Estaba harta, cansada de sus desplantes y fue después de una noche en vela
llorando como una magdalena, cuando caí en la cuenta de que no podía seguir con
una relación tan tóxica…pues…Tarde o temprano me iba a pasar factura, y es que éstos
hombres que se creen que la tienen a una atada y segura bajo el yugo de su
mando, al final se fían y terminan por perderlas…No estaba dispuesta a dejarme
querer de esa manera tan cómoda y grata para él y aburrida para mí…pues…Me sentía
como si fuera un mueble más del piso, haciéndome pensar lo peor, ya que era bien
parecido, pero muy mujeriego. No se le escapaba ni una cuando las veía pasar, y…No
es que fuera celosa, que lo soy, ¿para qué nos vamos a engañar? Pero que
delante de mí se quedara con la boca abierta y los ojos saliéndosele de las órbitas
haciéndome de menos…No, no y no…Una tiene dignidad y si ya no le atraía…alitas
para sus pies…pues…Estoy llena de sentimientos, ilusiones y esperanzas, y cada
día que despierto me siento con ganas de amar y ser amada, así que si ya no
sientes por mí nada, cada uno en su casa y Dios en la de todas como decía mi
santa madre, ¡Ay si levantara la cabeza…! ¡Menuda era…! El caso es que hacía
tiempo que lo notaba distraído…como si ya no sintiera deseo por mí, y eso era
lo peor que me podía pasar…Una lucecita prendió en mi cabeza haciéndome ver la
realidad de su ser, y por eso…Desayuné tranquila y relajada, escenificando en
mi mente toda la trayectoria desde que lo conocí hasta ahora, así que nada más
verlo me planté frente a él con los brazos en jarras y con voz firme y segura
le espeté…¡Oye tú! ¿Quién yo? ¡Sí, sí tú! Se quedó mirándome expectante…Te voy
a decir una cosa y no la pienso repetir más, ¿te enteras? Ni se inmutó o así me
lo pareció a mí, pero no sé porqué, intuía que sabía de qué iba el tema…pues…Tonto
no era y por el tono de mi voz se daba cuenta que algo gordo le iba a decir…Si
tú te has creído que voy a estar todo el santo día encerrada en casa esperando
tu llamada, estás muy equivocado, ¡pero que muy equivocado! Se quedó impávido,
no se lo esperaba, me conocía lo suficientemente como darse cuenta de que estaba
ya de vuelta, además…Empecé a quererme más que a nadie, sobre todo a él, y no
estaba dispuesta a seguir como hasta ahora, que parecía que le estaba pidiendo
limosna, ¡por Dios! Pero, ¿éste que se había creído? Que yo iba a morir de amor
por él, ¡venga ya hombre tú y tus niñerías! Que una tiene sus límites y
orgullo, y se acabó eso de ir tras de ti como si fuera una pordiosera mendigando
una mirada, un beso, unas palabras de amor, ¡que no, que se acabó y de ahora en
adelante te vas a enterar tú de quién soy yo! Me di la vuelta con energías y
garbo dándole con toda la melena en la cara para que se diera cuenta de que tenía
elegancia y valentía, la que nunca tuve por temor a perderlo…pues…Lo amaba más
que a mi vida, y tan sólo pensar que me dejara, moría…Es verdad, qué tonta era…no
sé porqué temía tanto su abandono cuando era más joven y bonita…Debe ser que
por entonces no era dueña de mis sentimientos y me sentía dominada por su
querer, ya ves, qué inocente, cuando precisamente la juventud y la lozanía era
lo que más dominio da a las personas, sobre todo a las mujeres coquetas y
presumidas, pero se ve que cuanto más joven, más temerosa e insegura era, y
ahora que tengo una edad bastante madura me siento fuerte y aguerrida, vamos
que…Me da igual que me quieras o no, porque lo que verdaderamente necesito es
que me ame con pasión y con la libertad del alma…pues…Así es como te quiero yo,
con alegría, deseo y pasión, ¿te enteras? Y no que estás jugando conmigo al
gato y al ratón, como si estuvieras echándome un pulso de a ver quién aguanta
más, ¡madre mía de mi vida…! ¡Qué equivocado estás! No pienso mover ni un ápice
por volverte a ver y pienso seguir el ritmo de mi vida como si no te hubiera
conocido nunca, porque amores de hombres a mí no me falta, claro que no vayas a
pensar que voy como una ladrona buscando por ahí… No, no, para nada…que yo valgo
mi peso en oro, y pienso darle gusto al cuerpo, ¿te enteras? Y no me voy a cerrar
en banda, ¿sabes? Y aunque te cierre las puertas, voy a abrir todas las
ventanas para que se aireen las habitaciones y mi alma…pues…No quisiera yo
dejarme abatir por la tristeza y la nostalgia al recordar tus besos y abrazos
como si los estuviera guardando como oro en paño, y como dicen las malas
lenguas…Caminito de plata para tus pies, que una ya tiene algunas canas y la piel
rasgada…pues…Fuiste tan sólo una quimera de ensueño que con sutiles palabras te
inventé, y por eso…Buscaré la manera para encontrar la forma que me haga
olvidarme de tu ser, y...Le estoy dando luz y aliento a ese hombre que tengo en
el pensamiento para que llene de alegría mis ojos, mi alma y mi
cuerpo…pues…Dicen las malas lenguas que un clavo saca otro y verdad debe ser
cuando finalmente te encontré…
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