domingo, 14 de marzo de 2021

BARRUNTA LA TORMENTA CON ARDOR.- (MICRORRELATO)

 

Oye…perdona la manera en que te hable el otro día…perdí las formas…lo siento…Me dijo mientras caminaba tras de mí…Me giré y le sonreí…Daba tanta pena verlo, que hasta me sentí abrumada, por lo que rápidamente respondí…No te preocupes, yo no me enfado tan fácilmente…Seguimos andando sin mediar palabras…Presentía que estaba intranquilo y nervioso desde aquél día, cosa que no le di demasiada importancia, pero…Me gustó que me pidiera disculpas para que se sintiera mejor…pues…Estuvo el resto de la mañana cabizbajo, y por eso…Cuando se disculpó le sonreí inmediatamente, de manera que se sintiera aliviado, ya que su malestar me afectaba bastante, no por mí, si no, por él…quizás fuera porque lo veía como un amigo más, aunque…A veces la manera que tenía de mirarme me hacía dudar de sus sentimientos, incluso llegué a pensar en cómo sería pasar una noche arropada por sus brazos, pero…Enseguida se me iba de la cabeza y seguía caminando con las ansias de mis temores…pues…Poco a poco se estaba adueñando de mis pensamientos como si tuviera acceso a convertirme en algo más que una simple amiga, y…No es que quisiera o lo deseara…No, no…para nada, pero…Tenía ese toque burlón en la sonrisa que lo delataba de hombre promiscuo, lo cual me provocaba a pecar, sin darme cuenta que eso fue lo que me llevó a enamorarme de ti…¿Te refieres a mí? ¡Vaya! Ya saltó el otro…¡No me digas que hay otro! Me lo estaba imaginando…últimamente estás muy rara…debe ser que no te atreves a decírmelo y pones la excusa del contagio…te conozco tan bien…¡No hay otro hombre en mi vida y lo sabes! Es un nuevo médico que nos han enviado al hospital a causa de la pandemia…Me rebelé gritándole como una fiera mientras él seguía con su perorata…No sé cómo lo hacía, pero siempre me sacaba de quicio…opté por seguir adelante…No quería cometer el error de que caer en sus redes, cosa que solía hacer para sonsacarme…Era especialista en ello, y yo, tonta de mí, me liaba a vociferar como una energúmena dándole explicaciones como si tuviera que demostrar mi inocencia…sin más dilaciones, me giré como una autómata y le di la espalda convencida que me dejaría en paz, pero…No me deja, es una constante presión en mis pensamientos, y sé que…Tarde o temprano volveré a sus brazos toda llena de pasión…pues…Es imán para el recreo de mi cuerpo, y porque…Lo llevo tatuado en la piel como si fuera el guía de mis deseos y allá doy voy, está él…siempre está, y por eso…He decidido liarme la manta a la cabeza y pasar una noche loca con mi compañero de turno para liberarme de ti para siempre…pues…Esto de que seas la sombra de mis latidos me está pasando factura de una manera sobrenatural, y no sé distinguir el bien del mal, ya que lo único que verdaderamente quiero es tenerlo como un pañuelo de usar y tirar, aunque…Tampoco tengo que victimizarlo mucho…al fin y al cabo lo he pillado más de una vez mirándome con ojos de buitre hambriento, incluso cuando me roza andando por los pasillos, he notado en sus manos un leve temblor, como si ardieran de deseo, y eso a mí me da mucho qué pensar…Quizás esté equivocada, pero…Tú di que cuando a una mujer se le cruza una liviana sensación sospechosa por la mente…Barrunta la tormenta con ardor…

 

 

 

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