Me fui sabiendo de tus lágrimas, de
tus sentimientos tristes, tus mentiras...y por eso jamás te atreverás a mirarme
a la cara, para que no pueda ver la falsedad entre las pestañas de tu
mirada…Esa mirada escurridiza, de medio lado y por encima del hombro, como si
fuera yo la que te ha clavado un puñal por las espaldas…No, para nada, que
antes de lanzarte a las llamas del infierno, te lo digo…y hasta luego
amigo…porque tú te codeas con los demonios que tienes dentro, ¿verdad? Te estás
quemando en tu propio infierno recordando aquél día cuando me acariciabas las
caderas…y cuando te acuestas te arden las manos, las piernas…y el alma
entera…Ya no volverás a tenerme tan cerca, ni podrás abrazarme como antes, no,
ya no te dejaré…Haré todo lo posible para que te quedes con las ganas…Esas
ansias irresistibles que te entran cuando te cruzas conmigo, que nada más verme
me atrapas y me besas como si tuvieras miedo a perderme, agarrándome fuerte,
fuerte…como si estuvieras muerto de hambre, que hasta me aspiras los andares
como un lobo sediento…y me echas el aliento que emanas para envolverme el
cuerpo con tu fuego…Y me volvía hacia ti arrasada en las llamas de tu
frenesí…Pero ya no, ahora bajarás la cabeza…Te dará vergüenza, lo sé, te sentirás
gusano y tendrás que esconderte bajo tierra, para no sentirte acorralado por
tus propias pasiones, esclavizado como estás a esa insaciable ansias de navegar
allende los mares…Sé que estás llorando con lágrimas secas, para que no delaten
la amargura que estás viviendo ante la ausencia de mis besos…Lo percibo en el
ambiente, ¡vaya que sí! Que lo capto en el aire que me susurran los recuerdos,
latiendo en el centro de mi pecho, que me trasportan hasta tus pensamientos
como si me dijeran…Lo siento, perdóname, no quise hacerte daño…Te duele hasta
lo inimaginable palpitando al cien por cien, como si de un momento a otro
quisieras explotar gritando mi nombre hasta la saciedad…Lo sé, me lo dicen los
sentimientos que recorren los pesares de mi cuerpo, porque siempre nos hemos
comunicado con los suspiros que nacen y brotan cuando el amor es
grande…inmenso…como el nuestro…el de antes…Ya no, ya los echo de la sangre que
recorren mis venas como si fueran los ríos de la tierra…apenas llevan
caudal…están secos…pues ya no te quiero…pero...Hay un aliento que se pasea
desde tu mente hasta la mía, y sé que estás arrepentido, lo sé, me lo susurran
los aires míos, te huelo y te pienso con la mente de los desastres…porque yo
misma soy un desastre de mujer, fíjate en lo que me has convertido con tu
desfachatez, en una persona infiel…Leal, pero infiel, pues eso de estar contigo
y pensando en él debe ser una enorme infidelidad…Te arrancaron de cuajo de mi
cuerpo...Desde que sus labios y los míos se rozaron, te fuiste alejando de mi
mente y mi corazón…Sé que eso lo has percibido, y aunque quise darme la
oportunidad de volverte a besar, ya nada fue igual, nada…Tú tienes la culpa de
todo, tú por haberme hecho dudar tanto. Quizás no seas el culpable y sólo sean
imaginaciones mías, pero son sensaciones que capto al momento como instantáneas
de fotografías, y se me ha ocurrido pensar que por algo será…Ya no sé ni lo que
quiero y cuando me viene al pensamiento su recuerdo, me pierdo entre las
caricias de su piel y sólo quisiera estar de nuevo con él…Necesito besarlo de
nuevo, abrazar su cuerpo y decirle al oído cuánto lo echo de menos…Y por eso
estoy de nuevo deambulando entre las espinas de mi cuerpo, pero al mismo tiempo
tranquila, contenta y feliz, ¡fíjate qué cosas más extrañas me ocurren! Era
como una rosa plantada en la tierra de mis fábulas, pero tú no eres el
jardinero…Me has arrancado de cuajo todos los sentimientos que tenía hacia ti,
te había idealizado, ¡fíjate, qué ilusa! como si fuera una jovencita…y así me
siento aún por dentro, y lo sabes, que nunca maduraré, bueno…y…¿para qué? Pues
como decía mi madre…Todo se andará si el palillo no se rompe…Y tú lo has roto
con tanto doblarlo, lo sabes...Estás seguro de que me has perdido por querer
más de lo que tenías, porque eres hombre de estar con la primera que te
atraiga…Yo no, yo me precio demasiado, soy mujer de amores románticos, no de
aquí te pillo y aquí te mato, no, para nada, que la vida es el regalo más bello
que me hicieron mis padres, y para mí, ellos son sagrados, y necesito que me
acaricien el alma y tú la has arañado…y por eso lamentas tus trampas, las que
querías ponerme a conciencia, pero caíste en tus propias redes…De repente
siento que me quité todos mis miedos, y aunque no sepa muy bien lo que quiero,
sé lo que no quiero, y lo que no quiero es verte ni siquiera un momento, y tan
sólo el pensar que tenga que volver a tus brazos otra vez, me hace sentir mal…
antes no…Antes estaba deseando de abrazarte y besarte… pero ahora no… Ahora
hasta te temo, porque haces que me sienta insegura y fatal…Ya no es eso de
alegría, no…Ahora sólo deseo seguir el camino tras las vías de mis sentidos,
pero sin ti…porque…Ahora es él, el que me ha robado el pensamiento con un solo
beso…Era como si tuviera imán…imán para mi cuerpo, imán para atraerlo a mis
brazos de nuevo, y que no se pueda alejar jamás…Fue un beso calentito…lento y
despacito, pero fue con ganas y sentido con el alma y el corazón…lo llevo
guardado en mi pecho…en mis recuerdos y nunca lo olvido…está viviendo en mí
como si no se quisiera ir…debe ser que me sigue donde voy, pues a veces es como
si me hablara bajito en el oído y me dijera…oye…espérame…ten paciencia
conmigo…estoy muy perdido y no me encuentro…pero nunca te olvido…Y yo que lo
siento en mi boca loca, parece como si estuviera un ratito más en sus labios…esos
que enamoraron mi alma, secaron el llanto de mis lágrimas y regaron mis pétalos
al paso de los enamorados…
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