Me fui, me cansé de esperarte y me
largué por ahí…Ya no aguanto más, estoy harta, agotada todas mis fuerzas, ¿qué
te creías que iba a seguir el royo? No, para nada, que para royos ya estamos
listos...Me tenía los nervios a flor de piel, ya era hora que le diera un giro
a mi vida porque me la estaba robando poco a poco…No podía soportar más...Me
vestí de rojo, me puse los tacones y me pinté los labios de granate chillón. Me
lavé la cabeza para arrancarme las malas ideas que me estaban entrando entre
los pelos de mi cabellera, y luego me lo desbaraté removiéndome la melena para
un lado y para otro, como una loca incendiaria, que hasta chispas de fuego
salían desperdigadas por cada punta de mis cabellos. Toda yo era una mecha en
llamas, de esas que corren en las olimpiadas, y con la mano abierta me lo
enredé como una leona, pues como una fiera enjaulada me sentía aquella mañana.
Me fui a la calle a perderme por los barrios más sencillos y típicos del
pueblo, donde un enjambre de turistas, los recorrían de un lugar a otro. Quería
sentirme como una extrajera más…Corro, corro como una perra, loca perdida la
cabeza, los sentimientos airados, furiosa, diciéndole al mundo…¡Maldito seas,
maldito seas! Te cruzaste en mi camino como si fueras mi príncipe encantado
siendo un simple humanoide, cuando de repente un extraño apareció en mi
camino…y por eso…Solitaria perdida me siento, amor mío, cuando te
recuerdo…recuerdo aquellos momentos que nos dimos tantos besos…y pienso…Qué
misterio habrá en ese corto espacio de tiempo, que en menos de media hora
hablando contigo en aquella tasca del pueblo, se quedaron mis ojos comiéndote
la boca con la mirada y el cuerpo se me llenó de deseo…Era como si me invitara
desde tus pensamientos, como si en otra vida ya te hubiera conocido, fíjate qué
cosas más extrañas…y tú al ver mi gesto de mujer encantada, me sonreíste
sabiendo que te iba a besar como si estuviera enamorada…y lo estoy…¿para qué
vamos a engañarnos? Que me enamoré tan sólo verte…que me sedujiste con esa
manera de mirarme, y yo que estaba tan ansiosa, me lancé hacia tu boca como si
estuviera loca, y entregada…que todavía tengo grabados en mis labios tus
besos…cuando te veo entresueños…Y por eso me ha encandilado los
sentimientos…que cada vez que lo recuerdo se me llena el cuerpo de deseo por
tenerlo abrazado a mi pecho… pero…Hay una fuerza extraña que me empuja hacia
ti, al mismo tiempo que me arranca de aquí arrastrándome hacia él…Me quiere y
me olvida a la vez, que interrumpe las ganas de besos que tengo de ti…Es un
fantasma del pasado que no me deja vivir ni un rato sin tenerlo presente en
mí…Y yo que en estos momentos lo único que quiero es correr por las calles en
busca de tu querer…Sale a mi encuentro deprisa y corriendo para besarme la
boca, decirme te quiero y no me dejes nunca mujer…Y yo que lo amo, le miro los
ojos brillantes de fuego y deseo por mí…lo abrazo al momento rendida a su
cuerpo, desarmada y abatida…me olvido de ti…peleando y luchando como una
amazona, me arranca los besos del pecho…y desfallezco entregada y con furia
ante su fuerza y poder...Y tú que llamas de nuevo a mi puerta con ganas y deseo
de abrazarme otra vez…Salgo corriendo, corriendo, y el que me ve desde lejos
sale a mi encuentro...y me para los pies… No me dejes de ver, vuelve pronto a
mis brazos y déjate querer, que tengo las manos inquietas por perderse contigo
donde quieras que tú estés…Ya no sé qué hacer…Me pierdo en un laberinto de
pasiones ocultas, donde me invaden las emociones allende los mares. Lo mismo
que de niña, alzando mis brazos al cielo como gaviota volando sobre las olas de
mi amanecer…Vagando sin rumbo como un vagabundo en las teclas de mi cabellera…
Igual que una poeta de alta estima, me siento esclava de la prosa narrativa,
siendo prosaica mi poesía…pues… Me embarga la vida de rimas inconclusas y
deshechas en lágrimas secas, escribiendo versos con la pluma de mi tintero y
las canas al viento, dejándome llevar por los besos de su boca, su risa…y mis
sentimientos…Y ahora que me encuentro tan sola y llena de miedos, desplego toda
mi furia al cielo, clamando justicia para mi alma y mi cuerpo, retando al odio,
la ira y el rencor, que me dejen vivir en paz y sin remordimientos, y que sepa
el mundo entero que por tu amor me perdí entre los escombros de tu
ardid…Míralo, ya está ahí todo inquieto…¡Te odio! No sabes cuánto te odio…Sí,
sí, a ti…No te hagas el desentendido, que sabes muy bien que me dirijo a ti,
que me tienes toda la mente airada y llena de fuego…Malos pensamientos me están
envenenando el cuerpo por dentro…¡Me estás quitando la vida! Ya está bien tanto
cuento ¡por Dios! Maldito sea, olvídame de una vez…Mira que si no lo haces te
desearé lo peor que una mujer enamorada sienta en un momento de furia ciega…Que
te llenes de dolor, que te lleve el diablo y que sufras todas las noches de rabia
y celos por mí...No me provoques más a pecar, no me instigues a seguirte por
donde tú vas…o no…Que a veces me entretengo por los cañaverales de mi
infierno…No saques mi furor que ya sabes que mis palabras me salen del
corazón... No incites a éste demonio dormido y quieto que duerme plácido en mis
adentros, que aunque parezca tranquilo…me domina y me impera y echa todo su
veneno a tu alrededor…Que si me vuelves a perder corro enseguida a sus brazos
otra vez...Quisiera dejarlo de una vez…Se muere de pena y ya no sabría vivir
sin él…Lo quiero…Te quiero…Y yo que en estos momentos lo único que quiero es
correr por las calles en busca de tu querer…Sale a mi encuentro deprisa y
corriendo para besarme la boca, decirme te quiero y no me dejes nunca mujer…Y
me abraza y me dice al oído... Siento que se me rompe el alma... No me dejes de
querer por Dios, no me dejes de querer…que necesito tus besos en mis labios,
que sin ellos no puedo vivir, que me has envenenado la boca y es como un elixir
para mí…Y de nuevo corriendo a tus brazos me veo con la desesperación de mi
cuerpo…Que es mi amante de paja y estambre, con púas de alambre que ejerce en
mi carne alegría y placer…Me arrastra por senderos oscuros, verdes olivos y
hojitas de laurel…Con manos de fuego, me pierdo y me quemo en un laberinto de
risas y gemidos…Me besa la boca y acalla mis gritos con leves suspiros y
espasmos de sangre…tras los altos cañaverales...
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