Te fuiste de estampida mientras yo renacía de mis cenizas,
fíjate, qué cosas me ocurren, que desde que te vi aquél día empecé a darme
cuenta de cómo era mi vida, pues ya eran demasiadas coincidencias, muchas
casualidades… Son esos duendecillos traviesos que me indican el camino a seguir
con sus señales… las que hacía caso omiso por temor a perderte cuando realmente,
jamás fuiste mío del todo… De nuevo caminando con mi cuaderno de notas voy
atrapando historias de pasiones desboscadas, las mismas que les podrían ocurrir
a cualquier persona del mundo…o…quizás a mí…Llevaba tanto tiempo envuelta en
una maraña de mentiras que no sabía cómo salir de la red, hasta que de repente
ocurrió un milagro…El milagro de conocerlo a través de internet…y empecé a
chatear con él…Estuve viviendo con un hombre más de quince años entre te quiero
y te odio, ahora te dejo y luego por ti muero…ya se sabe, esa clase de tipos
que tienen doble personalidad o vaya usted a saber, el caso es que son como
vampiros que se enganchan a una al cuello, le clavan el diente y ya no las dejan
vivir un momento en paz, feliz y contenta…Esos tipos que un día te comen la
oreja, el pecho y todo lo que su boca alcance, y al otro día te da una patada
en el culo y se quedan tan frescos, hasta que de repente le entran unas
renovadas ansias de chupar sangre, y otra vez a la carga…Y una que está
enamorada como una colegiala, cegata perdida y deseosa de él, encima le da lástima
de verle los ojos llenos de lágrimas, lo besa y lo abraza como si fuera el hijo
perdido en las Bahamas o lo que sea…Y ocurrió lo inesperado… que apareció él…Era
un señor más o menos de mi edad, separado, vivía solo y estaba tan necesitado
de amor, que fue a caer entre mis contactos como si estuviera esperándolo toda
la vida…y no es que sea el hombre de mis sueños, para nada se le parece, pero
tiene un no sé qué, que me gusta a rabiar…y por eso… Poco a poco se fue
apagando la sed que tenía contigo porque me estabas anulando, te estabas
haciendo dueño de mis sentimientos, mis emociones, mi alma…mis raíces…Me estaba
robando la personalidad, el carácter me lo estaba cambiando, agregándome todos
sus demonios, haciendo de mí una mujer fatal…Me estaba consumiendo con sus
exigencias, pues cada día quería más y más… ¿para qué? Para el siguiente, dejarme
tendida en las redes de sus engaños y mentiras…Se estaba haciendo con todas mis
energías positivas hasta que lo conocí en la red de internet…Y por eso una
mañana muy tempranito desperté…Por la noche cuando me acuesto miro al cielo del
techo de mi habitación y me pierdo entre los raudales de su voz… A veces me
dejo soñar, y sueño bonito, pero casi siempre sueño contigo, ¿sabes? Sueño que
tú y yo nos queremos en un mundo infinito de amor, y cuando te arrimas a mi
boca me despierto con sed…me despierto sola y con mis sueños…entonces abrazo a
mi almohada, cierro los ojos y le cuento…te llevo grabado en mi pecho, y no sé
por qué, pues apenas te conozco y creo que me equivoqué cuando guiada por una
fuerza misteriosa… cerrando mis ojos te besé…quizás me hipnotizaras con la
mirada…o…puede ser que me dejé querer, porque tú desde el fondo de tu alma me
dijiste…bésame, por Dios bésame, que necesito probar esa boca que me está
pidiendo…bésame…y yo deseosa de amor como estaba…tus labios besé con todas las
fuerzas de mi ser… Y desde entonces no los puedo olvidar…pues como un sueño traicionero
al otro día desperté sin su bésame, bésame usted…Desapareciste de mi vida como
por encanto y ya no sé si todo fue un sueño o te imaginé, pero desde entonces
no pasa un solo día que no te encuentre en el camino del ayer…y por eso te
busco en mi presente pues en el futuro vaya usted a saber donde estaré…pero…
mientras tanto te paseas por mi mente como si quisieras decirme algo… o
simplemente es que te gusta recorrer mi cuerpo con la esencia de tu ser…son tus
besos los que me atrapan y me envuelven en las letras de mi a, b, c…y yo ya no
sé ni qué hacer…si fueron reales o quizás los imaginé…No paro de pensar en él
desde aquél día y digo yo que por algo debe ser, pues no puedo comprender que
lo tenga tan grabado en mi piel… Y es que me han dicho por ahí que la piel
tiene memoria y no me deja de acariciar a todas horas…Me gustaron sus manos
recorriéndome el cuerpo, sus dedos infieles enredándose con mis bienes y su
boca loca auscultando mis dientes, sus caricias embargándome entera toda la noche,
y al otro día me viene al pensamiento su recuerdo… Y es por eso que se me ha
ocurrido pensar que si lo consigo atrapar en mis sueños con fuerza y deseo, podría
hablar con sus ojos, sonreírle al rostro, y recorrer con mis manos su torso, para
que se le quedaran grabadas en su piel todas las caricias de mi ser, y lo hiciera
volver… y estando en éstos pensamientos, sonó el teléfono…Era su voz,
justamente su voz que desde lejos me escuchó…Oye…Tesoro…No puedo quitarte de mi
cabeza…Si quieres cojo mi moto y voy a por ti, y nos damos una vuelta…Mi
corazón empezó a latir de prisa y salí corriendo por todas las calles de nadie,
esas que están protegidas por las fábulas de mi vida…mis fantasías... y por el
rastro de sus pies se leía…bésame, bésame usted otra vez… Se presentó solo ante
mí y me dio dos sonoros besos en la cara que hasta se rieron mis ojos, y luego
me invitó a café y mientras tomaba su tacita me miraba y sin decir nada, le oía
susurrar a su corazón que decía…bésame, bésame usted…y yo ni corta ni perezosa
a su boca me arrimé…y cerrando los ojos…lo besé…una y otra vez…primero le rocé
los labios con un piquito y me retiré, y antes de darme cuenta lo tenía justo
de frente y de pié… me atrajo a su pecho con sus brazos hambrientos de
sentimientos libres y sinceros…lo noté en la intensidad de su mirada triste y
enamorada de ese momento mágico que nos atrapaba…no le dije nada para que no me
soltara, tan feliz como me sentía después de haber derramado tantas lágrimas,
las que tú me has ocasionado con las mentiras de tu alma…Lo besé de nuevo con
la locura desgarrada y me miró la cara sonriéndome, y sin decirme nada me habló
de aventuras arriesgadas de sentirme en su cuerpo hermoso y sediento… Sus manos
escurridizas se interpusieron entre la tela de la blusa y mi piel, deslizándose
suavemente desde la espalda hasta la curva de mis caderas, cruzándome la
cintura, y sus latidos en mi pecho se enredaron con el deseo de mis
palpitaciones al momento, y antes de darme cuenta, mis piernas lo sedujeron a
un rincón apartado, donde se estremecen los requiebros de los amantes…tan sólo el
eco de mis suspiros escaparon por las grietas de mi cuerpo, y antes de
anochecer, nuestros labios se intercambiaron en mil besos de pasión…y lo besé
una vez y otra vez…
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