lunes, 12 de octubre de 2015

CON LA LOCURA DE MI DESEO.- (MICRORRELATO)



Me encontraba tan triste por todo lo ocurrido últimamente, que estaba desesperada. Tenía que hacerle ver que con una mujer no se juega, y aunque reconozca que me encantan las batallitas campales de amor, hay veces que me agotan tanta letanía de lo mismo…Así que sin más preámbulos, cogí mi cuaderno de notas y me fui a caminar por ahí, quería perderme entre la gente, poner en orden mis sentimientos, pues a veces me dejo llevar por mis emociones del momento y allá que echo todas las serpientes que envenenan mi cuerpo…Soy tan impulsiva…Me paré en seco, te miré a los ojos y sin titubear, con toda la seguridad del mundo y el daño que salió de mis entrañas, te solté aquello para que te dieras cuenta de una vez por todas, que estaba muy herida y me había dolido mucho tu desaire, ¿te enteras? ¡Muy dolida! y que conmigo no se juega…Una mujer entregada y enamorada, que lo único que hace en esta vida es querer y amar con todas las fuerzas de su ser y su corazón…Y todavía te quiero y ya no sé si hice mal o bien…A veces tengo dudas y por eso tuve que ingeniármelas para hacértelo saber, quería que te sintieras completamente abatido, consumido por los celos esos tan grandes y perversos que me rompen el corazón…Y tú al acecho, enfrente, como un perro callejero esperando una caricia, una leve mirada de ternura, deseoso de ver en mis ojos una muestra de amor, de arrepentimiento…Que te dijera algo con mis gestos, pero pasé, ¡vaya que sí, que pasé! Quería que sufrieras en tus propias carnes el dolor que me habías causado, que supieras lo que siento en mi alma cuando al otro día después de besarme y haberme entregado a tus brazos, pasas indiferente por mi lado y te dedicas a mirar a otra como si ya no me quisieras…Te besé, te dije te quiero y te entregué mi cuerpo y tú al mismo tiempo…Me dijiste que me tenías clavado en el pecho, que te gustaba toda entera toda, hasta mi pelo te volvía loco de entusiasmo y que era una actitud, la mía, la que te tenía loco perdido, ¡vida mía, cómo te quiero! ¡Mentira! Todo me parece una falsedad por tu parte…Creo que me engañas, que ya no me quieres y que estás conmigo por compromiso…No, por compromiso no, sino por necesidad o quizás es que me quieras de verdad…Y ahora eres tú el que no duermes por las noches, el que sufre y el que apenas puede respirar…Te ahogan mis palabras, te asfixia tanta presión en el pecho, y por eso pasé de largo cuando tú volvías, y yo salía…Me miraste como diciendo… ¿Dónde irá a estas horas? Seguro que ha quedado con alguno…Lo sentí en tu porte, me lo soplaron los ecos de tus adentros y lo leí en la caída de tu mirada…No te vayas, vuelve a mis brazos que llevo más de una semana que ni como, ni duermo ni nada…Lo sé, lo presiento, me lo transmiten tus ojos llenos de tristeza, tus brazos celosos y tu pecho lleno de dudas pensando que estoy con otro comiéndome sus besos, abrazando su cuerpo y escuchando mis frases ardientes…Las mismas que te susurro al oído y te vuelven loco de pasión cuando te digo lo que me gusta…rendida a tu amor…Y ahora tienes dudas, esas dudas mortales que sembré en ti aquél maldito día que me crucé en tu camino…Reconozco que no hay nadie en el mundo peor que una mujer despechada, eso es mortal y yo ahí puse toda la carne en el asador…Sé que me piensas, que me tienes clavada en el alma, que me quieres aunque sea de una manera extraña…Esa manera tan extravagante donde un hombre se enamora de una mujer por su estilo, su carácter y el genio que tiene cuando la hieren…Me sentía eufórica de alegría pues llevaba más de una semana sin saber nada de él y me estaba consumiendo los celos, y hoy me ha dicho en sueños que me quiere y que no me olvida y que soy la mujer de su vida…Si, lo soñé y por eso ya no sufro, ya no me dueles y ya sé de qué manera me quieres…Y por eso fui a tu encuentro…Me estabas esperando en el lugar de siempre, donde tú y yo nos atracamos a besos como dos ladrones y corrí, corrí hasta ti y de un salto me encaramé a tu cuello hasta que me hartaba de tu boca…que parecíamos dos chiquillos, corriendo y sudando como pollos, yo te miraba y me reía…Y qué me gusta a mí ese querer tan grande y tan fuerte como cuando te besé por primera vez…que me arrancaste ardientes palabras de pasión y como un niño hambriento caíste rendido a mis pies…tan lleno de fuego porque ese querer tan ardiente jamás conociste en mujer y por eso aún seguimos como el primer día aquél que yo te seduje con mis armas de mujer…Y me arrebatas el alma sentándome en tus rodillas que me enlazas por la cintura, y me acaricias la espalda como si no te creyeras que me tienes agarrada como si estuviera pegada a ti…Y mientras me abrazabas con la urgencia que te delata las ganas que tienes de mi cuerpo, te paras, me miras y entre besos lentos me susurras en el recorrido de mi cuello...¿de qué te ríes…de qué te ríes? Y yo sin poderme contener seguía riendo…Y mientras te comía la boca a retazos de besos locos y apasionados, me ahogabas con tus labios, llenándome el alma de alegría al sentir tus prisas cuando nuestros cuerpos se rozan por los bajos...y tus manos me agarran por la cintura atrayéndome, revolucionando todo mi entorno, y mis piernas que se despegan del suelo, cuando me levantas hacia el fuego que tienes dentro... y te lo apague con la locura de mi deseo…  

viernes, 9 de octubre de 2015

CON EL VENENO DE TU CUERPO.- (MICRORRELATO) Segunda parte de A trompicones con la vida.



Estaba caminando cabizbaja, pensativa…de vez en cuando hasta hablando sola, como siempre… Otras anotando en mi cuaderno de notas mil frases de amor…parecía como si el cielo me lloviera lágrimas de dolor...Es un mujeriego, seductor que se cree joven aún…Canean sus sienes, tiene barriguita y encima estás más sordo que una tapia, además que ya necesita gafas para leer, porque no ve un burro a dos pasos…¿Qué se creerá que es? Pero yo te quiero, ¿te enteras? Que te quiero desde los pies a la cabeza, pues son muchos años compartiendo ésta aventura pasajera que me vuelve loca de pasión…Dos almas perdidas y errantes se esconden tras las vías de los trenes ambulantes, como dos amantes que se buscan la boca para seguir escuchando un te quiero, que es lo único que me da las fuerzas para seguir viviendo…Siento hasta tus más bajos pensamientos llenitos de deseo y jadeos, como cuando nos entregamos al rastreo de nuestro cuerpo y escucho tu respiración en mi pecho…y me arrebatas el alma arrancándome mil palabras apasionadas, llenas de ardientes besos alrededor de tu cuello, y en la oreja te digo…te deseo, te deseo…Echo de menos tus besos…me decía entre sueños…Lo mismo que yo a él que ya hace tiempo que no lo tengo entre mis brazos, y se me quedan las manos vacías de no poderlo acariciar…Me estabas esperando en el lugar de siempre, donde tu y yo nos atracamos a besos como dos ladrones…¡Corre, corre que no se detengan mis piernas! No vuelvas la cabeza atrás, no pienses que él volverá, sé fuerte y valiente, no tengas miedo...Pobre ilusa, caeré rendida a sus pies, como siempre…al final me convence…Es la pasión la que domina mi existir, me arrebata el alma y no quisiera acabar con ésta agonía que me eleva y enardece los sentidos de mi vida…Y me volví…Echo de menos tus besos…me decía susurrando…Lo mismo que yo a ti, que hace tiempo que no tienes mi cuerpo y me duele tu sufrir cuando pasan los días y no me ves…Te quiero, te quiero…Seguía tras de mí rozándome los brazos…Estaba deseando de atraparme para poderme besar, y yo que estaba tan rabiosa perdida y llenita de celos, me revolví como una fiera deshaciéndome de sus manos con todas mis fuerzas, casi luchando con él, airada y furiosa…¡Déjame tranquila y vete con ella! ¿De quén me hablas? ¡Miralo… otra vez haciéndose el loco! ¡Tú lo sabes muy bien! Que el otro día te vi enfrente de ella y las buscas por todas partes… Estaba tan cegada por los celos que de rabia y coraje le solté…¿Qué te has creído que eres el único que puede hacer esas cosas? Al momento se le descompuso el rostro y le salieron los demonios por los ojos…¡Si eso ya lo sé, siempre lo has hecho! Y me sonreí para mis adentros…La verdad es que me pasé siete pueblos…Tú ya no te me escapas, eres mío hasta que la vida nos separe, y por mucho que quieras olvidarme, ahí te tengo yo cogido, que ya no puedes vivir sin mí, que me quieres como jamás has querido nunca, a pesar de nuestros devaneos y batallitas campales…Llena de odio me di la vuelta y le dije alto y claro…¡Tres veces!…Se me quedó mirando de arriba abajo, esperando que me echara a su brazos y negara lo que le había soltado en su cara, pero no estaba dispuesta y seguí con mi perorata, de frente y con los brazos en jarra…y las piernas separadas…Y ésto es lo que te gusta a ti, ¿no? Que te ponga a límites insospechados de celos, haciéndote creer que estoy con otro, cegándote los sesos y te lías a buscarme por todas partes, como el otro día que nada más que doblar la esquina, allá que dí frente a ti y me agarraste del brazo y me arrastraste detrás de aquél paredón....Si, si, no te hagas el tonto, que no me soltastes hasta que te liaste a besarme, y yo que estaba deseando, me dejé, porque con esas fuerzas que tienes cualquiera me desata de ti, y es que te entran esos demonios que tienes dentro de tu cabeza, pero yo ya te conozco y te voy a dar veinte mil vueltas, ¿te enteras? Me sentía eufórica…En realidad a mí es que me gusta estos juegos que nos traemos, que parecemos unos novios, siempre peleando...Pero la rabia que me da es que cuando me tienes en tus brazos y te das el atracón de besarme y hacer lo que quieras con mi cuerpo, al otro día es como si estuvieras hastiado, pero qué poquito te dura, porque cuando ves que yo ni caso, que sigo el ritmo de mis andares, resuelta y decidida con ésta libertad que me caracteriza, te entra una rabia y un coraje que no puedes evitar, porque en el fondo lo que te gustaría es verme como una tontita y sumisa mujer, pero…¿tú que te has creído que me quiero tan poco? Tengo dignidad, ¿te enteras? Y soy una mujer entregada a lo auténtico desde los pies a la cabeza, ¡vamos hombre! Que el tiempo de las mujeres resignadas a lo que quieran los tíos machorros ibéricos se han acabado, que yo soy una luchadora y guerrera mujer desde los pies a la cabeza y me precio un montón, ¿te enteras? Y que si tú me das de lado me busco el amor por donde me de la gana y mi cuerpo lo requiera…Y lo dejé con la palabra en la boca…Se desplomó todo entero y se arrodilló ante mí abrazándome las piernas…Y yo que tanto lo quería me agaché, lo abracé y le llené la cabeza de besos…Me dijistes que me tenías clavado en el pecho, que te gustaba toda entera toda, hasta mi pelo te volvía loco de entusiasmo y que sin mí de pena y tristeza te morirías…Y como una serpiente me siento enroscándome por tu cintura, que me arrastran hacia el volcán de tu vida, llenando la mía de desquiciada agonía para seguir viviendo con el veneno de tu cuerpo…

martes, 6 de octubre de 2015

A TROMPICONES CON LA VIDA.- (MICRORRELATO) Primera Parte



Estuviste buscándome todo el verano, cada día que salía, allí que te veía pasar de frente, de lado y hasta detrás, como si ya no pudieras seguir viviendo y yo, débil mujer, allá que caigo rendida a tus pies como una colegiala…Me pierdo, me pierdo cuando me miras, porque me miras pidiendo limosna de amor, rogándome que te quiera y suplicándome un beso por favor, y yo que no sé negarte nada, te beso, me entrego y me doy toda entera, porque te amo de corazón, y luego cuando te hartas de mí, te vas, te das la vuelta y te alejas de nuevo dejándome el alma vacía…No te entiendo, no te comprendo, siempre igual, y aún sabiéndolo de antemano caigo en la trampa de tus redes…Y por eso me colgué la mochila y me fui a caminar por los barrios más periféricos de la ciudad, donde la muchedumbre se apretuja entre los bares y comercios por todas partes. Me encandilan y entretienen el deambular de la gente, es una manera de poderte olvidar, sacarte de mi mente pues desde el otro día que te vi frente a ella, no paro de cavilar que te gusta y hasta que te puedes liar y abandonarme, por eso hoy cuando me crucé contigo, giré mi cabeza para no verte ni la cara ni los ojos, porque no quería que me pararas para decirme esto y lo otro, y que te dieras cuenta de que tú a mí no me las con queso…Que ya estoy harta de tus explicaciones, siempre divagando, diciéndome que coqueteo con todos y por eso me quieres dar celos mirándola, y al final me voy a ir con el primero que me guste…Y luego no me vengas con el rollo de que estaba deseando dejarte para irme con otro, eso serán tus pensamientos, la verdad es que ya me estás dando qué pensar, ¿te enteras? Porque tú sabes que soy atrevida y que cuando me hacen daño me pierdo, y ya no me ves el pelo en un mes por lo menos, ¡vaya qque sí! La verdad es que yo tampoco soy trigo limpio, pues también he tenido mis devaneos, total no es para tanto, dos tío más jóvenes que me llevé al huerto...soy tan curiosa…Realmentes estuve con éste niño para olvidarme del perenne, si ese que no me deja ni de día ni de noche y que tenga mi vida tranquilita y sosegada…Y por eso les cuento… Fueron unos besillos de nada, lo malo es que nos rozamos un poco, y hasta me llevó a su dormitorio, y por gusto estuve un rato echada en su cama, pero vamos, más que unos mordisquitos birrioso y gurrumino...
estaban ricos, para qué nos vamos a engañar, y se puso muy contento…Lo malo fue el militar...Estaba coladito por mí, ya ve, veinte años menos que yo, y ese si que me gustó por el uniforme, ¡me pirran los uniformes! Desde siempre, no sé qué es lo que me pasa pero me ponen a cien, es ver a un tío en uniforme militar y se me descomponen todas las teclas de mi cabeza, ¡madre mía, cómo me gustan! Y mira por dónde se me ocurrió decírselo y ahí que lo tenía todo el día esperándome, con su gorrilla echadita para un lado, y el pantalón y el cinturón, así puesto como de muy machote, y la camisa con las mangas arremangadas...se leveían unos brazacos, ¡me encantan los músculos! ¡qué cosas por Dios! Y un par de botones desabrochados, mostrando unos pelillos que le sobresalían del pecho, ¡eso si que me gusta! Me imaginaba unos pectorales como una tableta de chocolate, vamos para comérselo que estaba… No es por nada, pero tenía un no sé qué, que me ponía loquita perdida, como para hacerle un hombre, ¡por Dios! Y eso fue lo que me perdió que estuve casi un mes entero, pero la verdad, ya me estaba hartando, porque a mí éstos tíos que pasan de los treinta y cinco, que se creen los amos del mundo y que todo el monte es orégano...me repatean...Y yo, la verdad, no estaba por la labor, porque llega un momento que me aburren, ¿qué quiere que le diga? Que no me dicen nada...Sí, sí, mucho pelillo en el pecho, mucho enarbolar la bandera, pero que a mí me van los madurito, o sea de mi edad, porque ahí ya hay una historia que contar, porque vamos, ¿de qué puede hablar un tío de esos que no sepa una ya? ¡Nada, nada! Sólo de tetas, culo y poco más...Total que lo quería dejar, pero él se creía que yo era una coqueta y que me había encaprichado con otro, y no me vea la que tuve que liar para dejarlo sin hacerle daño, porque no se pueden imaginar lo que es ver a un tío más grande que un carro llorando en tus brazos, ¡jolines! Que bastante he tenido que aguantar un llorón de noche y de día como para estar limpiando mocos todavía... Porque lo que a mí me gusta es la pasión enardecida de una pareja toda enamorada...Enfrascada en el arte del hechizo a saltos de mordisco limpio, y la magia de la aventura, donde un hombre y una mujer se enfrentan a situaciones rocambolescas, dando rienda suelta al exterior todas sus debilidades, sin tapujos ni temor al ridículo, enfrentándose a sus más bajos instintos carnavalesco a golpes de latidos, y amor compartido...A trompicones con la vida y a bandazos ardientes de mil besos de pasión…y locos, siempre muy locos…Míralo, ya lo tengo en el bote, y es que en el fondo es un niño que le gusta estar al mando, es un iluso si se cree que me puede tener tan fácilmente...A éste ahora le voy a dar caña para que se de cuenta que conmigo no se juega como si fuera una muñeca de feria…Después de tantos años siendo mi esclavo de amor, ahora quieres ser el amo de mi desamor…Y todavía no ha nacido hombre que domine a esta clase de mujer… Continuará…

jueves, 1 de octubre de 2015

CON EL ALMA ARREBATADA.- (MICRORRELATO)




Hace un día gris, triste, otoñal y yo aquí apagada, como esas velas consumidas que ya ni con un soplo mío se vuelve a encender…Los truenos de mi vida relampaguean como si viviera en medio de una tormenta revolucionaria, con unos nubarrones negros, negros…y las pesadillas de mis celos alertas como si estuvieran al límite de mi existir…Me siento como una rosa más de tu jardín, donde mil mariposas revolotean alrededor, lo mismo que lluvia de abril…Y ese jardinero que me enamoró viene y las cortas de dos en dos para ponerlas en el jarrón de su cuerpo…Y por eso estoy yo aquí, comiéndome la cabeza, buscándote como una fiera, porque hoy te voy a cantar las cuarentas…Tengo la lengua desatada y no pienso callarme nada, y voy a ponerte verde como hoja de perejil, ¡vaya que sí! Que me están subiendo para arriba unos malos pensamientos tan diabólicos, que te voy a despellejar vivo de los pies a la cabeza, y vas a saber tú lo que es sentirse devorado por una piraña…Así estaba esta mañana mientras caminaba por ahí y tú sin aparecer…¡Ay Señor, qué poquito he crecido! Aún sigo como una colegiala cuando esperaba en la puerta del instituto que mi chico llegara, ¡madre mía, la alegría que me daba verlo! Mil sensaciones experimentaba en mi tierno corazón, cuando lo veía saludarme con la mano en alto y bajaba de dos en dos los escalones del instituto aquél… Entonces estaba loquita por él…era tan guapo y tan alto…nos dábamos unos besos en el jardín de al lado… Era como una explosión de risas y alegría dentro de mi pecho, y lo mismo que en aquellos momentos sentía, siento en mi alma todavía, viniéndome al recuerdo aquellos guateques en casa de la vecina, que nos pasábamos bailando toda la tarde pegados, pegados, con tus manos en mi cintura, acercándome cada vez más a tu cuerpo, y yo con las mías alrededor de tu cuello, y mi boca junto a la tuya para podernos besar, ¡qué bonito madre mía! Con los ojos cerrados… Y fíjate ahora que han pasado un montón de años, siento la misma sensación dentro de mi pecho antes de amanecer, pensando y pensando si te veré o no te veré…Yo creía que con la edad ese enamoramiento tan fugaz de juventud, no lo sentiría ya, pues años tengo como para estar tranquilita en ese aspecto, pero se ve que no he crecido aún sentimentalmente…Y mis ojos siguen cerrados…¡Dios mío perdóname! Éste amor que siento es como el veneno, quizás sólo sea un sueño, pero despertar no quisiera jamás…y tengo unos celos… Echo de menos tus besos, mi boca lo reclama con los labios ardiendo, quiero ser tuya en este momento, que ya no puedo siquiera seguir pasando la vida que me somete a tanto despojo…Señor mío, yo no soy mala, tan sólo una mujer enamorada del amor…Soy muy débil, estoy llena de flaquezas... Me siento como una hoja de árbol, esas que están pendientes de un hilo y la brisa las arranca arrastrándola por el suelo…¡Qué frágil soy…! Apenas tengo voluntad para echarte de mi, será que estoy enamorada y no puedo ver más allá…Yo pensaba que podría dominarte y ahora resulta que me equivoqué, ¡vaya que sí! Que me equivoco siempre y no sé porqué… Soy tan ilusa… Será porque aún no he traspasado la etapa del acomodo, donde cada sentimiento está en el lugar que le corresponde en el corazón, y una vive en paz y tranquilita sin temores a que la dejen tirada como a una perra, o peor aún, que la cambie por otra mujer, y eso si que me dolería más, sobre todo si es más joven y más guapa, ¡madre mía, qué miedo! Tan sólo el pensarlo ya me entran unos resquemores que me muero, porque mira que soy celosa…A veces me asaltan las dudas y me hago mil preguntas del porqué cuando nos tenemos el uno al otro, te alejas de mí, o quizás es lo que esperas de mí y te adelantas a los acontecimientos, para que no piense que te tengo pillado…Es por eso que me pierdo por ahí buscando algo que me haga sonreír…¿Dónde estará? Tarde o temprano se lo tendré que preguntar, porque eso de que vayas a la misma hora a comprar, coincidiendo con la misma mujer que tengo entre ceja y ceja, ya es mucha casualidad, volver ella de allí y a los cinco minutos verte a ti, así que déjate de historias baratas, que ya está una muy mayor para pasar tan malos ratos…Y es que me consumen los celos, reconozco que soy muy celosa y le doy vida a cualquier situación en la cual los veo a los dos abrazándose y besándose por ahí...Y por eso me voy y te abandono, yéndome por otros derroteros, pues no quisiera cruzarme contigo en ninguna parte porque entonces caeré rendida a tus besos y eso me pierde, sabes, me pierde y te sigo como un perrillo… De repente te vi venir hacia mí y nuestros ojos se hablaron con la chispa de los volcanes encendidos, haciéndome reír lo mismo que yo a ti, que cada vez que nos cruzamos tu no paras de mirarme, y yo que lo sé, juego con la picardía de mis labios pintados, y tú que me conoces, me guiñas un ojo y caigo en tus brazos con la ansiedad de mi boca loca…Y es que te vuelves loco de pasión cuando miras mi caminar, balanceándome para ti, como diciendo, mira nene lo que tengo a quí para ti…y tú que ya sabes lo que quiero decir se te salen los ojos de las órbitas y te pongo a parir, no dando pie con bolo, tan frágil como eres a los mensajes de mi cuerpo, que a ti te saben a fuego y a mí a besos de pasión...¡Ay madre que viene hacia mí…! ¿Dónde has estado buscándome que me he perdido por las calles del hambre? Míralo, lo ha vuelto a hacer, me tiene en el bote…Déjate de rollo que te vas con cualquiera que te mime un poco…Me miró de frente, serio y con fuerza me dijo…¿Pero tú que te has creído que soy yo? Y se dio la vuelta dejándome con la boca abierta…No tengo voluntad, me tienes dominada y haces conmigo lo que se te antoja, hasta que me harte, porque tú sabes que me harto y me transformo en una leona y hago contigo lo que mis más bajos instintos me dictan…y te enredo con los rizos de mi melena, y que salga el sol por donde quiera…Y en medio de esa tormenta, me sujetó las manos y me abrazó con fuerza… me enlazó por la cintura y me dijo en el oído…Tú ya no te escapas de mi vida...Y lo besé en la boca con el alma arrebatada…