Me estaba esperando...lo vi desde lejos...asomó la cabeza a
través de la ventanilla...tenía el rostro lleno de tristeza, sumiso y perdido...entregado
todo a mí...nunca lo había visto desprender tanto amor...era como si quisiera
escarbar dentro de mi corazón, y yo que temía lo peor salí del paso como si me
fuera indiferente, y no fue así, si no que no quería dejar que se hiciera
ilusión de volver a empezar porque...Tenía el corazón desesperado de tantos
besos apasionados, tantos abrazos compartidos y tanto tiempo perdido...¿Estás
bien? Me preguntó...muy bien, le dije yo y seguí andando con pasos ligueros...pues...Temía
que si no lo hacía volvería a caer en sus brazos de nuevo...ni siquiera volví
la cabeza, sólo deseaba llegar a mi destino lo antes posible, pero...Una punzada
de dolor alertó a mi corazón que todavía lo amaba, y lo que es peor, lo deseaba
con toda mi alma...Apenas había doblado la esquina, cuando sentí que los ojos
se me llenaban de lágrimas...era inevitable, hacía muy poco tiempo que decidí
dejar la relación...pues...Era un imposible, una historia que no tenía un final
feliz...¿Qué quieres decir? Le oí decir...¿Por qué dices eso? Insistió...sabes
muy bien a qué me refiero, no me hagas repetir lo que tú y yo sabemos, pero...No
se da por vencido...me ama...sé que me ama...lo mismo que yo a él...te llevo
grabado en mi piel, en el corazón...en el alma...no puedo dejar de pensar en ti
día y noche...eres parte de mí...estás constantemente dentro de mi cabeza como
si fueras un parásito...no puedo echarte de ella y si me vienes a buscar, menos...no
dejas que te olvide...me lo está poniendo muy difícil, y por eso...Tendré que
buscar la manera de que me odies y aborrezcas...será algo muy difícil, pero no
imposible...Te equivocas...le sentí decir... ¿Por qué? Respondí...porque te
quiero a morir...y...antes me quito la vida que dejar de
quererte...Sensaciones, haces de luz que iluminan mis sentidos, trazos
sensoriales que atraviesan mi mente cuando diviso su silueta desde lejos,
reconozco sus andares, y por eso...Escucho sus quejidos a través del movimiento
de sus manos, el giro de sus ojos de un lado para otro buscándome por todas
partes, quiere encontrarme para echarme en cara todas sus lágrimas, sus noches
en vela y la melancolía que le embarga desde que no me tiene en sus brazos...Lo
sé, ¡vaya que lo sé! Es como si adivinara sus sentimientos, debe ser que sea receptiva
a sus emociones, o la intuición femenina la que me proyecta a la razón de su existencia...
pues...Oigo sus palabras a través del aire que expulsa a cada paso...palabras
inquietantes que se instalan en mi mente como si de verdad estuvieras hablando
conmigo...Sí, sí, eso debe ser...Últimamente me ha dado por hablar sola para
auto convencerme de que hago lo correcto y no sentirme culpable, no sé porqué...bueno,
lo sé, ¿para qué vamos a engañarnos? Lo que pasa es que no quiero aceptar que
soy la culpable de todo lo ocurrido...Lo siento mi amor, tendrás que
perdonarme...Siempre me ha gustado flirtear un poco con los hombres... ¿Un poco
dices? Eres puro derroche de seducción...Vaya, ya estoy oyendo su voz otra
vez... será que no me lo puedo creer...Es verdad, me gusta jugar con frases
íntimas y secretas, esas que se pronuncian bajo sábanas de algodón, y yo de eso
sé mucho...no por experiencia, vayas a creer lo contrario, si no porque soy romántica
y soñadora...¡Déjate de cuentos! A ti lo que te gusta es ser el centro de los
hombres y no te das cuenta de que ya no eres una jovencita, ¿te enteras? No me
la das con esa cara de niña buena que pones...Tiene toda la razón, y por eso me
encuentro sentada en la última banca de éste templo...No hay nadie, sus techos
son altísimos y apenas entra luz a través de sus ventanucos...¡Cuánta paz!
Tengo la mirada perdida en las baldosas del suelo, son de mármol...mis manos
descansan unidas en mis rodillas...una lágrima huidiza recorre por mis mejillas
sin poderla detener...No sé qué hago aquí, pero me gusta sentirme arropada por
éstas paredes que es como si me comprendieran, son las únicas que saben cómo
siente mi cuerpo, mi corazón...mi alma...Soy muy caprichosa, presumida y
coqueta, me gusta flirtear con los hombres, seducirlos, llevármelos a mi
terreno y una vez que lo consigo, los dejo tirados como si fueran cosas... Te
atraje con mis encantos, con el morbo que dejaba entrever en las insinuaciones
de mi piel, y por eso...Te enamoré...y ahora...Tengo miedo de sus sentimientos
que son los míos, tengo miedo de seguir mi camino...pues...Vaya por donde vaya,
siempre estarás en mi destino...ya no tengo fuerzas para continuar, ni armas
con qué luchar contra ti...me has robado la libertad de amar a otro hombre, y
no es porque no lo haya intentado, que intentarlo lo he hecho en más de cinco
ocasiones, pero...Vivo tan sólo por ti y para ti...pues...Eres el único hombre
capaz de sacar a la mujer que habita en mi interior con las garras de la seducción...
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