No podía entender esa manera extraña
de actuar conmigo, por eso me colgué la mochila y me fui a caminar. Me dolía el
pecho de tanto llorar para mí, y las lágrimas tarde o temprano saldrían de alguna
manera…ya no las podía contener… Había pasado más de un año desde que mi pareja
me había dicho que me buscara otro hombre, como si fuera una nevera o un televisor
que se pudiera comprar, y ahí me di cuenta del porqué llevaba tanto tiempo sin
aparecer…Se había liado con una mujer veinte años más joven, y le remordía la conciencia,
por eso me dijo que me fuera con otro para poder estar con ella a sus anchas… Antes
no lo sabía, pero ahora sí…Era un hombre que se enamoraba de la imagen
perfecta, sin pensar en otra cosa más que en el exterior de la persona…Bueno,
ya no me importa demasiado, porque gracias a su abandono, conocí el verdadero
amor, ya lo ves, qué cosas más extrañas…Me sentía como si fuera un animal al
cual han vapuleado a palos y echado a la calle, abandonada a la merced del frío
y la lluvia…pues… Como un perrillo asustado me encontraba aquella mañana
andando entre las penumbras de mi alma… Estaba triste y sola, muy solita,
amargada y destrozada de dolor, rota todas las caricias que había recibido durante
años de sus cálidas manos…Sólo me calmaba llorar, tenía tantas ganas de llorar
que cualquier escena triste me arrancaba las lágrimas de cuajo. Otras veces la
rabia se apoderaba de mis pensamientos, haciéndome la misma pregunta. Mi vida
era toda una constante interrogación, igual que una carretera sin salida, continua
y sin intersección…Me sentía la mujer más desgraciada del mundo desde que de
golpe a porrazo dejé de verlo…Era como si se escondiera de mí o no me quisiera
ver y eso me dolía más, pues siempre había creído que era la mujer de su vida,
su princesita y aunque eso hoy en día está obsoleto, todavía creo en el amor…en
su amor…Es que soy muy romántica ¿sabes? Fíjate qué cosas me ocurren con lo
mayor que soy…no lo puedo remediar… Ya no me quedan lágrimas, ni llanto que
pueda desgarrar mi garganta…me has pisoteado el cuerpo como si fuera una brizna
del camino… me siento morir… Me has tratado como si no tuviera corazón, como si
fuera un animal, pero lo peor que me has podido decir es que me buscara otro
hombre, ¿qué pasa? Qué como tú estás con otra, quieres acallar tu conciencia y
me dices eso, ¿verdad? ¿Qué te crees, que soy igual que tú? No necesito otro
más que a ti, pero no te preocupes que ya no me haces falta…pues…me he dado
cuenta de la clase de persona que eres, un hombre sin escrúpulos, al fin y al
cabo, lo único que te guía es la vanidad, y sólo te interesa estar con
cualquier mujer que te ría la gracia…quizás tú puedas vivir así, pero yo
necesito sentir que me enamoren el alma…Piensas que no tengo sensibilidad, que el
amor se puede sustituir como si fuera un vestido o un pantalón, ¿verdad? Y te
has creído que puedo besar otra boca que no sea la tuya…amar a otro hombre…entregar
mi cuerpo a otras manos para que acaricien mi desnudez…pero…¿cómo me has podido
decir eso a mí? ¿Tanto te remuerde la conciencia de saber lo vil y canalla que
es tu trato conmigo? O en el fondo del todo te duele mi llanto, y para
conformarte mientras estás con ella, me dices que me vaya con otro hombre… Así
de repente, como la que tiene ganas de un pastel y va y se lo compra, ¿no? Ahora
ya sé cómo piensas y quién eres…Me has decepcionado, ¿te enteras? ¡Qué poco
aprecio le tienes a la vida! ¡La mía! ¡La nuestra! Y me di la vuelta con las lágrimas
bañando mi rostro… Y por eso me lié a escribir lo que me salía del alma… Cariño
mío, si supieras cuánto te echo de menos, cuanto me acuerdo de ti…apenas doy un
paso y ahí que te siento junto a mí, como si tuvieras vida…Eres como un ángel
de la guarda, siempre cuidándome y protegiéndome de todo mal… Ojalá me mires
bonito, sueñes conmigo y me quieras un poquito…pues…Eres la ilusión de mis
aventuras, los suspiros de mis besos y la alegría de mis días de furia…Eres mi
paraíso en las noches oscuras y el amante de mis pasiones ocultas…Eres el cielo
de mis versos y la locura de mi cuerpo… Esas eran mis estrofas sacadas de lo
más profundo de mi ser andando por la calle. De repente las palabras brotaban,
parecían mariposas que quisieran volar por ahí, y yo presurosa las anotaba en
mi cuadernillo de notas, y gracias a esas frases que me salían del alma, te
conocí mi amor…Te conocí en un momento triste para mí, parecía obra divina de
Dios, un pequeño milagro que me salvó de las garras de la tristeza y la
depresión… Llegó como ángel caído del cielo y me rescató de las llamas del
infierno…mi infierno…Es el amor de mis aventuras, mi ángel…Me enamoré de su
risa, su mirada y su sencillez...de los hoyitos de su cara, de su pelo negro y
del roce de su piel…Me enamoré de su boca, de sus ojos y de sus labios
carnosos…y por eso voy por la calle cantando y saltando de alegría, dándole
gracias a la vida por haberte puesto en mi camino, que sin buscarte siquiera,
apareciste en el momento justo de mis lágrimas fuera, cuando más necesitaba un
abrazo amigo, y con cuatro palabras de consuelo, me enamoraste el alma, y me
arrancaste las penas con tus besos de primavera…Diez años menos que yo tiene mi
amante, diez años muy trabajado…diez años buscando un amor y yo que soy diez
años mayor, le he regalado mis brazos apasionados, mis cálidas manos y la
ansiedad de mi entrega, y él que estaba tan necesitado, me ha acariciado el
cuerpo desde los pies a la cabeza con el sabor de su esencia...
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