lunes, 18 de junio de 2018

COMO CICATRICES EN EL ALMA.- (MICRORRELATO)


Me dijeron que te vieron buscándome por todas partes, llamándome a voces, llorando por las esquinas, y...¿sabes que te digo? que no me importa, que me da igual...pues... Ya era hora de que sintieras en tus propias carnes lo que duele la infidelidad...que tengo el corazón herido, lleno de cicatrices que he curado con la esperanza de que luego volvieras a mis brazos, y todo por ti…por mí…pero…Una no es de piedra, ¿te enteras? Que una tiene sentimientos y todas las veces que te ibas con otra, me descarnaba llorando a solas lágrimas de sangre, ¡fíjate si te he querido! Que por no perderte miraba hacia otra parte haciéndome la loca…pues…Loca estaba por tus besos, por sentirte de nuevo en mis adentros…y porque no me faltaran nunca tus caricias…Esas caricias llenas de avaricias por mi y que tanto deseaba tenerlas alrededor de mi cuerpo…¡Que no me falten nunca, Dios mío! Me decía cuando te esperaba tras los cristales de mi ventana, sabiendo de antemano que eras mi martirio…¡Que llegue ya madre mía! Gritaban las voces de mi alma mientras fumaba un cigarrillo tras otro…echando el humo al aire con ira, enfadada conmigo misma, ¡con todo el mundo! Hasta con ese Dios que dicen por ahí que es tan bueno y poderoso, ¡mentira podrida! Despotricaba aullando como una rata, cuando por la tarde me acercaba a hurtadillas a la esquina de tu casa para ver si salías o entrabas con otra…Con miedo, conteniendo el llanto que se me atragantaba entre pecho y espaldas, maldiciéndote con alaridos que me oprimían el alma y cuando llegaba la noche y aún no habías aparecido, me retorcía entre sollozos mordiendo la almohada…y las lágrimas rodaban por mi rostro cuando veía las horas pasar y tú no llegabas a la cita de nuestro avatar…No quiero vivir sin ti…Si tú desapareces de mi vida para qué quiero seguir viviendo…No podré, lo sé…Mi corazón está roto, destrozado, partido por la mitad…Se me está desangrando poco a poco…Las lágrimas caen por mi rostro derramadas como gotas de sangre…la vida se me va…Me estoy consumiendo como una velita…Apenas puedo respirar…No siento los latidos…Ando porque las piernas me llevan a lugares donde tú y yo nos amamos…No sé ni siquiera lo que siento…odio, rencor, amor…o pasión…Quizás sea adicta al deseo que desprendes cuando me ves pasar por tu lado…Creo que sigo enamorada de ti…Me pregunto si lo estás tú de mí…pues…A veces pienso que estás pasando por lo mismo que yo y me quisieras olvidar...Sí, sí puede ser, porque si no, no le encontraría explicación a tu manera de actuar, a no ser que seas un sádico impostor al que le gusta ponerme a prueba... Al límite del dolor para luego venir corriendo a secar mis lágrimas…por eso es por lo que vienes y vas continuamente para hacerme sufrir sin más, hasta que me canse…y tú lo sabes, ¿verdad? Me conoces muy bien y lo más importante es que me lees los pensamientos porque vives con ellos…pero… El día que yo explote, ¡ay madre mía de mi vida! El día que explote te vas a enterar de lo que es un verdadero volcán, porque hasta los demonios de mi cuerpo se pondrán a temblar…y por eso… Alzo los brazos al cielo gritándole al dios de mi credo…¡Se acabó! Ya no aguanto más sus infidelidades, me tiene harta y esta última aventura colmó el vaso. Antes lo perdonaba por temor a perderlo…pues…Estaba tan ciega por ti que tan sólo pensar que me dejaras me volvía loca, además ojos que no ven corazón que no siente, y eso era lo que hacía siempre, que miraba hacia otra parte disculpándote, pensando que por tu trabajo de comercial, tenías que salir de viaje y cuando regresabas te recibía con una gran sonrisa en los labios, haciéndome la fuerte, la valiente y como si no hubieran pasado más de quince días sin saber de ti…No quería admitir lo evidente…te amaba tanto…Siempre pendiente de tus idas y venidas…Me daban igual tus aventuras porque en el fondo sabía que sólo era puro sexo compartido sin sentimientos ni cariño, sólo eso, además luego volvías con más ansias de mí, porque siempre volvías…pero…Hoy se encendió esa lucecita que todas las mujeres enamoradas llevamos en nuestro interior…pues…Hoy pasaste de mí, ni siquiera me miraste, hasta me di cuenta de cómo te hacías el loco y te escondías…Aligeraste el paso para darme esquinazo y eso me dolió, ¿te enteras? Me dolió mucho, casi preferiría morir antes de volver a sentir ese puñal en el pecho…¡Que se rompan mis cadenas rojas! ¡Que se calmen las iras de mis voces huecas! ¡Que se apaguen los ardores de tus besos! Y que se entere el mundo entero que por ti ya no muero…pues…Estoy cansada de curar tantas heridas abiertas y cerradas que son como cicatrices en el alma…

No hay comentarios:

Publicar un comentario