Me mataste, me maté y morí en ti con el frenesí de la pasión...
Iba pensando dubitativa, cabizbaja y distraída, cuando de repente sentí unas
manos que me agarraban por atrás reclamando mi atención. Con voz airada y los ojos
en llamas, me gritó a la cara…Eso es lo que te ha matado, ¡tus malos pensamientos
hacia mí!…Apenas me dio tiempo a reaccionar, lo miré de frente y bajando la voz
me dijo…Y por eso no quiero seguir contigo…Sapos y culebras se quedaron
rezagados en mi pecho, no podía soportar tanta falsedad, me dieron ganas de
tirarme para él y estrujarlo con mis propias manos, pero me contuve, no sin
echarle en cara…¡Mentiroso, embustero! Tú no estás conmigo porque no me
quieres… Vete y no vuelvas más, déjame en paz de una vez…Y se fue tan campante,
altivo y arrogante, convencido de su lógica y vehemente aseveración…Seguí mi
camino cavilando, repasando cada palabra de la conversación telefónica que
habíamos mantenido dos días antes, pues últimamente discutíamos por cualquier
cosa…Una vez leí, no sé dónde, que la mayoría de las personas mantienen dos relaciones
amorosas a lo largo de sus vidas. Una en la cual se lleva bien y sin problemas,
y otra que es la auténtica y verdadera historia de amor, donde la pasión y la
química los tienen atados hasta la muerte, y por muchas veces que se peleen o
distancien, hay algo entre los dos que jamás podrán separarlos… Eso es lo que
me ocurre contigo, ¿te enteras? que llevo más de media vida queriéndote y odiándote,
y aún no sé cómo desligarme de ti… ¡Oye tú! ¿Quién yo? Sí, sí, tú…Quizás en éste
momento tengas razón, puede ser, reconozco que por primera vez estoy de acuerdo
contigo en que soy muy mal pensada, y que te pongo a parir de un burro, lo sé,
claro que no lo comparto, pues somos muy diferentes, tenemos distintas maneras de
sentir…Demasiadas leyes y normas en tu cabeza herméticamente cerrada con las
cadenas de tus fueros…Eres la clase de hombre callado y reservado, uno de esos
tipos que dicen por ahí, que son los que más intensamente aman y sienten…No,
para nada, no estoy de acuerdo con ese dicho tan popular, porque los
sentimientos no se pueden silenciar, ni esconder, ni tampoco ahuyentar. Los
sentires se rigen por sí mismos, sin orden ni control, sin leyes ni patrón, que
éstos nacen dentro del corazón, y por mucho que los guardes bajo siete llaves,
tarde o temprano salen explotando como una bomba sin reloj, expandiéndose atropelladamente
y desbaratados al aire en un estallido infinito de pasión… más o menos es lo
que te ha ocurrido hoy, que ha sido verme y seguirme como una fiera salvaje, con
ganas de herirme, de soltarme toda esa furia enconada que tenías dentro del
alma desde la última vez que hablamos, así que no me vengas con tonterías ni
historias de tres al cuarto, que una ya está muy mayor para tanta ambigüedad,
¡no me gustan las medias tintas, jolines! ¡Odio la mediocridad! Yo amo con los
cinco sentidos, a tope, inconscientemente, con la locura de las pasiones ocultas,
sin armonía ni autocontrol…tan sólo me dejo llevar a latidos de corazón, al ritmo
de los sentidos, ¡vaya que sí! Desgarrándome el alma, poniendo toda la carnaza
en el asador… pues…Te quiero sin tapujos, a lo salvaje, sin rédito ni
beneficios y eso tú ni siquiera lo has visto, tan sólo te has dejado llevar por
el pirineo aragonés…Sí, sí, no lo niegues y no me vengas con pamplinas, ¿te
enteras? que cada vez que me ves cerca te entran unas ansias de traspasar el
triángulo de las bermudas y luego te vas…y vuelves…y te vas…pero nunca te vas
del todo, porque me necesitas…y lo sabes, que siempre llegas dispuesto a
matar…y me has matado… Me cansé, me harté de esperar algo bueno de ti, nunca me
quisiste, sólo me usaste como pañuelo de celulosa para limpiarte los mocos que
te venían a la boca…Ahora te voy a decir todo lo que siento, porque yo no soy
orgullosa, ni me callo los sentimientos, como si el llorar gritando al cielo
fuera cosa de poca valía, ¡que no! Que cuando me hacen daño me quejo chillando como
una niña buscando a su madre, y cuando estoy contenta me manifiesto, a ver si
te crees que voy a ser como tú, que estás ahí aguantando impertérrito ante las
emociones, ya sean tristes o alegres, pero… ¿sabes una cosa? Estoy aquí, me
siento mucho mejor, creo que ya es hora de decirte adiós, ¡fíjate que cosas me
ocurren! Debe ser obra de ese ángel guardián que tenemos…A pesar de los
pesares, tendré que salir airosa de estas diatribas que me conmueven y me devoran,
porque…Ya no sé como quererte, ni que tú me quieras… He decidido que jamás
volveré a mirar atrás…Quiero encontrar el camino de mi libertad, allí donde me
crucé con ese hombre que me ha robado el corazón… Hay una fuerza poderosa que
me empuja a buscarlo, entre las aventuras perdidas que dan fuerza y vida a mis
fantasías…Y seguí caminando solita aireando mis penas…Tengo que encontrarte de
nuevo, mi amor…Echaré mis lágrimas fuera para gritarle al mundo entero… Eres el
amor de contrabando de mis pies descalzos sobre la arena y del asfalto
rodando... pues…Llegaste a mi vida en una día que venía de partida, sin límites
ni fronteras, tan sólo quería que me abrazaras y me besaras como si fuera lo
último que hicieras. Tus caricias se han hecho dueña de mi piel y de mis
caderas…Vuelve pronto, te necesito, ven vida mía, que ya no soporto tanta
agonía de no verte ni saber de ti… Tengo el corazón dolorido, está triste desde
que te has ido…Me prometiste volver lo antes posible, me dijiste que no me
preocupara de nada, que llegarías para llevarme contigo en tu moto, y aún sigo
esperándote…Corro, corro alzando mis alas al viento y salgo de mi cuerpo
renacida, renovada todas mis energías para seguir luchando a contra corriente…Una
nueva mujer surge dentro de mí, es valiente y segura… y alzo mis ojos al cielo
dándole gracias al Dios de mi credo gritándole…Hoy he renacido de mis
sentimientos… Te busco por todas partes mi amor y no te veo, pero te
espero…pues...algo en mi interior me dice que no cese en el intento…Sigue, no
te pares, no mires atrás y ya verás qué pronto me encontrarás…Tengo miedo de
esta fuerza que me arrastra hacia ninguna parte…temo encontrarte al final del
camino y corro hacia ti…hay una lucha que me incita a seguir buscándote entre
mi fantasía y la realidad, entre tu alma y mi corazón que me dice que aún no te
has ido del todo…y oigo una voz descarnada…Si tú supieras cuánto te echo de
menos te darías cuenta de lo que me duelen tus pensamientos...y desespero de
cómo te ansío encontrarte de nuevo en mi camino…si tú supieras las ganas que
tengo de tus besos vendrías a la velocidad del trueno y me llevarías hasta el
cielo…tu cielo…Y como Ave Fénix resurgí de las cenizas renaciendo de nuevo ante
los peligros del amor…
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