miércoles, 21 de febrero de 2024

COMO UNA PERRITA CALLEJERA.- (MICRORRELATO)

 Lo vi caminando hacia mí con paso firme y seguro…Seguía con más de lo mismo, o sea…Aquí te pillo y aquí te mato, y pare usted de contar, por lo que decidí de una vez por toda terminar con esa farsa que me estaba llevando al valle de la amargura…¡Que no, que no, y que no! Le dije antes de darle tiempo a que me abrazara y me diera un besazo que me traspasaba hasta las mismísimas entrañas, por lo que decidí salir pitando de allí…pues…Temía caer rendida a sus pies, no sé cómo lo hacía, pero me tenía dominada por completo, al final cedo a todos sus deseos y eso me pierde, y es que…Me gusta cuando aligera el paso para alcanzarme…Me gusta su mirar triste y acompasado de ésa juventud enamorada en los ojos, la boca y su cara, ¡hasta las sienes plateadas me gustan! Es como si fuera un muchachito perdido en un abrazo infinito de tirabuzón, donde…Todo tú estás lleno de amor cuando me besas con pasión, y sin decir nada me gritas en silencio cuanto me amas, y yo…Que sé de la ansiedad que sientes, me entrego a ti con exigente ardor…Cuanto me gustas mi niño, mi vida, mi hombre…El único hombre que sabe cómo tratar a una mujer como yo, ése hombre eternamente enamorado de mí…Esos eran los pensamientos que arrebolaban mi mente aquella mañana de otoño, cuando tus ojos y los míos hicieron presa de la pasión que sentíamos, y ahora…Después de pasar aquellos momentos de locura desbordada, me doy cuenta que no quisiera estar toda la vida con ésta sensación, de que esto que sentimos no es lo mejor para los dos, y por eso…Di por terminada la relación…Una relación que no tenía nada que ver con la realidad, tan sólo era una fantasía llena de promiscuidad, donde caricias ardientes, rápidas y elocuentes me hacían gritar como una posesa…pues…Lo único que nos unía era lujuria por lo prohibido, ya lo dice aquel famoso dicho, que…Lo prohibido es lo que atrae a los amantes, y tú y yo lo éramos hasta que supe de verdad que así no podía seguir como si la realidad de las cosas no existieran, y aunque muchas veces hice caso omiso a ella, cuando miraba a mi alrededor veía la verdad, y por eso…Tomé la decisión más amarga de mi vida a pesar de los pesares…Zanjé el asunto de la manera más fría y cruel que me irradió enfrentándome a él con la verdad por delante…Lo siento mi amor, pero no puedo seguir estando contigo de ésta manera…¿A qué te refieres? No te entiendo…¿Qué quieres decir? Me refiero a que me siento como una perra callejera, sobre todo cuando te vi rastreando mis pasos, no sé qué es lo que sentí en aquél momento, pero algo en mi mente me alertó, era como una advertencia, una premonición, y por eso…Di la vuelta para no caer en la tentación de volver a tus brazos, esos que atenazan mi cuerpo y haces conmigo lo que quieran los deseos de tu cuerpo…Sé que tenía que haberte dado una explicación del porqué de mi huída, sé que no estuvo bien haber escapado corriendo…Me gustas demasiado y estoy enamorada de ti, pero…No puedo estar contigo como si fuera una perrita callejera…Sabes bien que no podemos seguir, así que es mejor dejar las cosas tal como están, espero que me comprendas…Seguí andando sin mirar atrás…Sigue, sigue adelante…Me dijo con mirada hermética e inescrutable, y mientras me alejaba le oí mascullar entre dientes…Me ha tratado como a un perro, me siento fatal, ¡qué mal me encuentro por Dios! No, no mi amor, estás muy equivocado, que has sido siempre tú el que me ha tratado como una perrita callejera, porque lo único que hacías cada vez que me veías, era arrastrarme entre las retamas de mis entrañas, y…Aquí te pillo y aquí te mato

No hay comentarios:

Publicar un comentario