viernes, 28 de junio de 2019

COMO CARNE DE CAÑÓN.- (MICRORRELATO)





 
Estaba caminando cuando oí unos pasos detrás, ¡lo sabía! Llevaba tantos días llamándote con el corazón que tarde o temprano tenía que aparecer...Era imposible no dejarse ver o quizás era yo la que desaparecí de tu lado…Ya te lo dije aquél día, ¿te acuerdas? No, no me acuerdo…Míralo, ya se está haciendo el interesante, es muy engreído  y orgulloso, no quiere demostrar que está loco por pillarme por su cuenta y desbaratarme los sentidos…Mentiroso, eres un mentiroso y te acuerdas muy bien… Sonríe con esa mueca burlona que tanto me atrae, pero no le río la gracia porque no me creo nada de él y le dejo bien clarito en toda su cara que…Si tú no tienes interés en verme, menos yo en ti, y me fui tan campante…pues…Tengo dignidad y eso de ir tras un hombre no está hecho para mí, y no es que sea orgullosa, que también, para qué nos vamos a engañar, pero es que…Me precio mucho y lo sabes, claro que por otro lado a ti te ocurre lo mismo, que el orgullo es lo que te mata y por eso…Me dejaste marchar para demostrarme que pasas de mí, te conozco, ¡vaya que te conozco! ¿Te enteras? Y por eso sigo tranquila, porque sé que tarde o temprano volverás…pues…Hay un grito de tu garganta en el aire que me persigue por ahí, y yo que soy ladrona de frases la he atrapado para decirte que te quiero con todas las fuerzas de mi corazón…Lo he desarmado, pensé para mis adentros…Al momento empecé a tararear aquella canción que tantas veces oí a mi madre canturrear mientras trajinaba por la casa, no sé porqué…Deben ser cosas de los sentimientos que están latentes y activos al libre albedrío de los recuerdos que tenemos guardados en lo más recóndito del alma, y según sentimos en momentos determinados, resurgen al exterior como diciendo que tanto en el pasado como en el presente, el amor siempre es ganador sobre todas las cosas, y por eso esa letra tan apasionada de mi garganta brotó…En cuanto le vi yo me dije para mi es mi hombre…Solo vivo por él mientras quiera serme fiel ese hombre…No puedo pasar una noche sin pensar en mi hombre…Y le doy cuanto soy lo que tengo se lo doy a mi hombre…Y seguí caminando con un cosquilleo que me recorría por todo el cuerpo, ¡me encantaba sentir esa sensación tan rica y dulce que me llenaba de esplendor! Toda yo era pura dinamita aligerando el paso, parecía que tenía alas en los pies por los saltitos de emoción que sentía…pues…Eso de que me siga amando como cuando nos conocimos me enloquece y me arrebola de pasión, y por eso…Estuve repasando todos los gestos de su cara, la mirada de desconfianza que tenía cuando me vio sonreír…No paraba de recordar sus palabras, apenas audibles, y sus ojos, esos ojos de mirar fogoso se mostraban fríos y distantes, era como si no creyera que lo amaba, y es que…Todavía no se ha enterado que es el dueño de mi vida y hace conmigo lo que quiere, no sé ya ni cómo actuar para que me crea…Sé que eres desconfiado, aún no te has dado cuenta de lo débil que soy cuando me miras, cuando te acercas y me dices guapa, pero lo que más me llega al alma es cuando me dices dos veces seguidas…te quiero, me gusta oírtelo decir, ¿te enteras? ¿Sí…? Susurra muy bajito al oído dudando…Sí le contesto sonriendo…Me encanta que me quieras, que me ames y tenerte siempre pendiente de mí, eso me gusta mucho, ¿sabes? Ya, eres muy posesiva, te gusta llevar siempre el mando, que te busque, que tenga miedo a perderte, lo sé y si algún día no puedo estar contigo me gritas furiosa en el pecho…Me quedé sorprendida con sus palabras, no podía imaginar que me conociera tan bien…pues…Soy frágil y transparente, no puedo disimular los sentimientos, y menos cuando estoy enfadada y furiosa, se me nota enseguida en la cara, y es que mi estado de ánimo traspasa todas las fronteras emotivas y por mucho que quiera enmascararme, no puedo…Se reflejan través de mis ojos que son como puñales de acero cuando me ponen al límite, y tú eres un experto en soliviantar las iras de mis demonios…Abre los ojos sorprendido…Sí, sí, no te hagas el inocente, que…Dominas cada paso que doy, sin ti no soy más que una autómata perdida entre rejas, las rejas que encierra mis sentimientos…pues…Vivo sólo para ti…Mis noches y mis días te pertenecen y mi boca siempre hambrienta de la tuya, y tú que lo sabes te desnudas para que se quede prendida en tu piel como abeja en miel…Ven enseguida a mis brazos…Escucho su voz gritándome y corro…Corro aligerando el paso y lo veo a lo lejos…Está sentado esperándome y cuando me acerco me mira desconfiado…No se levanta, no me saluda y risueña le pregunto…¿Viniste a por mí? No, pasaba por aquí…¡Qué descarado y mentiroso es! No quiere demostrar que está loquito por mi querer…que está deseando besarme, abrazarme y tenerme bajo su mando…¡Madre mía, cómo me gusta éste hombre! Lo miro sonriendo y me lo llevo a mi terreno, y juntos nos perdemos por los senderos donde se aman los amantes…pues…Somos como carne de cañón, nos gusta el riesgo a tientos de pasión y estamos unidos por las voces del silencio y los gritos del amor…   

No hay comentarios:

Publicar un comentario