sábado, 18 de enero de 2020

ESA MALA MUJER.- (MICRORRELATO)




Ahí va esa mala mujer, ¡sí señor! Me llaman mala mujer, y lo soy, vaya usted a creer que no lo sé, que lo soy...que... ¿Por qué? Me preguntan por ahí...Muy fácil...Porque me casé por interés, ¡vaya que sí! Porque no me gustaba ni estudiar ni trabajar y desde muy jovencita tenía muy claro que el primero que me lo pidiera, allá que me presentaba en el altar, y...¡a mucha honra eh! Que lo digo con toda mi boca y orgullosa que me siento de ello...pues... Soy muy cómoda, lo admito, no me avergüenza decirlo, ¡para qué os voy a engañar! Que lo que más aspiraba en éste mundo era vivir cómodamente sin dar golpe, porque eso de trabajar no está hecho para mí, y por eso...Soy mala mujer...bueno, ¿y qué? ¿A quién le 


importa lo que sienta ésta mala mujer? Dígamelo 

usted, ¿a quién? Porque si ese hombre que pasó 

por mi puerta me preguntó si quería ser su esposa, 

ni me lo pensé...Admito que ni me gustaba, ni me 

atraía lo más mínimo, pero...Me prometió que 

nunca me dejaría por otra, y por eso... Lo acepté, 

lo que no sabía es que te llegaría a conocer, y 

cuando te vi por primera vez el corazón me dio un 

vuelco, y me enamoré...desde ese mismo instante 

pensé...A ese hombre lo tengo que conquistar 

como sea, y en un segundo brotaron en mi interior 

unas armas de mujer fatal y a su cuello me 

encaramé sin poderlo evitar, claro que...Aún no 

estaba la trama hecha y zanjada, pero ya en mis 

cabales estaba ese hombre rendido a mis infieles 

deseos como si fuera el agua que apagara mi 

fuego...Ese hombre es para mí y de nadie más,  

claro que entonces...Tenía esposa, madre de sus 

hijos y a la que quería desde que eran niños, 

pero...Me daba igual porque, por encima de todo 

estaban mis deseos, mis sentires y el egoísmo de 

mis carnes que se derretían antes de tenerlo al 

alcance...Me deleitaba pensando en cómo sería de 

loca estando en sus amantes brazos....Me sentía 

como si fuera una cualquiera...esas que están 

pintarrajeadas en las esquinas de la calle 

esperando el turno al primero que la pague... 

pues...Según las habladurías, los pensamientos 

vulgares y soeces persiguen a las malas personas 

sin que se los llame, debe ser por eso que sea 

verdad eso que dicen por ahí... ¡Mírala cómo va! 

Vestida como una arpía, fumando y 

contoneándose para que todos los hombres la 

miren, ¡vaya que sí! Que eso de que me miren los 

hombres me excitan los sentidos, porque...Me 

atrae, me gusta, me da poder y se envanece mi 

orgullo y vanidad, y es que...Soy una mala mujer, 

¿y qué? ¿Acaso es malo amar y desear sentirse 

amada? Yo no decidí nacer así, ¡me hicieron! 

¡Que te hicieron! ¿Quién habla? No hay nadie en 

mi entorno, estoy sola en mi habitación...Es la 

voz de la conciencia que últimamente no para de 

insistir que debería pensar en el daño que le haría 

a terceros si siguiera el camino de esa mala mujer, 

pero hago oídos sordos...Sí, sí...me hicieron...Vas 

a ir al infierno de cabeza cuando mueras... 

¡Bobadas! ¿Qué es eso de cielo e infierno? Y 

gloria, ¡qué tonterías más absurdas! Una se va al 

otro barrio siendo santa o mala mujer, 

y...mala...¿porqué? Porque te quise y te amé como 

nunca nadie en éste mundo te amó...Porque no 

veía más que por tus ojos, porque me faltaba el 

aire si dejaba de verte un sólo día y porque sin ti 

moría, y...Por todas esas pasiones, me dejé llevar 

por tus locuras y las mías que no eran más que 

una lucha continua entre dos corazones que no 

atendían a razones hasta que me vi frente a 

mí...Fueron sólo dos haces de luz que entró a 

través del cristal... estaba sentada en el borde de 

mi cama...giré la cabeza y allí estaba él 

sonriendo...tenía los ojos brillantes de amor...las 

sábanas le cubrían hasta la mitad del torso...sus 

brazos fuertes y hermosos me atraían de una 

forma tibia y suave... nunca había visto tanta 

serenidad...me transmitía paz...una paz que hacía 

tiempo no sentía dentro de mi  corazón...

pues...Sólo le di cabida a tu ardor...al 

fuego de tu cuerpo, tus besos tormentosos...el 

encanto de lo prohibido, el riesgo...el apasionado 

encuentro después de varios días sin aparecer...me 

gustaba mucho, ¿te enteras? Me enardecías de 

pasión...no sé porqué tenía tanto miedo a 

perderte...era como si estuviera de más en la 

vida...Mi cabeza está en guerra contra mis 

sentimientos...Quizás fuera a causa de aquél vacío 

tan grande que sentí cuando mi chico me dejó por 

otra, creo que fue en aquel justo instante cuando 

ésa mala mujer se apoderó de mi ser, hasta 

ahora...pues...He dejado de sentir esa irresistible 

pasión por ti, y de repente me encuentro bien al 

lado de él, y por eso ahora tú cuando te sientas 

solo pienses...ahí va esa mala mujer...






















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