Y de nuevo en mis pensamientos como
un espía, vigilando cada paso que doy…y yo sabiéndote cerca de mí, camino
moviendo las caderas en un bamboleo sinuoso y sutil, arrastrándote tras los
cañaverales, donde una noche fresca de abril nos dejamos llevar por la aventura
loca del sentir...y...Caí, ¡vaya que caí! que como una quinceañera caí rendida
a tus pies...pero que no me importa, ni me arrepiento de nada, ¿te enteras? Que
me gustó y me encantó todo lo que hicimos, ¿sabes? que me volví loca de
pasión...que te dije te quiero con toda mi boca...pues sí...que todavía me
acuerdo de ti y se me llena el cuerpo de fuego...pues también...y de malos
pensamientos...pues...mejor me los callo y me los reservo...vaya a ser que
vengas corriendo...y...salgamos ardiendo...Sé que andas buscándome en el
recuerdo de nuestro último encuentro, lo sé, me lo dicen los susurros de las
sábanas cuando me acuesto, y en mitad de la noche me destapas...y me cubres el
cuerpo con tus besos…¡Ay Señor, Señor…! Cada vez que me acuerdo de todo lo que
hablamos aquél día, me entra una desesperación por dentro y una rabia, que de
buena ganas me tiraba para él y lo estrellaría contra la pared…y es que ya no
sé qué hacer para llamar su atención…Oye tú, una vez me dijiste que me querías,
que no te importaba el pasado de mi vida...que conmigo empezaría de
nuevo...pero que no te engañara nunca...de acuerdo...te dije y...aparte de eso
añadí al momento...tengo mis brazos para quererte, mis manos para decirte
cuanto te amo, mi boca para envolverte entre remolinos de pasión...y mi alma
para atrapar tu corazón...¿y tu cuerpo?...¿Qué harás con tu cuerpo? Con mi
cuerpo te diré de qué manera y cómo te quiero yo...y todavía estoy esperando tu
contestación...Y es que éstos hombres que se las dan de muy machotes, salvajes
y aventureros, en el momento que se topan con una auténtica mujer, se evaporan
entre tinieblas…la verdad no hay quien los entiendan, unos porque dicen que la
mayoría de las mujeres fingen los momentos de pasión, otros se quejan de que no
ponen entusiasmo, el caso es que cuando una se involucra poniendo toda la
carnaza en el asador se sienten amenazados, pues lo primero que piensan es
que…ésta tía…tela, tela…El caso es que se asustan cuando ven a la fiera salvaje
hecha una energúmena, arrasando con todo lo que pilla a su alcance, y los
pobres salen pitando…y si te he visto no me acuerdo…Y por eso estoy como estoy,
echa una amapola a pleno sol…alicaída…expuesta a que venga cualquier desalmado
y me arranque de raíz todo lo que estoy suspirando por ti, pero que…Si yo
supiera que tú me recuerdas tanto como yo me acuerdo de ti, yo te juro por mi
vida que lo dejaría todo por estar junto a ti...Si yo supiera que tú me piensas
cada momento del día como yo pienso en ti, yo te juro por mi vida que saldría
corriendo para estar junto a ti...pero como ignoro si te acuerdas o me piensas,
y ni siquiera si tienes algún interés por venirme a ver, mejor será que te
olvide y me aleje de ti...aunque sé de por vida que jamás dejaré de pensar en
ti... Estás aquí, siempre en mí...no sé qué hacer para arrancarte de aquí...no
sé...quizás es que tú no te quieres ir de mí...no puedo olvidarte mi amor, no
puedo...te llevo clavado en el alma y el corazón, y tengo ganas de llorar...no
entiendo ésta jugarreta del destino...pues por la noche entre preámbulos te
oigo decir...Abrázame el cuerpo con tu boca loca...Bésame los labios con tus
manos, y muy despacito me gritas en silencio...loca...estás loca...eres mi
loca…Búscame entre líneas...búscame que todavía estoy esperando que me digas algo,
que no tengo orgullo, pero si dignidad...y por dignidad te perdí aquella
fatídica noche que por celos te mentí...no podía soportar que estuvieras
acompañado, no pude...que por rabia y coraje me dejé hacer en los brazos de
otro querer, ¡vaya que sí! Hasta que me harté...que lo sabes muy bien...pero
que no me arrepiento de nada…¿Te enteras? Que bastante mal lo pasé dejándome
amar pensando en lo mismito que tú estabas haciendo en los brazos de otra
mujer...así que no me vengas con historias y cuentos, que para eso ya estamos
de vueltas...lo único que pasa, es que tú me querías para un momento y yo me
enamoré de tus besos...los que te di en medio de la calle y de los que tú te
aprovechaste...al instante...y luego me dijiste…Prendido de tus
besos...Prendido me tienes tesoro...y yo que estaba besando tu boca con agonía
y arrojo, me quedé presa de tu vida desde aquél mismo día que me dijiste...yo
hoy te como...y desde entonces no puedo olvidarme de tus prisas, ni de tus...te
como...que me han revolucionado mis adentros volviéndome la cabeza del revés,
pues ese beso que tú me diste estaba lleno de deseo, pasiones escondidas...las
que me suplicaron vente conmigo vida mía...que sin tus besos ya no hay quien
viva...Estaban tus besos muertos de hambre, llenos de tristezas,
soledades...amores prohibidos...los mismo que siento cuando sueño
contigo...porque yo…Te quiero de una manera rompedora, como para estar todo el
tiempo entre remolinos de besos, y turbulentas frases de pasión…¡Ay Señor, qué
desgraciada me siento! A quién se le ocurre enamorarse de un tipo que apenas
conozco…a mí, a nadie más que a mí…jamás maduraré ni seré una mujer adulta,
porque esto sólo le ocurre a las jovencitas o como mucho en las películas de
amor…No paro de pensar en él, no lo puedo olvidar ni un minuto, pero…¿qué pasa
conmigo? ¿Estaré desvariando? Quizás se me haya ido la cabeza y no me dé
cuenta, porque esto ya se está pasando de castaño a oscuro, como solía decir mi
madre cuando se enfadaba…Otras veces creo conocerte tan bien, que es como si
hubiéramos estado toda una vida juntos, ya ves mi amor, será porque no paro de
recordar las primeras frases que me dijiste, ¿sabes? Y es que fueron tan
profundas e intensas que me hicieron reflexionar, pues nunca antes nadie me
había hablado de esa manera, como sintiendo todo mi pesar, como si
verdaderamente te doliera lo que estaba sufriendo en aquellos momentos de mi
vida, y en un arrebato de debilidad me vacié por dentro, dejando caer por ahí
cuánto estaba padeciendo, echando mis lágrimas en un llanto de dolor, y tú te
compadeciste de mí, haciéndome ver lo poquito que me estaba dando a valer…más o
menos es lo que interpreté por tu modo de dirigirte a mí…y por eso, nada más
que por eso, me enamoré de ti de tal manera que es como si te conociera de toda
la vida…y...A veces se me va la voz de la garganta y salen las dudas que me
atrapan el alma…no soy yo, es una mujer que se ha instalado en mi interior pues
no me puedo creer que me haya enamorado de usted…no lo conozco, no sé quién
eres, si buena persona o un mal bicho…quizás un desalmado…uno de esos tipos que
andan sueltos por ahí y lo único que hacen en la vida es fastidiar a las
señoras decentes…como yo…pues antes de conocerlo era una mujer honesta y muy
recatada, no me pasaba en nada, incluso cuando tenía un mal pensamiento me
persignaba como siete veces seguidas…y ahora se me viene a la cabeza unas cosas
tan pecaminosas, porque para mí que es pecado quererlo a usted de esta manera
tan descarada…y con ganas de romperle los besos con la fuerza de mis…bueno…no
quiero repetir las frases que me vienen a la mente, porque se me avergüenzan
hasta los suspiros que sin querer salen ahumados de mi cuerpo de tanto como te
deseo… y ando sola por ahí, mirando la silueta de los hombres, observando su
pelo largo, sus modales, sus ojos…su mirada…hace tanto tiempo que no te veo
,que temo que ya se me está emborronando tu rostro, apenas eres una imagen
idolatrada por mi mente enamorada…Y desde entonces te siento en mis sueños,
estás viviendo dentro de mi cuerpo como si fueras el dueño de mis pensamientos,
me llevas y me traes donde quieren tus más bajos instintos, haciendo de mí una
descarada e indecente mujer, que pierde las formas nada más verte en medio la
carretera, y sin importarme el mundo que me rodea salgo corriendo y de un salto
te como la boca loca…y lo que sea tras las rocas…y por eso...Te busco entre la
gente llana del pueblo, ya ves mi amor...te conozco tan bien que a veces creo
verte en cualquier caminante solitario... aligero el paso para
cerciorarme...no, no eres tú y sigo adelante... puede ser que estés acompañado
de tus dos perros, esos que una vez me mostraste cuando tú y yo estábamos en tu
casa amándonos...besándonos...enamorados...diciéndome cuánto me querías...y yo
me lo creí...y ahora me siento sola, pues no sé todavía el por qué me dejaste
de querer...quizás pensaste que no era mujer para ti...Ni siquiera te
molestaste en averiguar si yo me podría adaptar a esa forma de vivir...o es que
nunca estuviste enamorado de mí...ni me quisiste una vez... pero…¿Qué fuerza
misteriosa será la que hace que no te pueda olvidar? Desde que me acuesto hasta
que me levanto siento tus besos aquí, latiéndome en el pecho, como si tuvieran
ganas de mí y quisieran tocar mis labios de nuevo, y yo que tanto los deseo no
paro de buscarlos en cada resquicio de aquél encuentro, que nada más poner un
pie en el suelo, siento un leve cosquilleo alrededor del cuerpo, se enrosca en
mi cuello, y antes de llegar a mi boca se esconde entre las matas de mis
cabellos al viento…
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