Hay un tipo por ahí que cada vez que
me lo cruzo me hace sonreír y no sé por qué, pero me gusta a reventar…debe ser
el sonido al andar, que me trae al recuerdo aquella frase que tanto le oí
repetir a mi madre minutos antes de que se abriera la puerta...Ya llega tu
padre, decía… ¿Cómo lo sabes mamá? Son sus pasos hija mía, los conozco…Y al
momento salía corriendo hacia el baño para pintarse los labios de rojo carmín…Nunca
se equivocaba, traspasándome a mí ese don o fina intuición…pues… Son los pasos del
destino los que me atraen y me guían a averiguar los de ese hombre que siento en
mis costillas…Algo de la niñez se quedó atrapado en mi corazón que me hace ser
como soy, y por eso…Le doy alas a los sentimientos para que nunca puedas olvidarme…Pasos,
son sólo pasos y sonidos que embargan y absorben y te dejan marcada de por vida,
y según pasan los años acuden a la mente después de ir caminando lentamente
como ánimas pendientes de que algo maravilloso está por pasar…¡Salid perezosas,
salid! ¡Brotad sin miedo! ¡Volad libres y sin recato al encuentro de mi amado!
No os quedéis encerradas en mis entrañas como si fuera delito o pecado…Mira que
me está esperando para verme pasar, y yo que lo sé me pavoneo atrevida y sin
miedo para sentir la timidez de sus sentimientos…Camino sin pausa…ligera…motivada…quiero
verlo de nuevo… parece que el corazón se me va a salir del pecho, late al ritmo
loco del tambor…Me gusta, me atrae, es un sentimiento dulce y amargo que me
hace enrojecer…Quizás sea tan sólo un antojo de la edad, un capricho de mujer tontorrona
y mimada, ya sabes, esas sensaciones que nos juegan malas pasadas y que a veces
nos dislocan la cabeza y nos dejan algo atolondradas, pero…Podría ser un
flechazo, esos que dicen por ahí que una siente en el corazón como una picadura
de avispa, no sé…un abejorro tal vez que esté rondando alrededor de tus
cabellos zumbándote en los oídos para que te olvides de aquél que fue tu gran
amor…Es posible que sea una utopía, una quimera, una ilusión por volver a sentirme
amada y deseada como mujer de canas blancas y perlas negras en el alma…Sí, sí,
eso debe ser…pues…Dicen las malas lenguas que un clavo saca otro clavo…y yo me
siento descarnada cuando me vienes al pensamiento…Te veo perdido en la lejanía mientras
me bamboleo entre la mescolanza de mis pesares…¡Míralo! Está allí andando
despacio para verme pasar…lo he visto desde lejos, son sus pasos, lo sé, los
conozco igual que mi madre reconocía los de mi padre antes de abrir la puerta… ¿Lo
ves? ¡Corre! Aligérate para envolverlo con la sonrisa de la ansiedad por su
llegada…dile que siempre pienso en él, y aunque no pueda ser, lo seguiré
esperando antes del amanecer…Y salgo airosa, vestida toda guapa y coqueta,
deseando que me vea y dejarlo con la boca abierta…Quiero gustarle, quiero que
sienta deseos apasionados por mí…quiero atraerlo a los silencios de mi lecho…que
sepa cuánto me atrae su mirada posada en el horizonte de su vida, que lo mismo
que la mía, están unidas por la chispa que se quedó grabada en los primeros
roces del amor…Esa chispita oscilante que brilla en la lejanía de mis
sentimientos es la que me hace esperarte cada momento…pues…Aunque sé que nunca
volveré a besarte, te espero…Te espero porque te quiero, te necesito y te
deseo, ¡vaya que sí! Esas mismas palabras fueron las que me dijiste hace ya
mucho tiempo, y ese tiempo exquisito, descarado y atrevido es el que me hizo
lanzarme hacia tu boca con el fuego de mi alma loca, que nada más sentir tus
labios en los míos…saltaron por los aires las chispas de mi deseo, quedándose
una oscilando en mis adentros, y por eso…Siguen latiendo en mis
recuerdos…Recuerdos de los años mozos, cuando bailando con mi chico, se acercó
tanto a mí, que sentí su respiración entrecortada en los oídos, sus manos
temblorosas agarrándome la cintura y el roce de su cuerpo en el mío,
arrebolándome el rostro y los ojos cerrados sobre su hombro…Señor, Señor…era mi
primer baile de salón y mis primeros tientos con el amor, y desde entonces…Una chispa de fuego se quedó prendida en mis sueños
como alma de poeta y señora de alas abiertas, que volando como mariposas, se
deslizan sobre tus piernas con mis enaguas de seda rosa, y tú que me sientes
entre sábanas calientes, despiertas en la oscuridad de la noche con las caricias
de mi boca recorriéndote el cuello beso a beso y susurrándote a media voz…Ven a
mis brazos amor mío, que aunque no te vuelva a ver, seguiré esperando con los
tientos del querer…pues…Esa chispita oscilante que saltó por los aires, es la
que tiene las llaves de mis sentimientos, y lo mismo que sale tras los pasos de
la vida, vuelve para encerrarte en mis adentros…
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