domingo, 28 de febrero de 2021

COMO GAVIOTA DE ALAS ROTAS.- (MICRORRELATO)

Aterrizaste en mi vida cuando había perdido toda esperanza de volverme a enamorar, ¡qué cosas, Señor! A estas alturasjusto en el momento que me había adaptado a la situación de pasar mis últimos años en soledadUna nunca sabe lo que le pueda deparar el destino, y de repenteHiciste escala sobre mis canas y las marcas de la edad en mi cuerpo y en mi cara…El espejo nunca miente, y puedo ver cada línea surcando mi rostroTengo la voz resquebrajadaLos sentimientos a flor de piel de tantos amoríos inciertosy ahora me lo ha robado con la forma de mirarmeel deseo que desprende cuando me mira…tiene una mirada incandescente…me encanta…me hace sentir tan mujer…los modales de sus formas hacia mi persona…¡Es tan caballeroso y varonil…! Me gusta, sí, sí, me gusta mucho…Hacía tanto tiempo que nadie me trataba asíMe enamorasteme embriagaste de amor, y por esoTengo el corazón en llamas, me arden los pensamientos, se me desatan las manos cuando no te encuentro en mi camamis ojos se iluminan de lujuria con el recuerdo de tus besos recorriendo cada rincón de mi cuerpoNo hay nada más bello y placentero que sentirte en éste preciso silencio, y por esoEstoy llorando de emociónpuesSomos como dos barquitos veleros a la derivaal vaivén de las enfurecidas olasperdidos en alta mar en la oscuridad de la noche, peroAntes de amanecer me encuentro caminando descalza por la orillita de la playaDos vidas transparentes que deambulan hacia ninguna parte…Un hombre y una mujer que laten con un mismo corazón…Ella navega en la cresta y él bucea arrastrado por la agonía del estereotipo implantado por la sociedadHay un fuego interno que atormenta mi alma de pasiónpues…Como gaviota de alas rotas siento mi alma naufragar cuando…Me dice que me ama, que no puede dejar de pensar en mí, peroNo puede ser…¿Por qué? Grita su corazón mirándome con los ojos llameantes de dolor…Porque yo soy libre y tú no…Sus lágrimas desbaratadas se agolpan en mi gargantaFue una mañana espléndida de sol en la que caminaba por la orilla del marOí sus pasos chapoteando tras de míestaba corriendome salpicó el pareose giró pidiéndome disculpasNo volví a verlo hasta el día siguienteme saludo sonriendoA partir de entonces coincidíamos todas las mañanasEmpecé a preocuparme por mi físico, no sé porquéquería llamar su atenciónme atraía muchoMás o menos era de mi quintaUna tarde que estaba paseando por el puerto se paro junto a mí y empezamos a hablar como si estuviéramos deseando de conocernos¡Yo estaba deseando! Me invitó a tomar café, yAhí empezó la gran aventuraDos vidas distintas y dispares, cada una por un lado que convergen y se cruzan en mitad del caminouna atracción poderosa se iba cerniendo entre los dos con raudales de pasiónMi corazón late a borbotónun fuego abrasador se deja entrever alrededorsus ojos no se apartan de mis labiosestaba jugando conmigomuero, muero por tenerlo, y por eso…Como gaviota de alas rotas me siento volando sobre las enfurecidas olas

 

 

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