miércoles, 1 de diciembre de 2021

GUÁRDATE DE MÍ.- (MICRORRELATO)

 Guárdate de mí, guárdate, que quién avisa no es traidor…le dije, dándole la espalda…¿Qué te pasa? Me preguntó en medio de un semáforo…Seguí andando como si no lo hubiera oído…pues…Quería evitar por todos los medios verle la cara, porque si le veo esos ojos chispeantes, seguro que me vengo abajo, además tampoco deseaba pararme a hablar, porque sería como una discusión de besugos, ya que no se deja convencer, y dijera lo que dijera, jamás entraría en razones…Estaba decidida a alejarme de él, y por eso…Fingí una frialdad exorbitante, porque…Palabrita del niño Jesús, que no sé qué habría pasado…Me duele el alma cuando le veo esa cara de carnero degollado, es como si me estuviera pidiendo limosna…la verdad es que siento pinchazos en el estómago, además me hace sentir culpable por lo mal que lo está pasando en éstos momentos por mí, y por eso…Con las manos juntas pregunté al cielo…¿Qué hago Dios mío de mi vida, qué hago? Salta la valla, sella tu boca, cierra tus ojos y rompe cadenas…¿Quién habla? Silencio total, mutis por el foro, no se oye ni una mosca, nadie me contesta…Más o menos como hice yo cuando se paró en medio de aquél dichoso semáforo, que cada vez que lo recuerdo se me llenan los ojos de lágrimas, aunque…Prefiero llorar a solas, a echarme sobre su pecho como una magdalena, y es que…Éste hombre todavía no se ha dado cuenta de que no quiero volver a lo mismo de siempre…Aquí te pillo y aquí te mato…pues…Realmente en eso se basa toda nuestra relación, y no estaba dispuesta a malgastar mi tiempo en tan excitantes encuentros, al fin y al cabo, tan sólo se quedan en un souvenirs, y la verdad, una ya está de vuelta de tan pasajeras vivencias…Eso se acabó, y no pienso echar marcha atrás…Pero, ¿porqué? ¡Porque no quiero! Antes era más fogosa y aventurera, además estaba loquita por ti y temía perderte si no te daba gusto, en cambio…Ahora me he vuelto más prudentita…Quizás sea la pandemia la que me haya hecho recapacitar, no lo sé, pero…El amor que siento es pausado y sereno, y por eso…Prefiero vivir cómodamente sentada en mi sofá, que dar vueltas por la casa fumando un cigarrillo tras otro esperando tu llamada, ¿te enteras? Nada, como si le hablara a la pared…No se da por vencido, le da igual mis sentimientos, sólo quiere rendir tributo al deseo carnal haciéndome suya hasta la eternidad, y no quiero…Salta la valla, sella tu boca, cierra tus ojos y rompe cadenas, pero…Él que sueña conmigo…Tira la valla, besa mi boca, retuerce mi cuerpo y me arranca la ropa…¡Mírame a los ojos y dime que ya no me quieres! Si es así, jamás volverás a verme, y yo…Que temo decaer de nuevo…Salgo corriendo para no entregarme a sus brazos, que ansiosos están por atraparme de nuevo, pero…Me doy la vuelta decidida y resuelta...Escúchame bien porque no te lo volveré a repetir, que quién avisa no es traidor, ¿te enteras?…Guárdate de mí, guárdate de mí…que en éstos momentos no soy dueña de mis actos y no sé por dónde vamos a salir…Y él, haciendo caso omiso de la advertencia, se muestra ante mí con todo ese potencial que tenía entre las piernas, y poniendo los brazos en jarras, me retó con tres palabras que tumbaron todas las expectativas de ser libre de por vida…¡Aquí mando yo! ¡Madre mía lo que a mí me entró! Al instante pasé a ser la esclava de su desleal y embaucadora sonrisa…Ni me lo pensé, y…De un brinco monté sobre su cuerpo traicionero como una fiera en busca de nuevas laderas, sin límites ni fronteras, y cuando llegamos a la cúspide del monte, le dije bien claro…¡Esto es la guerra!

 

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