba nada, pero…Se había convertido en una rutina constante, donde la pasión de los amantes dejó de ser bravo para dar paso a la calma chicha de los navegantes…Más que marido y mujer parecíamos hermanos, muy queridos…pero era cariño fraternal, y lo único que la hacía interesante era cuando nos íbamos de viaje con el Imserso…Muchas veces me asomaba a la ventana tirándome horas con la mirada perdida pensando, haciéndome mil preguntas sin comprender a una señora que vivía con un hombre veinte años más joven que ella, y eran tan felices, y por eso…Me dijo que no lo tomaba en serio y desapareció de mi vida sin decir adiós, y yo que sabía el motivo, me quedé tan tranquila…pues…Esto de estar todo el día preocupada de no herir la sensibilidad de sus sentimientos, era como una losa en las espaldas que se me hacía cada día más pesada su carga, sobre todo cuando recibía sus mensajes llenos de frases ardientes y apasionadas…Ni siquiera tenía conciencia de cómo, ni cuándo, ni de qué manera me sentí sometida a él, hasta que me di cuenta de que tenía que hacer algo antes de que se me fuera de las manos…pues…No lo busqué, ni siquiera le di pie a que pensara que todo el monte era orégano, y…Tampoco provoqué tener una cita a ciegas con él, a la cual acudí con ansia y con sed…No sé que pudo pasar por mi cabeza en aquellos momentos de mi vida...Debe ser por aquél dicho que pulula por los aires y desde que tengo uso de razón he oído decir…La cabra siempre tira al monte…¡Madre mía de mi vida! Pedazo frase, o refrán, o…Sepa Dios si es una sentencia que no tiene dobleces ni parangón, el caso es que, de repente me sentí como una cabra montesa de esas que brincan por montañas y barrancos para despeñarse en brazos de su amado…Y me despeñé, ¡vaya que sí! Que me desbaraté toda entera en su cuerpo y en su boca con una agonía desconocida para mí hasta ese momento…Era como si me hubieran aducido…Yo no era yo, lo juro por lo más sagrado, que me sentí ajena y extraña a mí misma…pues…Según caminaba para esa cita, tenía la sensación de que el espectro de un alma errante se había metido dentro de mi mente, exigiendo caricias ardientes para gozar de los placeres de la carne, esos de los careció en su más bella juventud cuando vivía…Empecé a correr sintiendo sus piernas veloces alentándome a seguir sin mirar atrás…Me sentía exuberante, llena de entusiasmo y alegría, loca mi cabeza, haciéndome mil ilusiones, deseando de llegar y entregarme a sus brazos…Estaba experimentando las sensaciones más estrafalarias de mi vida, y un revuelo de mariposas cosquilleaban por mi pecho haciéndome suspirar…apenas podía pararme a pensar con razonamiento, sólo quería llegar…Los gemidos se escapaban de mi garganta con frases ahogadas instándome a pecar…No me importaba cruzarme con personas conocidas, tan sólo pensaba en mí y al pasar por un escaparate, vi reflejada en mi rostro una sonrisa picarona y atrevida…era una auténtica desvergonzada…Me había convertido en una de esas mujeres que se dan al primer tipo que las adula con cuatro palabrejas halagüeñas, o dos carantoñas…¡Señor, Señor! ¡Qué ocurrencias…! No, no, para nada, que una siempre ha guardado la compostura, como decía mi santa madre que en paz descanse, y así me he tirado toda una vida aparentando ser una señora de bien…Toda una dama…Dama damisela que se las daba de honesta y recatada, hasta que me topé con un hombre que sacó de mí a la ramera que escondida tenía en lo más profundo de mi ser, ¡vaya que sí! Porque siempre he tenido parejas muy simples y ñoñas, bueno, no…Solamente que nunca tuve el atrevimiento de decirles a mis chicos que no me hacían sentir esa alegría en el cuerpo como para dar gritos desde la tierra hasta el cielo, y aún no sé porqué, pero me daba una vergüenza que para qué voy a contar…Debe ser por la clase de educación que recibí, y por eso… Me encuentro como una golfa corriendo por la calle…pues…Tengo una cita con un muchacho que acabo de conocer, y…No sé por qué algunos jóvenes, en vez de fijarse en una chica de su edad, se encaprichan de una señora que puede ser su madre y las acosan y persiguen sin tregua hasta que al final una pierde la razón y se lía la toalla en la cabeza y se sale por peteneras…¡Ay si mi padre levantara la cabeza…! Era tan correcto y buen cristiano…Todo empezó por una solicitud de amistad que gustosa acepté…Empezamos a chatear tímidamente, hasta que me habló de sus carencias despertando las mías con premeditación y alevosía…Al momento me dejé seducir por esa gracia varonil que tanto me atrajo a mí, y por eso…Quisiera sentir en mi cuerpo a qué saben sus caricias y sus besos…


jueves, 29 de agosto de 2019

HASTA QUE TE VI.- (MICRORRELATO)



¿Dónde estarán aquellos besos tan hermosos? Se quedaron con los años mozos…pues…No me conformo que en mi boca los quiero todos…Yo tenía un marido, mi primer novio, el único hombre que mi cuerpo ha conocido, padre de mis hijos, el mejor padre del mundo, trabajador como ninguno, educado y correcto, pero sobre todo...apasionado en la cama…y donde pillaba…Hoy te vi…sí, sí, te vi con cara de desesperado…ibas caminando hacia ninguna parte…dabas vuelta de un lugar a otro frotándote las manos…Siento un nudo en la garganta…tengo ganas de llorar…estoy conteniendo las lágrimas…pues…Un torbellino de pasión ronda en mi alma…mi cabeza desvaría… no sé qué hacer, no sé ni por dónde tirar, pero si te veo de frente, muero…Muero de dolor por ti y no quiero verte sufrir por mí, pero…No puedo seguir contigo ya…debemos alejarnos el uno del otro…Se tapa los oídos con las manos y mueve la cabeza de un lado para otro negándose a terminar…no quiere escucharme…Por favor, escúchame, tienes que comprenderlo, no vamos a ninguna parte así…es una falacia, una utopía…dime, ¿hasta cuando crees tú que podríamos seguir viéndonos a escondidas? Estamos viviendo dentro de una mentira…una fantasía…un cuento de hadas…es ilógico, absurdo…Sigue aferrado a mí, me suplica con las manos juntas, me tapa la boca, no quiere oírme decir la gran verdad que aclama justicia para él y para mí…Me giro y le digo adiós, me agarra del brazo, no me deja caminar, me abraza con fuerza, me aprieta, me ahoga, me besa la boca y me hace llorar…Estoy conteniendo las lágrimas de nuevo, no quiero que me vea desfallecer…tengo que hacer un esfuerzo sobrehumano, sacar fuerzas de flaquezas para que sienta mis palabras en su cabeza…pues…Sigue negándose ante lo evidente…Me busca, me espía, me persigue por los caminos…no quiere ceder, se niega a escuchar todos los razonamientos, pero insisto para que entre en razones…Intento aflojar sus brazos de mi cuerpo, separarme de él, mirarle a los ojos de frente… Tienes una pareja preciosa y joven…como tú…y yo tengo edad como para ser tu madre…sólo sería una aventura más llena de falsos besos que acaban en sexo, ¿comprendes? Sigue haciendo oídos sordos, se niega…Lo zarandeo un poco…¡Escúchame! Sólo sería puro y duro sexo y eso a mí…¿Qué quieres que te diga? Quizás si me hubieras pillado más jovencita no me hubiera importado, pero ahora…Ahora no me dicen nada…no sacia los sentimientos de mi alma…Dame tiempo, responde…Déjate querer…espera unos días más…dame otra cita, ¡por Dios! ¡No! Le dije rotunda y segura…¡Otra no! Cometí un error imperdonable, jamás me lo podré perdonar, pero otra no…Cerré mis ojos con los brazos caídos a los lados de mi cuerpo, apenas tenía fuerzas para seguir hablando…Me soltó, dio la vuelta y se marchó…Yo tenía un marido…me casé joven y enamorada…los dos estábamos enamorados como la mayoría de los jóvenes cuando deciden unir sus vidas…Tuve tres hijas preciosas que fueron la alegría de la casa, y cuando menos lo esperaba llegó el niño…un niño que se convirtió en el juguete preferido de las chicas, que en esa edad tan bonita de la adolescencia, lo adoraban y a mí me quitaban mucho trabajo…Mi marido era un hombre bueno y trabajador, buen padre que se desvivía para que no careciéramos de nada, por lo que tuvo que trabajar por la mañana en un lugar y por la tarde en otro, además echando horas extras para darle a las chicas estudios y al niño también…Hoy día estamos los dos solos, se ha jubilado y desde entonces su carácter cambió…Se ha vuelto huraño y muy meticuloso…me lleva la contraria en todo…discutimos por cualquier cosa, es como si tuviera la escopeta cargada o me echara un pulso…a veces me dan ganas de hacer las maletas y desaparecer del mapa, además…Apenas me mira, no me dice palabras bonitas, ni piropea mis encantos como antes hacía, y en la cama no me busca…Se da la vuelta…Siento que ya no me desea lo mismo que antes, y yo…necesito sus caricias…sus besos ardientes de pasión…Tengo un vacío en el alma que me hace suspirar, y las manos frías, pero me arde el corazón…me palpita el cuerpo en llamas…me late la boca del fuego de la añoranza de sus besos…¿Dónde estarán aquellos besos tan hermosos? Se quedaron en los años mozos…pues…No me conformo, que en mi boca los quiero todos, y por eso te conocí…Estaba una tarde metida en la red cuando recibí una solicitud de amistad…Yo no sabía que me iba a entusiasmar tanto, ni tampoco que me engancharía al chat…Era de lo más emocionante y sugerente…llenaba el vacío que había dejado mi marido…Poco a poco me fui aficionando a chatear con éste chico que me escribía palabras apasionadas y ardientes que halagaban mi cuerpo, mi boca…y mis sentimientos…Era como una caricia al alma, y yo me encontraba tan sola…Estaba deseando conectarme al chat para hablar con él a través del cristal hasta que me pidió una cita…quería conocerme en persona…Y me conoció, ¡vaya que me conoció! Nos conocimos en su casa, en su cama y entre sábanas…Lo amé como si nunca hubiera hecho el amor en la vida…Toda yo estaba poseída por la lujuria y la pasión de sentirme tan deseada...hasta ahora…Hasta que te vi rondando por aquí, lo mismo que aquél hombre joven y apuesto que me esperaba en la esquina de la calle…mi primer novio, mi marido, padre de mis hijos y dueño de mi corazón…mil escenas palpitaron en mi cabeza y con su recuerdo mi alma se llenó de alegría y de emoción…

martes, 27 de agosto de 2019

¡AY SEÑORA MÍA! - (MICRORRELATO)



Ya se agotaron todas las ansias que tenía de ti, bueno no…todas no, que me queda un suspiro escondido por ahí…ya lo dijo en cierta ocasión un especialista en alimentación, que siempre hay que dejar un hueco para otro pedacito de miel con queso, ya sabes, esos que dicen la gente que saben a besos…nunca quedarse saciada del todo y por eso…He decidido abandonarte, no volverte a ver y si tengo un deseo en ese huequecito lo apago con cualquier persona que no tenga sentimientos, da igual…Lo único que necesito es apagar ese fuego que me abrasa por dentro y echar fuera esa ansiedad…pues…Ya no te siento en mi sentir, ni tampoco en mi piel…se agotaron todas las caricias de pasión, o no…Puede ser que otras diferentes las vuelva a encender con los tientos del querer…quizás…¿Quién sabe hasta dónde puede llegar una mujer de esa edad donde peligran las ansias de amar? La llama de la vela se apagó y seguir resistiendo entre rescoldos, no…o sí, pero…No sacia los sentimientos del corazón, ni tampoco los gemidos de pasión…mejor será dejarte partir para que fluyan los deseos de vivir…pues…Hay un hombre al acecho…esperando…Está suplicando en silencio jadeos ardientes que apaguen los gritos de su carne y de su mente, y yo que lo escucho bajito y a mi lado…le insinúo entre risas y suspiros…No me tientes, no me tientes…mira que soy caprichosa y golosa de otros labios que me besen con lujuria…y otras cosas que hace tiempo que no saborea mi cuerpo…y mi boca…Me aclama, me grita, me llama...le quema mi nombre en la garganta...lo tiene fundido en el pecho y como antorcha ardiendo sale jadeando por ríos y meandros...Sólo quiere probar mis besos…Luego se irá, me dice…Me dejará tranquila...Lo sé, le digo...Eres curioso y juguetón, lo mismo que un niño travieso y a mí me gusta hacer travesuras, ¿te enteras? ¿Sí? Sí, pero tengo miedo, temo enamorarme de ti...Me escucha a través de las paredes del infierno y se vuelve replicando... ¡Ojalá te enamores de verdad! ¿Sabes una cosa? No, dime, le contesto al momento...No te dejaré escapar, te deseo a muerte, sería capaz de vender mi alma al diablo por pasar una noche loca contigo...No digas eso, le dije con la voz entrecortada…Eres un volcán de mujer, eres lo que me hace falta para llenar éste vacío que tengo y no me deja vencer el sueño...Eres mi debilidad y tarde o temprano te conseguiré… ¡Vaya! Eres el típico buitre…¿Por qué me dices eso? Porque conozco a los tipos de tu edad, son unos auténticos buitres, siempre rebuscando con las manos vacías…no se contentan con sus parejas, sino que quieren experimentar nuevas sensaciones y se piensan que una mujer de edad madura les pueden mostrar sabores diferentes, como si fueran la guinda del postre…Lo estaba poniendo a caldo y lo oía mascullar entre dientes…¡Ven, corre, vuela! Déjate llevar por los deseos de la carne…No, no…no me interesan los tipos más jóvenes que yo, me atraen los hombres de mi edad más o menos…No te creo, reconoce que te gustaría…podríamos probar una vez, lo estás deseando, me lo dicen las palabras que te guardas, eres muy lista...Estás llena de deseos, emanas fuego por los cuatro costados…¡Lánzate al abismo! Venga, no seas tímida, ¡atrévete! Un grito mudo recorrió las teclas de mis pensamientos…Dime, ¿a qué tienes miedo? ¿Me temes a mí? No, a ti no, sino a la reacción de mi cuerpo...Soy muy débil y reconozco que me atraes un poco, pero no…Estoy cansada de esperar...me abaten las dudas de los pesares, están siempre insinuando que no me debería quejar tanto y ser más flexible a la hora de amar…pues…Tienes fuego en los labios, están al rojo vivo, y…Siento que hay una curiosidad morbosa y latente en ti que tira con fuerzas de mí... Lo veo de rodillas, me abraza la cintura y besa lo que su boca alcanza...Me tiemblan las manos de ardor, mi corazón late de prisa, se me acelera el pulso de pensarlo…se me va la cabeza, todo me da vueltas…No es tan grave, me dicen los susurros del viento…Sólo quiere sentir mis abrazos, acariciarme la piel con su lengua de cien fuegos...Lo arrasa el hambre...Tiene la garganta seca, sedienta por traspasar mis piernas y lo que hay entre ellas...Es un volcán en erupción y quiere derramar su lava en mi vientre...¡Ay, señora mía…! Me dicen los ecos de su pasión…Le hierve la sangre por la curiosidad de saber a qué saben las caricias de una mujer mucho mayor que él…Es un morboso y ladino seductor, apasionado y atrevido don Juan, que está enamorado de todo lo relacionado al erótico acto carnal de una señora de edad… Está loco por zambullirse en las oscuridades oceánicas, perderse en los mares del sur y deleitarse con las delicias de las profundidades submarinas...Déjame montar en tu barquita, y vayamos a navegar sin rumbo, me dice…Déjate arrastrar señora mía, no temas nada conmigo, y si no te fías de mí, dejaré que dirijas el timón hasta que lleguemos a la orillita del mar…No temas nada a mi lado, mira que me tienes encandilado, soy hombre de palabra y lo único que quiero es besar tu boca, abrazar tu cuerpo y que me sientas dentro, y luego te suelto…

sábado, 24 de agosto de 2019

AUNQUE ME ARRASTREN A LOS INFIERNOS.- (MICRORRELATO)




Estaba una mañana asomada en ésta ventana, donde mil colores se presenta ante mí dándome los buenos días, cuando de pronto recibí un mensaje por privado que me dejó muy intrigada…No sabía qué decir, por lo que lo volví a leer y releer pensando que esas palabras tan correctas y amables no estaban dirigidas a mí si no a otra mujer, y que éste señor se habría equivocado de persona, cosa muy normal que ocurra por estos medios de comunicación. El caso es me rozó el alma, ¡vaya que sí! Que me dejó varios días trastocada…pues…Llevaba varios días dándole vueltas a algo que rondaba por mi cabeza que no me dejaba conciliar el sueño sin saber qué hacer ni por donde tirar…Tengo que romper con todos los hilos que me unen a ti que me están quemando hasta la respiración…Necesito escapar de tus brazos y labios de fuego…No puedo seguir por las huellas de tu candil…mil criaturas incandescentes me arrastran y doblegan con los recuerdos de tu fusil, y yo que soy mujer ardiente con sangre y veneno latente…me lanzo deprisa y corriendo por montes y senderos para entregarme a tu cuerpo, y por eso…Quiero desaparecer de tu vista, volver a caminar por callejuelas y grandes avenidas, seguir escribiendo relatos y cuentos hasta que desaparezcas de mis recuerdos...pues…Ese mensaje que me envió ese caballero ha rescatado a la mujer que se perdió entre abrazos y besos traicioneros, y…¡Se acabó! Se tiene que acabar esta aventura de pasión donde no hay sentimientos de cariño ni amor, tan sólo nos guía la pasión…Era una quimera donde lo único que prevalecía era la llama de lo que dura una vela, dos besos en la boca y adiós…Así que ni corta ni perezosa, le contesté rápidamente el porqué de esas palabras refiriéndose a las historias que cuelgo en la red, siendo tan sólo una ama de casa monda y lironda, a la que le gusta jugar con las letras escribiendo para la gente sencilla y cercana, incluso a veces, publico pequeños textos atrevidos y descarados, ya que escribir sobre pasiones y aventuras eróticas es lo que más me llena, sobre todo exponerlas en éste medio de comunicación donde se dan cita toda clase de gente, y eso de contar aventuras y desventuras de hombres y mujeres me encanta, sobre todo si se aman con la libertad de los jadeos y gemidos…pues…Siento el alma de otras mujeres que jamás conocieron el amor, el sexo compartido y cada vez que salgo a caminar, los suspiros de su garganta se me atraviesan en el pecho y me aclaman amores secretos para sus vidas y para su lecho…Otras veces me convierto en la celestina de alguna señorita que cansada está de su soltería y la llevo conmigo en mis versos y mis poesías…pues…Me gusta contar historias de amores y desamores…Claro que por otra parte, quizás se me vaya la pinza, como se suele decir en el argot actual, y me paso siete pueblos…¡Ay si mi madre levantara la cabeza…! Era tan fina y recatada ella, tan educada y correcta en sus actos y maneras, y yo, mírame, aquí estoy dándole que le pego a las teclas, todas ardiendo y echando chispas como si fuera una dragona, y es que…A veces me cruzo con unos señores, todo acicalado y bien plantado que te echan una miradita llena de picardía…están como pidiendo guerra a solas y a escondidas...y lo ves un día y otro también…después te lo vuelves a encontrar rondando por los lugares que tú vas...y una que está algo desaprovechada y todavía activa…ataja por esos caminos solitarios y sin rumbo...le da un buen pico, y aquí no ha pasado nada, ¡natural como la vida misma! Tan sólo es un escarceo con ansia y deseo que hacen suspirar a mis letras y a usted, ¡madre mía de mi vida! Ni siquiera, cuando era una adolescente se me hubiera ocurrido decir tales palabras, incluso si veía a algún chico todo cachas y guapísimo de la muerte, lo miraba, ¡vamos que evitaba el cruce de ojos! Y ahora, siendo tan mayorcita, ¡jolines! Reconozco que se me ha soltado la lengua con una osadía que mejor me callo, porque…Más de una vez me tildaron de mujer libertina y arbitraria, incluso en cierta ocasión, una señora me dijo que no tenía ni pizquita de vergüenza, y que era muy mayor para tales historias y que parecía que estaba deseosa y necesitada, ¡me cachis en la mar! Me sentó fatal, sobre todo porque da la sensación de que los asuntos sexuales son privilegios de jóvenes y adolescentes, así que cuando éste hombre, un completo desconocido para mí, me envió ese mensaje por privado me quedé bastante tocada, a lo cual le pregunté si no veía mis frases algo subidas de tono y si me consideraba una poetisa poco respetuosa con los versos que colgaba en la red…Francamente cuando recibí su contestación me quedé alucinada…¿Acaso puedes escribir algo que no sea respetuoso y exquisito? Eres una mujer toda feminidad y sensualidad, física y mentalmente, y así como tu cuerpo y tus curvas, junto con tu dulce sonrisa, delatan que escondes los más dulces rincones, y evocan el deseo descubrirlos y recorrerlos, con tanto mimo como desmedida pasión, de igual manera tu mente, llena de pasiones y deseos ocultos, como Platón en el Mito de la Caverna, solo muestra, a través de tus relatos, de forma tenue y delicada reflejos que no son más que una ínfima parte de esos ocultos y lascivos deseos que tan espectacular mujer esconde. Ojalá fuera el hombre que llena tu mente y despierta tus sentidos al extremo, ojalá rompieras los muros de protección y te dejaras seducir y mimar... ¡Privilegiado será el hombre al que abras esos diques! Vaya, pensé para mí, no esperaba tan esplendida contestación…Era como un dardo justo en medio del pecho y por eso…He decidido seguir escribiendo con la libertad de los sentimientos y romper con todos los abismos de hielo…aunque me arrastren a los infiernos…