lunes, 26 de noviembre de 2018

CON LA MIRADA ME LO DIJISTE TODO.- (MICRORRELATO)



Regresaba del mercado pensando en ti…pues…Tú nunca te vas de mi mente, no sé por qué....pero ahí estas siempre ardiendo como cráter de volcán...y en cal viva me tienes suspirando por las canas de tu pelo blanco, como si en vez de fría nieve, se hubiera posado en mi cuerpo fresca primavera de perennes hojas verdes, esas que ni se caen ni se secan...pues...Perennes como son mis sentimientos...Sembraste en mi vida la semilla de la atracción, brotando desde el interior mil besos de pasión...terriblemente sexuales, y...Como hojita prendida a tu rama me encuentro sintiendo el aire fresco de la mañana, y antes del atardecer, la calidez de la brisa marina, que como una suave caricia en las mejillas, revolotea por el cuello lentamente hasta morderte con deseo, y por las noches mi cuerpo grita tu nombre con hambre y deseo, y por eso…Echo tanto de menos tus manos cuando me abrazas por la cintura, me miras y me dices…te quiero…Fue en ese momento cuando te vi caminar hacia mí…¡Qué arrogancia en su andar! No hizo falta palabras…pues…Una sonrisa lánguida encarnó mi rostro cuando con la mirada me lo dijiste todo…Todo, me lo dices todo con la expresión de tus ojos que lo abres como platos como diciendo…Estás para comerte…y a mí que me encanta oírte, me transporta a la edad del pavo cuando los chicos me piropeaban por la calle haciéndome rejuvenecer de nuevo…pues…Fue la época más alegre e inocente de mi vida, la más feliz y despreocupada, la que nunca lloraba el mal de amores, la que fui tratada como una princesa y corría por las calles libres de ataduras teniendo a todos los chicos a mis pies, pasando una juventud desbordada de entusiasmo y diversión, siendo el centro de atención en guateques y bailes de salón…La que elegía a los hombres por el nivel de su carrera, y porque era un buen partido, que los miraba con ojo de lupa para tener un futuro regalado, cómodo y asegurado…¡qué infeliz y desgraciada fui! Tanto mirar por ahí y por aquí, al final me casé con un militar, el mejor dotado de estrellas que mostraba el galón de sus hombreras…y el más mujeriego, además de borracho…Yo pensaba que eso era de muy machote y varonil, además me trataba bien y como no me faltaba nada, aguantaba carreta y carretones, como decía mi santa madre que en paz descanse, haciendo la vista gorda y no querer oír los cotilleos de las amigas…hasta que lo vi con mis propios ojos…Fue entonces cuando decidí dar un giro de noventa grados a mi vida divorciándome, y aunque mis padres no querían, por primera vez hice lo que el corazón me decía…pues…Hasta ahora siempre había aguantado por comodidad, por mis hijas, y por el qué dirán, guardando las apariencias dando a demostrar a la familia y a la vecindad que era la mujer más feliz del mundo entero, pero después que ellas se independizaron y se fueron a vivir con sus parejas, me dije a mí misma…No aguanto más, y empecé de cero…Tenía cincuenta y dos años…Era como si hubiera visto la luz por primera vez, y de lo remilgada que había sido siempre, me encuentro en éstos momentos trabajando en una residencia de ancianos de auxiliar de geriatría, donde los atiendo en todas sus necesidades, y es tanto lo que estoy recibiendo en cuanto a sentimientos al verlos tan indefensos, que cada día que amanezco le doy gracias a la vida de haber hecho de mí una persona valiente y decidida…pues…Siempre fui una cobarde, orgullosa engreída, mimada y mal criada…Un sábado por la mañana que me tocaba trabajar, estaba con una señora sentada en su sillita de ruedas en el jardín y lo conocí…No sé qué pasó por mi interior, pero el corazón me empezó a latir como cuando era esa jovencita alegre y feliz…pues…Algo brotó en mi pecho que hacía muchísimos años nadie me había hecho sentir…Y ahí empezó la gran aventura de mi amor contigo, que desde entonces no pasa un solo día sin que te espere…Era el marido de la señora que llevaba en la silla de ruedas…está imposibilitada, además tiene alzeimer. Viene todas las tardes a visitarla y se queda un rato sentado frente a ella sin articular palabra alguna…Ella tiene la cabeza echada a un lado, la mirada perdida sin saber quién es él…no lo reconoce…A veces me asomo tras los cristales y lo veo callado, en silencio y toda la amargura sobre sus hombros…Me da mucha pena, siento lástima de la expresión de sus ojos, el gesto triste, pero aparte de eso…Creo que me estoy enamorando de él poquito a poco y tengo la sensación de que el sentimiento es mutuo…pues…Con la mirada me lo dice todo…Todo el dolor y sufrimiento que alberga tras de sí…Y por eso lo besé…Desde entonces, por las noches cuando me acuesto no paro de pensar en él y tengo la sensación de que piensa en mí diciéndome…Estoy besando tu boca con la intensidad de mis sentimientos, fíjate cómo será la ansiedad de mis deseos, que hasta te veo esperar en silencio…Debe ser que estamos conectados con el sabor de aquél beso… pues... Siento sus susurros a lo lejos, y por eso cada día lo espero…Fue en ese momento cuando te vi caminar hacia mí y con la mirada me lo dijiste todo…

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