viernes, 26 de octubre de 2018

DESDE EL CIELO.- (MICRORRELATO)


¡Hola! ¡Aquí, estoy aquí…! ¡Vaya, parecen que no me oyen o no me ven! Mirar hacia arriba, alzad la mirada hacia el cielo…Sí, sí…en el cielo… ¿Qué os creéis que no existe el cielo? Qué equivocados estáis…pues…El cielo existe para todas esas personas que tienen un contratiempo en sus vidas terrenas…o…Quizás ya tiraron la toalla por tantos desengaños, dolores y sufrimientos…es verdad, lo comprendo, pero bueno, ¿qué os parece si les cuento una bella historia de amor entre un hombre y una mujer? Apenas puedo hablar, se me atragantan las palabras…palabras de amor, de ternura y emoción…Estoy emocionada, muy emocionada y al fin hoy puedo llorar y reír de alegría y felicidad…Antes no paraba de llorar…estaba tan triste viéndolos tan apenados…pues…Desde aquí se ve todo lo que ocurre allí abajo, especialmente a los tuyos, a los hijos pasándolo mal, claro que cada uno tienen su familia y poco a poco la herida va cicatrizando, pero cuando se reúnen alrededor de la mesa y ven un plato vacío y la silla ausente, lloran un poquito, es normal, me echan mucho de menos, lo mismo que yo a ellos, pero mi marido…pobre marido mío y padre de mis hijos, está muy solito y no hago más que pensar en él…pues…Quisiera que rehiciera su vida, es joven aún y me gustaría que encontrara una mujer que lo amara como yo lo amé en la tierra…eso me haría descansar en paz, porque aquí una no duerme bien hasta que ve a los suyos felices y contentos allí…¡Ay  amiga mía! ¿Quién yo? Sí, sí, tú…Voy a pedirte un favor muy grande…bueno, tampoco es que sea demasiado grande, es más bien pequeñito…Quiero que le digas a ese hombre que tú y yo conocemos tan bien, que me siento feliz sabiendo que esa mujer lo va a querer lo mismo que yo, y que sepa que desde el cielo les doy mi bendición…pues…En la época estudiantil, ella y mi marido se gustaban, cosas de adolescentes, eran tan sólo un chico y una chica de trece y catorce años que empezaron a tontear pero nunca llegaron a más, y fíjate las vueltas que da la vida, estando ya casadas las dos, nos hicimos amigas a través de los hijos en la puerta del colegio, pero luego ya cada una su camino…caí enferma…Y por eso estoy aquí…No sabes cuántas lágrimas he derramado viendo a mi marido solo, durmiendo solo, en una edad muy peligrosa…pues…Ni demasiado joven ni demasiado mayor, pero es muy triste ver al hombre que tú has amado solo en casa…una casa grande y vacía, que lo único que hacía era fumar, ver tele, comer y estar sentado…Estaba muy enamorado de mí, y el pobre ha guardado luto hasta la saciedad, y con mucho respeto, pero es lo que le vengo diciendo desde el cielo…Busca una mujer que los hijos tienen su vida…deja de fumar, anda que es bueno para la salud, mira que va a llegar el momento que no vas a poder ni calzarte…Todos los días se lo pedía a los ángeles del cielo…pues…Esto está inundado de ellos y de vez en cuando alguno baja, son los mensajeros que se dedican a susurrarles muy bajito que tienen que cuidarse un poquito…Y he ahí el milagro, obra divina de los vínculos del amor ese tan grande y tan fuerte como era el que sentíamos los dos…Una mañana se levantó y se fue a caminar, y como veía que se ahogaba dejó de fumar, y estando andando por esos caminos se cruzó con aquella chica de trece años con la que en sus años mozos tonteó… Después de cincuenta años sin verse el destino hizo de las suyas en éste precioso reencuentro, donde se pusieron al día hablando de los hijos, los padres, la familia al completo y de su ex… ¡Era libre lo mismo que mi marido! Me dio una alegría tan grande que pensé que me iban a oír, imagínate si me ven, estaba como en una nube, flotando de entusiasmo, cuando los vi despedirse prometiéndose tomar un café…Café que tardó un año en hacerse realidad…pues…Estando una mañana andando la vio cuando iba a trabajar…De ahí vinieron cafés, cenas y paseos…Al momento envié a un mensajero para que susurrara a mi marido en el oído mientras dormía que le diera los buenos días y las buenas noches, pero sobre todo que le escribiera poesías de amor, que eso es lo que más enamora a una mujer…quizás le moleste…pensó su subconsciente…No, no…mándaselas y ya verás lo feliz que la harás...Hoy en día son una pareja de enamorados en la intimidad, aunque nuestros hijos son conocedores de sus entradas y salidas…Nuestras amistades los apoyan y yo, querida amiga, desde el cielo te agradezco que ames a mi marido como yo lo amé…pues…Ha cambiado, lo veo súper feliz...La vida os ha cambiado a los dos a mejor y yo ya puedo descansar en paz...



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