Oye, ven, acércate…que quiero decirte una cosa muy íntima en
el oído…quizás te resulte provocativa y te dé por pensar que me estoy
insinuando…pues sí…te estoy haciendo una proposición indecorosa…pero si no se
te apetece…no te preocupes…que seguro que habrá alguien por ahí que le gustaría
tatuarme una rosa en el ombligo…sin tener que parecer algo ni extraño ni
atrevido… No te vayas mi amor de mi recuerdo…no dejes que se enfríe la pasión
que siento por ti…no se nuble tu rostro, tus ojos sonriéndome cuando me ves, esa
expresión contagiosa de viva admiración por mis cabellos al viento…mi melena de
leona salvaje, donde se pierden tus manos revoltosas que me hacen estremecer…no
te alejes de mí…Dime que aún te arden los pensamientos cada vez que me traes a
tu recuerdo como tú a mí…toda una mañana para recrearme en tus labios
traicioneros, tus manos huidizas, infieles al trato del amor pasajero…no te
vayas de mi cielo aunque viva con tu imagen en éste infierno…pues…Fuiste un amante
pasajero que salió de los deseos literarios…mis sentimientos…mis anhelos…las
ganas de mi corazón abierto por probar otros besos…ven a mi lado que no quiero
verme imbuida en éste trayecto…mira que has estado dentro de mi cabeza todo
éste tiempo, oyendo tu llamada desde el fondo de tus adentros… Si tú supieras
cuanto te echo de menos, niño de mi vida, corazón ardiendo, suspiros de mi
entre sueños, si tú lo supieras amor mío, ¡ay si tú lo supieras…! Pero no…no lo
sabes porque nunca te enamoraste...tan sólo fui una más en la lista de tus
conquistas…porque si en algún momento hubieras sentido el más mínimo detalle de
eso que llaman amor…entonces sabrías como duele el corazón…Si tú supieras
cuanto me acuerdo de aquellos besos que nos dimos nada más vernos, con la
complicidad de nuestra sonrisa que nos unió en un segundo tu boca y la mía…Si
tú supieras cuantas veces me he preguntado el porqué te desee tanto sin saber
siquiera qué clase de hombre eras, ignorándolo todo de ti… si bueno o malo,
galante o aprovechado, que nada más decirme que venía a conocerme se me
desbocaron todas las hormonas del cuerpo como si fuera la única oportunidad de
probar unos besos que estaban escondidos en lo más recóndito de mis adentros…Si
tú supieras cuántas veces he rememorado cada instante de los minutos que tu
cuerpo y el mío estuvieron juntos, pegados, tus manos y las mías encontradas en
cada resquicio de la piel…mis manos a tu cara para acercarte a mi boca y
besarte con todas las ganas que tu mirada me incitaba a besarla…abrazado a mi
cintura, rodeando mi silueta, acariciando mis sentidos, deslizándola hacia
arriba y hacia abajo, justo en el canal de los infiernos…infierno es el que
vivo desde que me dijiste…Adiós nena…tan sólo quería pasar un rato contigo…No
pasa nada amigo, que te he utilizado para darle celos a uno que anda por ahí…Iba
cabizbaja, decaída pensando en las vueltas que da la vida, queriéndote olvidar,
pues eso de que estés tan metido en mis pensamientos, no lo puedo entender…apenas
te he llegado a conocer…Quizás sea ésta presunción femenina, creída como he
sido, con la seguridad del poder en mis manos, una mandona de cuidado, dando órdenes
a diestra y siniestra, jamás me habían dejado tirada, más bien he sido yo
siempre la que he llevado la voz cantante, haciendo y deshaciendo…con una
vanidad imperiosa, poseída de mí misma y segura de que todo lo hacía perfecto,
sin dar cabida a nada más que mi opinión como si fuera la más sabia del mundo,
enterada de los demonios, chula por naturaleza, y ahora me las veo y deseo por
retenerte a mi lado…No llego a comprender el porqué me ha ocurrido todo del
revés…Y por eso voy caminando pensando en ti, como si fuera algo inaudito e
increíble…¡Vete de mi cabeza ya de una vez por Dios! Déjame tranquila, no sé
qué es lo que haces interfiriendo en mis sentidos si ya no me quieres ni te
intereso nada de nada, ¿por qué no desapareces de mi universo? Al mismo tiempo
alzaba los ojos al cielo implorando…Si tú supieras cuántas lágrimas he
derramado sobre papel mojado, de tanto como he llorado sobre él, escribiendo
siempre para ti, para que regreses otra vez y me digas...jamás amaré a otra
mujer… Y estando en esas cábalas de repente el móvil empieza a sonar de una manera
escandalosa… ¡Hola nena! ¿Qué tal? Me quedé patidifusa, no sabía qué decir en
ese momento…miré por todas partes pensando que estaría cerca…me dijo que venía
conduciendo su ranchera…mi cabeza se lió a fantasear de una manera locuaz…Rápidamente
reaccioné preguntándole dónde se encontraba…date la vuelta y me verás…no lo dudé
un instante…Ahí estaba él, de pié, delante de su ranchera con la puerta abierta…Me
miró con una sonrisa de oreja a oreja, y yo que soy mujer de sonrisa fácil no
pude evitarlo…Éramos cómplices de una sonrisa
ensoñadora, mágica, llena de imágenes atrevidas y sugerentes…como
diciendo…Prepárate que te va a caer la del pulpo…y yo que lo escuché en los
suspiros de su mirada de niño al que han pillado in fraganti, le contesté muy
modosita…Si tú eres el pulpo, yo seré tu rana…Nos besamos muy civilizadamente y
antes de darme cuenta estaba sentada a su derecha y nada más arrancar, sentí su
zarpa en mitad de mi muslo, entre la ingle y la rodilla, haciéndome unas
cosquillitas que ni corta ni perezosa, me giré y de un salto me senté a
horcajadas sobre él, y se armó tal jaleo, que al final tuvo que desviarse a un
lado, dando a parar a un paraje donde no hubo ni un resquicio de piel, donde no
pasaran una sola caricia de manos, besos y mordidas…Fue una lucha de abrazos compartidos,
con ganas y con gritos, una batalla campal, un ataque de pasión, una subida de
ardor, y una alegría para el cuerpo que mejor me callo… pues…Lo que daría por
conocerte…imagínate cómo sería de bueno… y ya si me guiñas, me sonríes y me
pones cara de mordida en el cuello… madre mía la que te caería…pues… te
arrastraría hasta el fondo de la habitación y me daría un buen atracón, que no
iba a dejar ni un trocito de tu cuerpo sin las huellas de mis besos…pero… como
todo esto son imaginaciones mías…hazme el favor de seguir tu camino… que no
estoy para guiños…sino para pasar toda una noche…contigo…
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