Ahí va esa mala mujer, ¡sí señor! Me llaman mala mujer, y lo soy, vaya usted a creer que no lo sé, que lo soy...que... ¿Por qué? Me preguntan por ahí...Muy fácil...Porque me casé por interés, ¡vaya que sí! Porque no me gustaba ni estudiar ni trabajar y desde muy jovencita tenía muy claro que el primero que me lo pidiera, allá que me presentaba en el altar, y...¡a mucha honra eh! Que lo digo con toda mi boca y orgullosa que me siento de ello...pues... Soy muy cómoda, lo admito, no me avergüenza decirlo, ¡para qué os voy a engañar! Que lo que más aspiraba en éste mundo era vivir cómodamente sin dar golpe, porque eso de trabajar no está hecho para mí, y por eso...Soy mala mujer...bueno, ¿y qué? ¿A quién le
importa lo que sienta ésta
mala mujer? Dígamelo
usted, ¿a quién? Porque si ese hombre que pasó
por mi
puerta me preguntó si quería ser su esposa,
ni me lo
pensé...Admito que ni me gustaba, ni me
atraía lo más mínimo, pero...Me prometió
que
nunca me dejaría por otra, y por eso... Lo
acepté,
lo que no sabía es que te llegaría a conocer, y
cuando te vi por
primera vez el corazón me dio un
vuelco, y me enamoré...desde ese mismo instante
pensé...A ese hombre lo tengo que conquistar
como sea, y en un
segundo brotaron en mi interior
unas armas de mujer fatal y a su cuello me
encaramé sin poderlo evitar, claro que...Aún no
estaba la trama hecha y
zanjada, pero ya en mis
cabales estaba ese hombre rendido a mis infieles
deseos
como si fuera el agua que apagara mi
fuego...Ese
hombre es para mí y de nadie más,
claro que
entonces...Tenía esposa, madre de sus
hijos
y a la que quería desde que eran niños,
pero...Me daba igual porque, por encima
de todo
estaban mis deseos, mis sentires y el egoísmo de
mis carnes que se
derretían antes de tenerlo al
alcance...Me deleitaba pensando en cómo
sería de
loca estando en sus amantes brazos....Me sentía
como si fuera una
cualquiera...esas que están
pintarrajeadas en las esquinas de la calle
esperando
el turno al primero que la pague...
pues...Según
las habladurías, los pensamientos
vulgares y soeces persiguen a las malas
personas
sin que se los llame, debe ser por eso que sea
verdad eso que dicen
por ahí... ¡Mírala cómo va!
Vestida como una arpía, fumando y
contoneándose para que todos los hombres la
miren, ¡vaya que sí! Que eso de que me miren los
hombres me excitan los sentidos, porque...Me
atrae, me gusta, me da poder y se envanece
mi
orgullo y vanidad, y es que...Soy una mala mujer,
¿y qué? ¿Acaso es malo
amar y desear sentirse
amada? Yo no decidí nacer así, ¡me hicieron!
¡Que te
hicieron! ¿Quién habla? No hay nadie en
mi entorno, estoy sola en mi habitación...Es
la
voz de la conciencia que últimamente no para de
insistir que debería pensar
en el daño que le haría
a terceros si siguiera el camino de esa mala mujer,
pero hago oídos sordos...Sí, sí...me hicieron...Vas
a ir al infierno de cabeza
cuando mueras...
¡Bobadas! ¿Qué es eso de cielo e infierno? Y
gloria, ¡qué
tonterías más absurdas! Una se va al
otro barrio siendo
santa o mala mujer,
y...mala...¿porqué? Porque te quise y te amé como
nunca
nadie en éste mundo te amó...Porque no
veía más que por tus ojos, porque me
faltaba el
aire si dejaba de verte un sólo día y porque sin ti
moría, y...Por todas esas pasiones, me dejé llevar
por tus locuras y
las mías que no eran más que
una lucha continua entre dos corazones que no
atendían a razones hasta que me vi frente a
mí...Fueron sólo dos haces de luz
que entró a
través del cristal... estaba sentada en el borde de
mi cama...giré
la cabeza y allí estaba él
sonriendo...tenía los ojos brillantes de amor...las
sábanas le cubrían hasta la mitad del torso...sus
brazos fuertes y hermosos me
atraían de una
forma tibia y suave... nunca había visto tanta
serenidad...me
transmitía paz...una paz que hacía
tiempo no sentía dentro de mi corazón...
pues...Sólo
le di cabida a tu ardor...al
fuego de tu cuerpo, tus besos tormentosos...el
encanto de lo prohibido, el riesgo...el apasionado
encuentro después de
varios días sin aparecer...me
gustaba mucho, ¿te
enteras? Me enardecías de
pasión...no sé porqué tenía tanto miedo a
perderte...era
como si estuviera de más en la
vida...Mi cabeza está en guerra contra mis
sentimientos...Quizás fuera a causa de aquél vacío
tan grande que sentí cuando mi
chico me dejó por
otra, creo que fue en aquel justo instante cuando
ésa mala
mujer se apoderó de mi ser, hasta
ahora...pues...He dejado de sentir esa
irresistible
pasión por ti, y de repente me encuentro bien al
lado de él, y por
eso ahora tú cuando te sientas
solo pienses...ahí va esa mala mujer...
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