Sé que estás ahí, expectante, pendiente de un hilo…con la mente activa y en
ebullición, dándole vueltas a mi reacción, haciéndote mil preguntas del porqué,
el cómo y desde cuándo…lo sé, ¡vaya que lo sé! Pero…¿sabes qué te digo? ¿Qué,
qué? Me quedé dudando, observando cada gesto de su cara…era de lo más patético verlo
frente a mí con el temor y la duda prendida en su ceño…pues…Días antes era yo
la que le había seguido con la mirada, y él se giró a un lado para no mirarme
de frente y demostrarme que ya no le
importaba nada, y por eso…Sonriendo para mis adentros lo maldije diciendo…No
quieres caldo…toma dos tazas…Y seguí mi camino sin volver la vista atrás
tranquila y en paz, ¿quién me lo iba a decir a mí? Con lo indecisa y temerosa
que había sido hasta ahora, y fíjate lo valiente que me he vuelto…Debe ser de
tantos palos que me ha dado, pero ya no estaba dispuesta a reírle la gracia
como si fuera el amo de mi alma…pues…Era una persona muy variable, ¡un veleta!
Como decía mi madre, ahora te como a besos y luego una patada en el trasero,
¡vamos hombre! Que he tenido la paciencia del santísimo Job contigo, dándote
mil y una oportunidades para ver si aprendías a tratarme como un verdadero hombre,
no como un niñato de esos que lo único que hacen es tontear con las jovencitas
siendo un tío ya con las sienes plateadas y la cabeza llena de paparruchas,
¡jolines! Que para tener una aventurilla pasajera no te necesito, que cuando
una mujer quiere, las tiene a pares, ¿te enteras? Y no es porque sea una buscona
creída y vanidosa de cuidado…No, no, para nada, pero es que…Señores solitarios y
aburridos los hay a puñados…pues…Las separaciones están a la orden del día, no
sé qué les pasan a los hombres, y a las mujeres también, no vayas tú a creer
que ellas son las eternas sumisas y esclavas de seguir aguantando a algunos que
se las dan de santo…Muchos golpes de pecho y luego resulta que son los más
sinvergüenzas que hay en el mundo entero, que con tal que llevan conviviendo más
de la cuenta, desaparecen de la casa como por obra y milagro del espíritu
santo, o ellas, que de novios las tratan como a una princesita, y en el momento
que se casan cambian como de la noche a la mañana, teniéndolas de cocinera para
que le sirvan una buena mesa y poco más, y por eso…Estás haciendo todo lo
posible para que te arranque de mi corazón, y de mis pensamientos…pues…No te
conozco, cada día te siento más extraño, como si nunca te hubiera besado los
labios y eso me hace sentir mal, y no estoy dispuesta a seguir contigo haciéndome
de menos, pero… ¿Sabes que te digo? ¿Qué, qué? Que ya no tengo miedo de
perderte, me da igual, es como si me hubiera dado cuenta ahora de que no eres
tan importante para mí, para mi existencia natural de la vida cotidiana…pues…Me
levanto contenta y feliz… cada día salgo danzando por ahí como si hubiera
vuelto a nacer, ¡qué cosas más extrañas me pasan…! Apenas puedo comprenderlo y echando
la vista atrás, tu recuerdo ya no me duele, es más, parece como si fuera una
película en blanco y negro, ¡qué raro sentimiento…! Aún no entiendo qué pasó…Deben
ser esos mecanismos de defensas que tenemos los seres humanos que nos ayudan y
protegen de intrusos que nos abordan por los caminos de la vida, o quizás…Me
acomodé con las malas experiencias y de repente caí en la cuenta de que no
mereció la pena derramar tantas lágrimas por un hombre, que al fin y al cabo
nunca dio el paso de llevarme al altar, tan sólo…Me usaste como mujer de mil
caras nada más…pues…Mil caras utilicé cada vez que venías a verme, que según veía
tus ojos o tu sonrisa, esa era la que me ponía, sin olvidar nunca la máscara de
las llamas ardiendo, esa que tanto te gustaba y por eso… Me buscabas con lujuria
y deseo para arder juntos en los infiernos...claro que...me encantaba también,
¡vaya que sí! Que disfrutaba como una loca incendiaria…hasta ahora, porque…Me
siento libre, respiro aire fresco…es como si acabara de escapar de una selva llena
de obstáculos…Me desconozco, tengo la sensación como si nunca te hubiera
conocido, ¡Señor, Señor…qué alegría más grande para mi alma y mi corazón! Hay momentos
que siento renacer a un nuevo amanecer…como si el tiempo se hubiera detenido en
la juventud esa que tenía la cabeza llena de pájaros...pues…Los siento revolotear
alrededor de mis cabellos, y eso me gusta, ¿te enteras? Sí, sí, me gusta mucho…Es
algo así como una caricia para los sentidos…me recuerda la brisa del mar cuando
paseaba por el puerto bajo la luz de la luna, ¡cuánta belleza madre mía…! De repente siento mi alma palpitar y eso me hace sentir bella y hermosa, y cada
vez que tropiezo con la mirada de ese hombre enamorado, el corazón se me
desboca y siento alitas de mariposas danzar en mi pecho, es la misma danza de cuando
tenía la edad del pavo, sí, sí…pues…Hay un pálpito en el aire que se aferra a mis
carnes frescas, y me arrastra por pasadizos secretos para abrazarme y llenarme la
boca de besos esperándome por ahí…
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