Miel con queso saben a besos…Eso dicen por ahí, pero
los besos tienen los sentimientos que las personas ponen en ellos… sobre todo
memoria…lo mismo que la piel que por muchos años que pasen desde que el sol la
quemó con sus rayos, de mayor te sale un lunar o una peca…una mancha tal vez…
Es como el tacto de terciopelo cuando se asienta en tus labios, ya no te olvida
como culito de bebé…o el roce de sus manitas reposando alrededor de tu cuello,
¡madre mía cuántos recuerdos! Es el abrazo más bello y tierno, suave como seda
o terciopelo…Los besos son como entes imaginarios que pululan por cualquier
lado, y yo puse en lo míos el alma de mis deseos…Quizás su recuerdo te traigan
de nuevo a mi lado, porque cada día los siento más cercano…Hay veces como si me
hablaran, me miraran y hasta se posaran en mis labios…Es demasiado fuerte éste
latir en mi cuerpo para, que tan sólo sea un soplo de aire que explota como
pompa jabonosa, y se expandiera en múltiples resoplidos como luces multicolor,
líquidas y transparentes… perlitas de luz…y me resplandecen en el cuerpo y me
bañan la mente y de nuevo apareces tú…Ven a mi lado, pronto, rápido… Es tan
real su presencia que lo veo mirándome, oigo su risa y hasta el sonido de sus
besos, que los escucho en mi alma y en mi aliento…Y es por eso que los besos me
hablen de ti y ponen en mi cabeza escenas tan reales, madre mía, tan reales,
que ya no sé si las podría distinguir…Te imagino en tu casa los domingos sin
hacer nada, en pijama, tumbado en el sofá, con el mando de la tele cambiando de
canal, con tus dos perros observándote, tus gallinas en el corral y el ruido de
los vecinos atronando su pasar por la calle, con las ventanas abiertas, pasando
de todo, pues es tan alegre tu arbitraria soledad, la que tú quieres dar a
demostrar…yéndote de juerga con tus amigas al bar, como si fuera el hombre más
feliz del mundo…o…realmente te encanta tu vida de eterna libertad…Y te imagino
mirando tu móvil para ver si te he puesto un mensaje de amor…pensando en mí…lo
mismo que yo en ti que no te he olvidado desde que te conocí, y no he sido
capaz de besar otra boca, ni quiero besos de otro hombre, que no seas tú…¡Oye
tú! Si, si, tú…el perenne…el que no se cansa de acosarme…No se te ocurra
atrapar mi cara y besarme que no quiero que borres sus besos, porque los tuyos
ya no los quiero…Que no quiero que desaparezcan los últimos suspiros que
impregnaron mis sentidos, que los quiero tener todos grabados en mis recuerdos,
tan suaves como seda o terciopelo…Vuelve a mí, escucha la voz de mi llanto y
dime que me quieres y que aún no me has olvidado…Y ese hombre imaginario que se
ha instalado aquí, junto a mí, en mi cabeza y corazón no me deja vivir ni un
instante por Dios…y digo yo…¿No será que me está llamando desde lo más hondo de
su interior? Quizás el orgullo esté evitando escribir una gran historia de
amor...Y mientras yo me dedico a tejer esta tela de araña, tú te escondes tras
este cristal opaco, que en vez de unir nuestras manos, poco a poco nos está
separando…Háblame bajito, acércate un poquito y yo te acariciaré
el oído con susurros de clamor…Respírame en el pecho, rodéame la cintura y yo
recorreré tu cuerpo con el fuego de mi pasión…Sonríeme a los ojos, quédate
conmigo y hazme el amor…Se me pasará la tristeza, desaparecerán mis penas y la
alegría iluminará mis letras y se llenarán de fantasías...y volveré a escribir
versos para tus poesías…Dime que me quieres, dime que vendrás a verme y nos
iremos al hotel aquél que una vez te mostré y me miraste con los ojos
chispeantes de pasiones…y me acariciaste la cara con las manos embargadas de
sonrisa enmascarada de locura y verde picardía…y se me llenó el cuerpo de
ardientes pensamientos que inundaron mi alma y mi corazón…Pero cuando le dije
te quiero, te quiero, al momento salió corriendo... se asustó de mis maneras y
de mi fuego…Devuélveme el terciopelo de tus besos, que mis labios tienen su
retrato encarnecidos en ellos…y mi boca lo está reclamando con la urgencia del
hambriento…como si tuviera hambre y sed, que tengo ganas de comerte a besos
otra vez y tú ni apareces…ni te dejas ver…Te están llamando a voces…puede ser
que la suavidad de aquellos besos embelesaran la ansiedad de los míos que te
devolví con furia y desenfreno...Quizás sea que te tengo ganas, ¿te enteras? o
debo ser una desvergonzada, porque no me corto un pelo en decirte cómo y cuánto
te deseo, y es que he llegado a una edad en la que no me ando por las ramas,
¿para qué perder el tiempo? Si tú me quieres y yo a ti también, pues vamos al
lío y punto, y no que está una como las tontas, ahí dándole vueltas a la cabeza
con unas inseguridades, unas indecisiones como si ahora tuviera veinte años,
¡anda ya y que te coma Ramón! ¡Por Dios! Se me ha soltado la lengua una
barbaridad, me desconozco…¡Ay si mi madre levantara la cabeza…! Estoy harta de
tanta hipocresía barata, y aunque es verdad que mi educación es de las
antiguas, y una ha de esperar que el hombre de el primer paso, lo siento, pero
eso conmigo no va porque si no me quedo para vestir santos, y eso sí que no…Es
posible que la sensibilidad de algunos besos tengan esencia y deseo…vida para
amar…que hay noches que los siento murmurar en mi aliento y me dicen…tengo
frío…arrópame con tus labios…vaya a ser que se me olvide que una vez te tuve
dentro de mi boca…o podría ser que los besos tuvieran memoria o apego…Y ese
beso que yo te di y que tú ansioso de mí, me devolviste sonriendo, hay noches
que es como si me estuviera buscando…y yo que tanto lo deseo…lo siento de nuevo
reposar en mis labios como seda o terciopelo…
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