Estaba una mañana asomada en ésta ventana, donde mil colores
se presenta ante mí dándome los buenos días, cuando de pronto recibí un mensaje
por privado que me dejó muy intrigada…No sabía qué decir, por lo que lo volví a
leer y releer pensando que esas palabras tan correctas y amables no estaban
dirigidas a mí si no a otra mujer, y que éste señor se habría equivocado de
persona, cosa muy normal que ocurra por estos medios de comunicación. El caso
es me rozó el alma, ¡vaya que sí! Que me dejó varios días
trastocada…pues…Llevaba varios días dándole vueltas a algo que rondaba por mi
cabeza que no me dejaba conciliar el sueño sin saber qué hacer ni por donde
tirar…Tengo que romper con todos los hilos que me unen a ti que me están quemando
hasta la respiración…Necesito escapar de tus brazos y labios de fuego…No puedo
seguir por las huellas de tu candil…mil criaturas incandescentes me arrastran y
doblegan con los recuerdos de tu fusil, y yo que soy mujer ardiente con sangre
y veneno latente…me lanzo deprisa y corriendo por montes y senderos para
entregarme a tu cuerpo, y por eso…Quiero desaparecer de tu vista, volver a
caminar por callejuelas y grandes avenidas, seguir escribiendo relatos y
cuentos hasta que desaparezcas de mis recuerdos...pues…Ese mensaje que me envió
ese caballero ha rescatado a la mujer que se perdió entre abrazos y besos
traicioneros, y…¡Se acabó! Se tiene que acabar esta aventura de pasión donde no
hay sentimientos de cariño ni amor, tan sólo nos guía la pasión…Era una quimera
donde lo único que prevalecía era la llama de lo que dura una vela, dos besos
en la boca y adiós…Así que ni corta ni perezosa, le contesté rápidamente el
porqué de esas palabras refiriéndose a las historias que cuelgo en la red,
siendo tan sólo una ama de casa monda y lironda, a la que le gusta jugar con
las letras escribiendo para la gente sencilla y cercana, incluso a veces,
publico pequeños textos atrevidos y descarados, ya que escribir sobre pasiones
y aventuras eróticas es lo que más me llena, sobre todo exponerlas en éste
medio de comunicación donde se dan cita toda clase de gente, y eso de contar
aventuras y desventuras de hombres y mujeres me encanta, sobre todo si se aman
con la libertad de los jadeos y gemidos…pues…Siento el alma de otras mujeres
que jamás conocieron el amor, el sexo compartido y cada vez que salgo a
caminar, los suspiros de su garganta se me atraviesan en el pecho y me aclaman
amores secretos para sus vidas y para su lecho…Otras veces me convierto en la
celestina de alguna señorita que cansada está de su soltería y la llevo conmigo
en mis versos y mis poesías…pues…Me gusta contar historias de amores y
desamores…Claro que por otra parte, quizás se me vaya la pinza, como se suele
decir en el argot actual, y me paso siete pueblos…¡Ay si mi madre levantara la
cabeza…! Era tan fina y recatada ella, tan educada y correcta en sus actos y
maneras, y yo, mírame, aquí estoy dándole que le pego a las teclas, todas
ardiendo y echando chispas como si fuera una dragona, y es que…A veces me cruzo
con unos señores, todo acicalado y bien plantado que te echan una miradita
llena de picardía…están como pidiendo guerra a solas y a escondidas...y lo ves
un día y otro también…después te lo vuelves a encontrar rondando por los
lugares que tú vas...y una que está algo desaprovechada y todavía activa…ataja
por esos caminos solitarios y sin rumbo...le da un buen pico, y aquí no ha
pasado nada, ¡natural como la vida misma! Tan sólo es un escarceo con ansia y
deseo que hacen suspirar a mis letras y a usted, ¡madre mía de mi vida! Ni
siquiera, cuando era una adolescente se me hubiera ocurrido decir tales
palabras, incluso si veía a algún chico todo cachas y guapísimo de la muerte,
lo miraba, ¡vamos que evitaba el cruce de ojos! Y ahora, siendo tan mayorcita,
¡jolines! Reconozco que se me ha soltado la lengua con una osadía que mejor me
callo, porque…Más de una vez me tildaron de mujer libertina y arbitraria,
incluso en cierta ocasión, una señora me dijo que no tenía ni pizquita de
vergüenza, y que era muy mayor para tales historias y que parecía que estaba
deseosa y necesitada, ¡me cachis en la mar! Me sentó fatal, sobre todo porque
da la sensación de que los asuntos sexuales son privilegios de jóvenes y
adolescentes, así que cuando éste hombre, un completo desconocido para mí, me
envió ese mensaje por privado me quedé bastante tocada, a lo cual le pregunté
si no veía mis frases algo subidas de tono y si me consideraba una poetisa poco
respetuosa con los versos que colgaba en la red…Francamente cuando recibí su
contestación me quedé alucinada…¿Acaso puedes escribir algo que no sea
respetuoso y exquisito? Eres una mujer toda feminidad y sensualidad, física y
mentalmente, y así como tu cuerpo y tus curvas, junto con tu dulce sonrisa,
delatan que escondes los más dulces rincones, y evocan el deseo descubrirlos y
recorrerlos, con tanto mimo como desmedida pasión, de igual manera tu mente,
llena de pasiones y deseos ocultos, como Platón en el Mito de la Caverna, solo
muestra, a través de tus relatos, de forma tenue y delicada reflejos que no son
más que una ínfima parte de esos ocultos y lascivos deseos que tan espectacular
mujer esconde. Ojalá fuera el hombre que llena tu mente y despierta tus
sentidos al extremo, ojalá rompieras los muros de protección y te dejaras seducir
y mimar... ¡Privilegiado será el hombre al que abras esos diques! Vaya, pensé
para mí, no esperaba tan esplendida contestación…Era como un dardo justo en
medio del pecho y por eso…He decidido seguir escribiendo con la libertad de los
sentimientos y romper con todos los abismos de hielo…aunque me arrastren a los
infiernos…
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