Eres la pasión de mis aventuras, la ilusión de mis poemas, la
sangre de mis versos rotos, la alegría de mis letras frescas…Tú eres la razón
de mi existencia, y sin ti mi vida no valdría nada…Fíjate en lo que me has
convertido, en una entusiasta de las palabras sin límites ni fronteras,
aterciopeladas por los suspiros que me salen del alma… Esas palabras que
encadeno en argumentos para contar leyendas y cuentos de príncipes y princesas
eternamente enamoradas de caballeros andantes, y valientes guerreros que se
enfrentan a dragones que echan fuego…Fuego que emana de tu cuerpo cuando me
arrimo a tu lado y te beso con pasión y deseo…Deseo pasar una noche entera
contigo bajo la luz de la luna y amanecer arropada por tus brazos alrededor de
mi cintura… Y por eso me encuentro divagando en un cúmulos de sensaciones
desorbitadas como si estuviera hablando contigo en éste momento… ¡Oye tú!
¿Quién yo? Sí, sí, tú…Estás en mí corazón, en mis pensamientos, en mis andares…en
el aire que me envuelve y me enamora los sentidos en susurros tuyos, ¡vaya que
sí! Que me llegan de tu boca a mis oídos, y cuando me paro en cualquier lado te
presiento revoloteando con mis cabellos, con tal nitidez, que hasta te huelo en
el ambiente… Oigo tu respiración entrecortada…oigo tu llanto interior…y si me
esfuerzo un poco te puedo oír desde el corazón decirme así… Bésame amor mío,
bésame que no puedo seguir viviendo sin tus besos, que tengo la piel vacía de
ti…Y yo que te necesito hasta morir salgo corriendo hacia ti, buscándote por
todas partes, tropezándome con los viandantes, hasta cruzo la carretera sin
mirar a los coches que me pitan y casi me atropellan, sólo tú en mi hábitat, sólo
tú en mi existir como la sangre que corre por mis venas, que no quiero besos de
otro hombre que no sean los tuyos…y el corazón se me acelera, se me pone a mil,
y corro…Corro hacia ti con los ojos cerrados buscándote en mi cielo, allí donde
siempre te encuentro y siento las caricias del viento en mis mejillas como si
fueran los besos del alma mía… Esos besos ardientes que emanan de tus labios
eternamente joven y enamorado siendo ya maduro y jubilado… A veces vuelvo la
cabeza y te veo sonriendo, siempre con esa sonrisa asomando como diciendo…Te
querré mientras viva…Y sigo aligerando el paso pensando…Eres lo mejor que me ha
pasado en la vida aunque no esté contigo, aunque lleve días sin verte y pasen
semanas y meses…años…Siempre te llevo conmigo mi amor… pues…Están nuestros besos
revueltos por todo mi cuerpo, los tuyos empeñados en seguir ardiendo… Los llevo
grabado en mi pecho a fuego lento… permanecen escondidos en mis adentros con las
llaves de los secretos eternos, y cuando me queman demasiado los aireo al
viento con la letras de mis versos, y si tú quieres rescatarlos de nuevo, tendrás
que tantear el terreno con paciencia y mucho esmero…Despacito, sin prisas y
saboreando cada resquicio, vaya a ser que te tropieces con algunos de los míos
y te devoren a mordiscos limpio… Ya sabes que en esas pesquisas se me va la
cabeza y no soy dueña de mis actos…pues… Me pierdo entre remolinos de pasión y
me dejo llevar por la corriente del momento sin oponer resistencia alguna, pero
por si acaso, te iré allanando el camino y te diré que la mayoría de tus besos
se quedaron entre mis piernas y mi pecho, y los más atrevidos y valientes se
ocultaron bajo la seda de mi terciopelo negro… Averigua tú ahora si tienes que
volver a empezar de nuevo…o dejármelos para siempre en el recuerdo de mis
versos lentos…pues…Sabiendo que están todos tan revueltos, jamás habrá fuerza
humana que los arranque de mí… ¡Vuelan mis besos en amores secretos! ¡Vuelan
mis manos alzadas al fresco! Al momento siento las tuyas agarradas a las mías
como si pudieran detener el tiempo como en aquél cuento de pan y pimiento… Siempre
tú en mí… Me dicen sus dedos cruzados entre sí…No sé cómo pararlo, ni cómo
alejarlo de mí, sólo sé que…Adoro todo lo que te rodea, la esencia de tu voz y
la sonrisa de tus labios cuando me miras caminar por cualquier lado…Ese gesto
varonil y embaucador que te envuelve como diciendo… ¡Ganas me dan de morderte!
Y yo que lo escucho en mi pecho le contesto con la alegría de mi cuerpo…y… Te
vuelves loco de pasión…Y me sigues por los andurriales, me paro frente a ti, te
atrapo por el cuello…y te enveneno con mis besos lentos…
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