miércoles, 15 de agosto de 2018

EN LA LEJANÍA DE LA VOZ.- (MICRORRELATO)


Tenía que salir corriendo en su busca…pues…Lo sentía llorar a solas en silencio, sin lágrimas… A veces me parecía oír su voz y se me aceleraba el corazón con unos latidos que creía morir…Está apenado, meditabundo, apático…sin ánimo para hacer nada… no puede más, la cabeza le va a estallar… Apenas le queda aliento para seguir sufriendo esa inquietud que le embarga por dentro…tiene los brazos ardiendo…me necesita… Lo veo en sus ojos, en su caminar cabizbajo… Va con los puños apretados como queriéndome atrapar…Me atrapa los suspiros, los recuerdos, los besos…esos besos que están reclamando la urgencia de tu boca…necesita rozar mis labios ya…Me estaba llamando a voces…Oigo sus gritos expandirse por mis sienes…El eco retumba dentro de mi cuerpo con la fuerza de sus sentimientos… Siento sus pasos en mis zapatos…Camina lento, callado y en silencio…Y tú ahí, siempre esperando…pues…La paciencia era tu arma secreta, pero ya no, se agotaron todas las horas en espera, lo sé, ¡vaya que lo sé! Te veo a través de las corazonadas que me hablan de ti… Dicen que estás enojado con la vida, con la sociedad, contigo mismo y que no sabes qué hacer… Lo sé mi amor, tendrás que armarte de paciencia…pues…Lo mismo que tú estoy yo…Un duelo de frases ardientes fluyen por los pasadizos secretos de las corrientes aéreas… Son los sentimientos que traspasan fronteras, y los demonios del cuerpo se debaten en los silencios de sus lágrimas secas y tristes…No, no estés triste mi amor...no sufras por mí, por Dios, que aunque me veas disfrutando libre y sin ti, tu siempre estás en mi corazón…pues…Me siento morir...me haces falta, ¿te enteras? No sabes cuánta…Tengo la garganta seca, la mirada perdida en el cielo…Te busco por todas partes, en cada rincón del camino…en las paredes, esas que me hablan de ti y me cuentan de tus idas y venidas…Me duele el corazón que late sin compasión…Me vuelve a llamar…Sí, sí, me llama…voy en su busca…Tengo que verlo, decirle que me espere, que lo quiero, que tenga paciencia y que lo pienso. Que no lo olvido ni un segundo de mi vida… Salí rauda y veloz…el corazón se me va a salir del pecho, ¡Señor, Señor…! Me arrebata los sentidos…no puede ser malo éste sentimiento mío que me altera la mente y me rompe los gemidos…Mi cabeza desatina con dudas entrampadas en preguntas sin respuestas…Una maraña de frases tormentosas empañan mis cejas que levantan sospechas…Ya no sé cómo amarlo sin perder las formas y las maneras…Tengo el ceño fruncido…pienso hacer oídos sordos a cualquier quejido que me salga de las entrañas… ¡Vete mala saña de mi camino y déjame estar en su destino! Que quiero sentir sus brazos alrededor de mi cuerpo, que me arrime al suyo y me diga al oído…Eres la única mujer que me arranca los suspiros del pensamiento… Me como las calles con pasos veloces…Es mi amante, mi hombre, el único hombre de mi vida…mi tesoro, mi aire, mi alma, mi corazón…mis errores y mis pecados…pero aparte de eso…Es el dueño de mi sexo, mis sentires, mis placeres, mis risas y sin él…mi muerte… Mírame a los ojos, dime que me quieres, abrázame fuerte, bésame despacio y acércate más...y ya verás cómo sientes las caricias de mi cuerpo que vienen y van… Y en lo más profundo de mi ser escucho sus frases ardientes que me queman los sentidos, cuando en la lejanía de la voz las palabras zozobran en mi interior…Necesito oírte reír de nuevo cuando te arrimo a mi cuerpo…pues…Sin tus risas soy la agonía de mis noches y las horas del día pasan como si fueran puñales clavados en mi pecho…me arden los labios sin las caricias de tu boca en la mía…vuelve pronto amor mío, que me está matando la ausencia de tus besos…



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