Te vi, ¡vaya que te vi! Lo mismo que tú a mí, que enseguida
te diste la vuelta para besarme la boca tras la puerta...Dos veces, dos veces
pasaste frente a mí para que no se me olvidara quererte...pues…Sabes que nunca
te olvidaré, ¿verdad? lo sabes muy bien y eso es lo que más rabia me da, que lo
sepas y vivas tu vida de libertinaje con la seguridad de que nunca te seré
infiel por la fuerza del querer, pero... ¿Sabes que te digo? ¿Qué, qué...?
¡Hala, ya le salió el temperamento hostil! Que una tiene carácter y
personalidad, y el día menos pensado se me van a cruzar los demonios y te vas a
enterar tú bien de lo que vale ésta mujer…aunque…Dicen las malas lenguas que la
piel tiene memoria, porque tengo el cuerpo llenito de las marcas de tus manos y
tus besos...debe ser que me tienes prendida en tus labios y por eso no te vas
de mi pensamiento…me revolví al momento… ¡Oye tú! ¿Quién yo? Si, si, tú... ¿Qué
haces aquí? Te dije que necesitaba mi espacio, que me ahogabas y que quería
saber cómo sería mi vida sin ti, ¿te enteras? Así que vete y déjame tranquila
de una vez por favor...Míralo, no se mueve, está quieto, no para de observarme,
es como si quisiera espiarme...Siento su mirada atravesarme los sentimientos y
arrancármelos a besos desde lejos...y por eso...Queriéndote olvidar como
quisiera, me perdí entre calles y callejuelas cuando te vi caminando hacia mí,
y sin darme cuenta le plante cara y le pregunté... ¿A qué has venido? Seguro y
poseído de sí mismo me dijo...A decirte que jamás podrás olvidarme...Tenía que
buscar la manera de acabar con todo y por eso me alejé...pues…Cada vez que
pienso en ti se me llena el cuerpo de deseo y se me rompen los sentidos como si
fueran chispas de fuego…Nuestra relación nunca llegaría a más, era un imposible...Y
estando en esas tesituras lo veo llegar deprisa hacia mí con los ojos
encendidos...No te vayas por favor, no te vayas...quédate...Dime por qué tengo
que seguir contigo...le pregunté...Porque te quiero...no me dejes...te
quiero...me dijo tartamudeando...Me acerque con los brazos en jarras y
alzándome la falda le grité furiosa...¡Tú lo que quieres es pasar por el
triángulo de las bermudas! Se le salieron los ojos de las órbitas...Me cogió
del brazo y me arrastró hasta un paredón y me susurró con sarcasmo...Ven
conmigo y te presentaré al señor pirulí pirulero...No sé cómo lo hacía pero me
reí hasta más no poder y juntos galopamos hasta el pirineo aragonés...Me odiaba
y lo odié, y no sé por qué siempre caía en su red...será porque...Llevo tantos
días sin pensar en ti que ya no sé si es amor verdadero lo que siento o
simplemente eres un capricho pasajero...pero...Cuando cierro los ojos y me
vienes al recuerdo...te juro por mi vida que se me desbocan los sentidos y me
dan ganas de salir a tu encuentro y decirte al oído...Te deseo como serpiente a
veneno...¡Oye tú! Ven rápido a mis brazos, necesito verte, saber de ti...me
siento triste, desganada...vacía...Mi cuerpo echa de menos tus caricias, esas
que tú y yo sabemos...esas que recorren cada tramo de mi piel con la ansiedad
de tus besos...mira que...Tengo el pecho llenito de gemidos que me oprimen el
cuello, quieren suspirar en tu garganta para ahogarse con tus besos...si no
vienes rápido me los robará el viento y otros labios se fundirán con
ellos...alerta amigo que la fuga del estraperlo está al acecho... Paró en seco
y abrió la puerta del coche...lo miré a los ojos y sin titubear me senté junto
a él...¿Dónde te llevo? preguntó...Al fin del mundo...le dije...Enmudeció, no
se esperaba una contestación tan contundente, por lo que se giró hacia mí...no
sé dónde es...Le rodee el cuello con mis brazos y le dije al oído...Ese lugar
está en tu boca y la mía cuando se pierden entre besos locos de pasión…y…Estoy
dándole vida y aliento a pasar toda una noche loca contigo…Dos almas
gemelas...dos almas errantes que se buscan y encuentran a la deriva de sus
emociones...dos almas fugitivas y caprichosas, esclavas de sus sentimientos y
deseos carnales...así somos tú y yo, dos almas perdidas entre emboscadas de
pasión viviendo en una burbuja de jabón…Fuiste una quimera entre los enredos de
mis sentimientos, y por eso me perdí por calles y callejuelas…quería alejarme
lo más posible de ti…Seguí caminando, recordando todos nuestros encuentros,
nuestros abrazos tan efusivos y apasionados…siempre llenos de risas…mi corazón
palpitaba de emoción… Me giré al mismo tiempo que él...apenas podía dar un paso
cuando se acercó, me cogió del brazo y me llevó hacia un callejón donde me
apoyé sobre la pared...me enlazó por la cintura con una mano y con la otra me
agarró la garganta como si quisiera apretarla...se quedó callado y sin decir
nada me miró a los ojos con la intensidad de la mirada...era una mirada tan
triste y profunda que me desnudaba el alma...y sin pensarlo me entregué a su
abrazo hasta que se ahogaron los suspiros...y los quebrantos...
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