Toda una vida
desperdiciada es la que me atrapó cuando te conocí…Necesito saber que voy a
hacer con mi vida…me encuentro en un tira y afloja…estás tan lejos de mí…Apenas
puedo extrañarte, ya no te siento en mis sentimientos, se fueron todos tus
besos, esos que tenía tatuados en la piel…los suspiros los tengo atorados…tus
caricias se las está llevando el viento, me la están arrancando del cuerpo a
hachazos…pobre de mí…mi mente desvaría…necesito salir de aquí…me ahoga tanto
encierro en tu tez...pues...Quisiera evadirme...refugiarme en otros brazos,
pero…Muero si no te tengo junto a mí...No te despegues del halo que rodea mi
pensamiento, porque si te vas, sabré que te fuiste para siempre…pues…Hay un
hilo rojo que une tu mente a mi corazón…Nací en el norte de España, soy
gallega, descendiente de auténticos celtas y tengo más de setenta años…¡Cuánto
tiempo ha pasado ya…! Parece que fue ayer cuando nos besamos por última
vez....Nos enamoramos al instante…Nuestros ojos se cruzaron en una mirada de
fuego…Fue una mirada que me traspasó el alma quedándose clavada en mi pecho
como si fuera un lucero…mi lucero…Nos separaron, no nos dejaron vivir nuestra
historia de amor y he estado más de media vida llena de odio y
rencor…pues…Jamás te olvidé...no sé por qué no me rebelé contra ellos…Malos
tiempos fueron la de aquella época, donde la mujer no tenía ni voz ni voto para
elegir…era tan jovencita…apenas tenía diecisiete años…Me quedé sin lágrimas…se
me secaron los ojos, enmudeció mi garganta de tanto llanto contenido…Señor mío
hoy me postro ante ti para echar toda mi rabia fuera, esta rabia que me
encoleriza las emociones y hace que me rebele contra el mundo…y contra
él…Siento rencor…estoy llena de rencores y odios…Tendrás que perdonarme porque
soy incapaz de perdonar a mis padres y a él…¿Por qué no luchaste por mí? Me
siento una mujer desperdiciada…tenía tanto que dar, tantos abrazos que se
quedaron ateridos de frío…tantos besos congelados en mis labios…me ahogaban los
suspiros desde ultratumba…Cada día que pasaba gritando tu nombre sentía cómo se
me iba la vida, y allá donde voy te busco con la mirada…Ahora te lo digo, mi
amor, ahora que tú ya no éstas conmigo y tengo la cabeza llena de canas…pues…Sé
que nunca te volveré a tener en mis brazos, ni besar tu boca como la última vez…De
rodilla me encuentro en ésta catedral donde vengo a rezar para pedir perdón por
mis errores, unos errores inducidos por la voluntad de mis padres que nunca
vieron con buenos ojos el amor de mi vida…Lo apartaron de mí porque era de otro
país y ellos querían nietos celtas de pura raza…Un colombiano más negro que
blanco, decían…¿Qué clase de hijos tendréis? ¡Mulatos! Toda la gente te
señalaran con el dedo…tarde o temprano te abandonará…Me pintaron un futuro
atroz obligándome a casarme con un burgués diez años mayor que yo, del cual
nunca me enamoré, ni siquiera lo llegué a amar a pesar de haber tenido hijos
con él, tan sólo me dejé querer hasta que enviudé…Estuvimos casados treinta
años y durante todo ese tiempo jamás lo olvidé…pues…Te oía susurrar en mi pecho
mientras tus dedos se enredaban con mis cabellos blancos…eran como suaves
caricias alrededor de mi cuerpo, presagios, avisos de que algo estaba
pasando…tenía palpitaciones repentinas que me arrebolaban la cara, frases suyas
escritas en el aire buscándome…Estaba dormitando en el sofá cuando algo llamó
mi atención…Era un nuevo programa de televisión que se basaba en que una
persona llamara para reencontrarse con otra para decirle algo muy especial…Hay
una cosa que te quiero decir…Mi corazón empezó a latir repentinamente…tenía que
acudir a su llamada...No podía dar crédito cuando te vi frente a mí…Mis ojos no
paraba de llorar…Nos abrazamos como si nunca nos hubiéramos separados y nos
casamos…Fueron los dos años más felices de mi vida donde gastamos todos los
besos y abrazos que se quedaron rezagados en el tiempo…hasta que la enfermedad
lo apartó de mí, y por eso…Hoy me postro ante ti llorando, mis lágrimas caen
por mi rostro tranquilas y relajadas a pesar de haber tenido toda una vida
desperdiciada…
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