Caen y caen, es el otoño que emulando
viento, arrasa con un leve aire bamboleante, que sopla y resopla suavemente a
la hoja esa, que en un último esfuerzo se agarra a la rama, casi pendiente de
un hilo, apenas puede sostenerla de lo reseca que está, es tan ilusa, que se
deja mecer por la brisa sin darse cuenta que lo que quiere el otoño, es hacerse
notar, que sepan todos los árboles que ya ha llegado. Es tan presuntuoso, que
al cubrir la tierra de hojarasca, demuestra su buen hacer, cumpliendo con las
leyes de la naturaleza, bordando el suelo con una tupida alfombra de hojas
secas...El árbol lo mira por encima del hombro que mostrando su poderío, le
insinúa…Conmigo no has podido, amigo…Y las ramas casi desnudas sonríen mientras
los dientes le castañean de frío, y vergonzosas se cubren con algunas hojas que
aún siguen bailando con el aire el vals de la muerte…Así me sentía yo aquél día
cuando desapareciste antes del alba...Me llamaba…me buscaba y me escribía
mensajes de amor…y yo ilusa…me lo creí…Me dijo que le gustaba, que pensaba en
mí de noche y de día y que cuando cerraba los ojos se imaginaba que lo
besaba…pues…tenía un secreto escondido en su pecho…era un sueño, una
ilusión…¡dímelo! Insistí…no que te vas a reír…por favor, que si está en mi
mano, quizás te pueda ayudar…Quisiera sentir en mi boca cómo besa una mujer con
ganas y con sed…que todavía nadie me ha besado poniendo pasión en mis labios y
sé que tarde o temprano moriré sin haberlo jamás saboreado…y por eso una tarde
de invierno lo invité a café y…lo besé, lo besé…hasta que me harté…y…antes de
acabar la noche se esfumó por la ventana como un ladrón…Me senté en el filo de
la cama con la mirada perdida…todo se había acabado para mí…soy tan inocente…es
que me daba lástima…pobrecillo…tenía una cara de pena…y yo tengo tantos
besos…¡qué cosas me pasan…! Me levanté y me fui a caminar…llorando sola…pues
como esa hoja bamboleante me siento…aferrada a ti mi amor…ven a mi lado de
nuevo, que necesito decirte cuanto te quiero…necesito contarte mis penas…un
hombro donde poder derramar mis lágrimas…mis pesares…tengo los sentimientos
hechos trizas desde que me dejaste tirada en la autopista…ven rápido como el
viento, que el otoño está llegando a mi cuerpo…y hay uno que quiere rescatarme
del crudo invierno...meciéndome entre sus brazos ardiendo...Te he buscado en
las sombras de mis sentimientos y te he visto llorando...sé que estás
arrepentido y quisieras arreglarlo, hablar conmigo, pedirme disculpas…pues lo
siento...haberlo pensado antes, que bien que te gustaron los besos regalados en
el aire, para después gritarme al oído que lo que querías era robarme las
caricias de mi cuerpo...escondidos y bajo llave...pero así y todo estoy
dispuesta a perdonarte...y... ¿quién sabe? la vida da tantas vueltas que quizás
llegue un día volver a besarte y amarte...en cualquier parte...pero…Hay un
caballero por ahí que no tiene ni caballo ni sombrero, pero tiene un casco
motorelo, que cuando se lo quitó, un rizo pegado a su frente me absorbió por
completo…y cuando se quitó las gafas negras me quedé media muerta, que en menos
de un minuto me aspiró desde los pies a la cabeza…y es que tiene un no sé qué
que me está arrancando tu querer…tiene el pelo cano y mece mis sentidos con sus
halagos y sus suspiros, que cada vez que se acerca un poquito…le huelo hasta
los deseos de pasar una noche entera conmigo…y yo que estoy ansiosa perdida le
he dicho…no te cortes ni un pelo amigo…haz conmigo lo que quieras…y se ha
lanzado a bocajarro, acertando a la primera... Tiene las manos llenitas de
paciencia, rebosantes de amor, y el corazón entregado con furia y pasión, pero
hay un halo de tristeza a su alrededor que me embarga de ternura y
emoción…pues…desde el primer momento que lo sentí…se borraron todos tus besos y
ahora es el dueño de mi boca y de mi cuerpo…Son los tientos del querer que se
posan donde quieren ellos, sin avisar y con atropello, ¡vaya que sí! que…como
una serpiente sibilante lo siento alrededor de mi cuerpo cuando me deslizo por
el pavimento…Tiene tanto que entregar...le cortaron las alas antes de canear
las sienes y se ha enamorado de mi esencia, y yo que estoy a falta de ella, me
ha llenado el alma de alegría y el cuerpo de su presencia…Lo veo en todas
partes, me persigue a cada paso que doy en el camino, y me entra un no sé qué,
que no lo puedo entender…Me está contagiando con su cariño y con su forma de
ser…hasta lo presiento en el aire y allá por donde pasan sus ruedas, el destino
nos traen y nos llevan como viento a melena…Se está intercalando en todos mis
sueños pintando imágenes de colores vivos y fuertes…azul cielo, verdes hierbas
y carmines de pasión…carmín en sus labios robados de mi boca besando la suya,
ese es el que más me gusta, por lo brava y ansiosa que le lleno la cara toda,
el cuello y lo que rebosa… que es lo que más siento cuando me abraza pegadita a
su cuerpo, como hojita a su clavel…Me ha devuelto la ilusión de vivir…esas
ilusiones perdidas y encontradas en el borde de la carretera…No te vayas, no
desaparezcas, ven corriendo que necesito apagar éste fuego con los susurros de
tus deseos…Eres tú, lo sé…eres el que guía las poesías secretas de mi cuerpo,
escribiendo versos con las letras de mi silencio…lo sé porque me arden en el
pecho con el recuerdo de tus besos… Detente, no me cortes el camino que
necesito estar un ratito contigo…amarte en la oscuridad de la noche y luego
sigues a tu destino…mira que soy cariñosa…mujer apasionada…y con ganas…ganas de
cometer mil locuras con tu cuerpo, tu boca y tu sonrisa…esa risa loca que
imagino en tus manos juguetonas cuando me aferro a tu cuello tras las cortinas
de acero…Son los tientos del querer que se posan donde quieren ellos, sin
avisar y con atropello…
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