Voy trepando con los miedos de los espantos entre rocas y
barrancos, y tú que me ves, me quieres detener con las garras del querer…Tengo
los equilibrios emocionales barruntando tras los cañaverales, donde tú y yo nos
besamos como furtivos enamorados, y ahora que ando por caminos libres y
despejados, me sigues cercando las salidas con el recuerdo de tus caricias, y
yo que temo caer de nuevo en tus brazos, aligero el paso por senderos y
picachos…No te detengas, corre, date prisa, no
mires atrás…mira que si lo ves se te vuelven los suspiros del revés…y te
echarás en sus brazos, te lo comerás a besos y te enredaras con sus
jadeos...pues...Bien sabes el poder que ejerce sobre tu mente y tu cuerpo, y
por eso…Sigo escalando montañas con las garras de mis entrañas, miro hacia
abajo y te veo con los ojos dislocados arrancándome los encajes de mi tanga y
yo que siento el fuego de su deseo, lo empujo y le grito… Vete a tu infierno
amigo, que necesito seguir volando en el cielo con las alas de los
sentimientos... que hay un hombre que me ama sin
pedirme nada a cambio, tan sólo quiere amarme tras las retamas de mis nalgas, y
yo que lo necesito como agua de mayo, me dejo regar como lluvia en un vergel…pues…Estoy
a falta de cariño, de amores sinceros y de pasiones románticas, esas que se ven
en las películas y en las novelas que leía cuando era mocita…¿Mocita? Sonríe sorprendido
del hablar tan meticuloso y antiguo, que según él había utilizado…Sí, sí… ¿acaso
no entiendes lo que quiero decir? ¡Claro, como eres tan lanzado y descarado! Qué
harta estaba de ese hombre que me llevaba por el valle de la amargura…siempre buscándome
por todas partes, no se daba nunca por vencido…el caso es que no me disgustaba…pues…Con
el pensamiento lo llamaba sin darme cuenta de que lo atraía, y no él quién me
retenía…debe ser eso que llaman los duendes del infierno, o…Quizás fueran los
suspiros que salen del pecho, cuando por primera vez lo sentí en mi ser, que
fue entregarme a sus brazos y quedarse embrujado ante la locura de mis gritos, que
sin pretenderlo siquiera, me dejé guiar por el ritmo de su pasión al
estrecharme fuertemente a su cuerpo aspirándome los sentimientos más viles y
canallescos que convivía en mis adentros, y yo que era tan modosita y pausada
en mis años mozos, me convertí en la más osada de las mujeres de la época
dorada…pues…Dorada pensaba que eran aquellos años en los cuales se decía que
donde manda capitán, no manda marinero, y qué decir polizonte, una polizona de
tres al cuarto, pero…Tenía personalidad, carácter y valor, lo que pasaba es que
no quería hacerme notar entre todas las chicas de mi generación, hasta que me ennovié…¿Ennovié?
¿Qué es lo que dice esa mujer? Sí, sí, se dice ennovié cuando a una le sale
novio…Lo estaba dejando con la boca abierta…me estaba burlando de él en toda su
cara para que se diera cuenta de que de tonta no tenía nada…pues…Ese primer novio
que me quería llevar al altar era feo, muy feo, además de algo paletillo, y
aunque mis padres estaban locos de contentos pensando que iba a hacer una buena
boda, a mí sólo me atraían los guapos, lo demás no me interesaban para nada, y en
el momento que se fue a su pueblo unos días, me besé con un amigo suyo que era
guapo a reventar, y no tardó un minuto en contárselo, por lo que me envió un
telegrama urgente rompiendo la relación para disgusto de mis padres y alegría mía…Empecé
a conocer a chicos en las discotecas hasta que me casé con un tipo alto, guapísimo
y forrado de dinero, pero…Era un don Juan y después de nacer mis hijos se fue con
una amiga mía y se fueron a vivir en la cochinchina, como se solía decir en mis
tiempos, y por eso…Estoy pidiendo perdón en el templo donde suelo entrar cuando
me encuentro buscándome porque…No me hallo, Dios mío…me siento perdida…Estoy metida
en un bucle de pasión y ya no sé si lo amo o es pura necesidad…me asaltan las
dudas…por otro lado creo que busca lo que no tiene en casa…pues…Está casado,
pero…Pienso en él constantemente…A veces tengo miedo de mis propios
sentimientos que son fuertes y desgarrados al mismo tiempo…tan débiles e
intensos a la vez…es como si estuviera enloqueciendo de amor o desamor…no sé…quiero
vivir…me gusta la vida, y…Viva me siento cuando me besa y lo beso…Vida es
tenerte conmigo bebiendo del mismo vino del pecado…vino dulce y amargo los que
nos mantienen ebrios de amor, borrachos de pasión constantemente…debe ser el elixir
que fluye entre los dos…Quizás es la piedra filosofal, que sin buscarla, nos
roció con el néctar de la eterna juventud…pues…Al doblar la esquina lo vi
frente a mí sonriendo…estaba esperándome…quería decirme algo, y cuando pasé por
su lado susurró muy despacio…¡Ay chiquitina mía…! Se adelantó a mis pasos, me tocó
las piernas y sentí el deseo de su amor tras la sombra de mi pasión…
Queremos pensar que es el amor el que une y separa . Pero en la verdad de tu relato solo el sexo es quien dispone. Nos basamos en lo espiritual y olvidamos la verdad carnal.
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