Sé que te has enamorado
de mis palabras apasionadas, que me quieres y me amas… Espérame por favor,
déjame un tiempo tranquila para que me encuentre con mi verdadero yo…pues…Tengo
el corazón relajado, mi alma está en calma y vivo casi en paz, pero aun no
estoy preparada para tener una nueva relación…Nunca tuvo compromiso conmigo,
tampoco fue mi marido, ni mi amante, ni mi amigo, tan solo fue uno que pasó por
delante…Fueron muchos años junto a él y aunque nuestra historia fue muy
tortuosa, cuando lo veo todavía me palpita el corazón…Quizás me vuelva a
enamorar, quien sabe, nunca pierdo la esperanza y aunque ahora he cerrado
puertas, tengo las ventanas abiertas para que el amor llegue a mi casa… Me
miro, lo mire y me pregunto… ¿Dónde va usted? Estoy buscando el camino para
salir de éste entramado de callejuelas sin salida, que me he perdido y no paro
de dar más que vueltas…No se preocupe usted que yo se lo indicaré… Y ahí
comenzó esta bonita historia de amor… Empezamos a andar tranquilamente, y
aunque al principio me sentía dubitativa, había algo en él que me incitaba a
seguirle…Una sensación de libertina complicidad nos unía. Debe ser ese hilo rojo
de pasión que fluye entre las personas… Cada vez sentía más su esencia en mi
piel, como si lo conociera…Quizás en una vida anterior ajena a mí, no lo sé…pues…A
veces presiento entes extraños a mi alrededor, sombras…Ánimas errantes que no
conforme con su estado ingrávido, muestran su apego a la tierra por una
asignatura pendiente que dejaron a medio hacer, y quieren llevarlas a cabo a
través de mí... Me sentía bajo su hechizo mental… De la cercanía de su
presencia fluía tal atracción física y espiritual, que al momento me giré hacia
él sonriendo…Sus ojos me miraban suplicando…Necesito besar tus labios…Nuestras
manos se chocaron levemente, y al notar la suavidad de su roce, una tibia
sonrisa se escondió en mis comisuras, y él sabiendo que lo había escuchado me
invitó a subir en su coche y accedí…Apenas me había sentado, ya estaba
arrepentida, pero algo en mi interior me impedía echar marcha atrás…Tenía el
corazón acelerado, alertándome de mi atrevimiento y osadía…Dos mujeres dentro
de mi cuerpo discutían a la par. Una hablaba de sentimientos, la otra de
libertad…De repente llegó una tercera intermediando entre el bien y el mal
dejando de lado la razón…Una sensación de libertinaje recorría mi pecho de
manera que ya no podía parar… ¡Señor, Señor! Pensaba para mis adentros…Yo no
soy así, te ruego que me perdones, ¡qué vergüenza por Dios! ¡Ay si mis padres
levantaran la cabeza! Yo, una señora de edad madura, ¿qué hago aquí sentada al
lado de un desconocido? Además, seguro que tiene quince años menos que yo, ¡qué
atrevimiento el mío! ¿Qué pensará de mí? Yo no soy así…Siempre he sido mujer de
un solo hombre…recatada, honesta, vergonzosa, más bien timorata… ¿Qué está
pasando conmigo? De niña me educaron en el cristianismo, rezando el rosario
diariamente…Esto no me pega, soy una mujer decente…Iba a oír misa todos los
domingos, confesaba y comulgaba al cura ese que cuando iba por la calle, todas
las niñas de la vecindad le besábamos la mano como si fuera un santo…Esto no
está hecho para mí, ¿qué me está ocurriendo? Al mismo tiempo empecé a abrazarlo
con todas las fuerzas de mi ser…Me dio un ataque de locura y lo besé hasta
hartarme, incluso me oía gemir…Era como si no fuera yo… ¡Ay Dios mío de mi vida,
qué vergüenza! Jamás he perdido la compostura y tengo unos pensamientos
lujuriosos que no me atrevo ni a nombrar, pero me siento como una fiera salvaje.
Desde que vi a éste hombre uniformado pasar por mi lado, despertó en mí unas
sensaciones más morbosas…Una extraña mujer brotó desde lo más profundo de mi interior…Quizás
ya estaba ahí y la rescataste con tu forma de mirar…Era una pasión pasajera y
letal que me envolvió para echar fuera toda la agonía de mi padecer…pues…Hacía más
de un año que no sentía en mi boca besos tan ricos y ardientes y llenos de
pasión…Un nudo de piernas y brazos ardían por seguir avanzando en ésta carrera
de fuego, cuando de repente me di cuenta de que aquello era como puro veneno
para mi cuerpo…y…¿ahora qué? Pensaba mientras sentía las caricias de sus besos
y abrazos…Una sonrisa lúdica renació de mis entrañas…Debe ser el uniforme que
lleva, que aunque me da un poco de vergüenza, reconozco que me encantan y me
pierden los hombres vestidos con uniforme, no lo puedo remediar, me arden los
pensamientos de una manera, que siento gritar los placeres de mi cuerpo a través
del cristal y otras cosas que me callo por recato y por respeto a mis padres, además,
¿qué pensarán mis amigas? Seguro que si se enteran de lo que estoy haciendo me
pondrían como hojita de perejil, y la verdad es que tienen razón, porque si yo
me enterara que una de ellas hace los mismos malabarismos con un desconocido en
su coche, no la miraría más a la cara, porque son cosas de gente joven…Esta aventura
loca que no tiene ni pies ni cabeza, no es nada más que una necesidad imperiosa
de amar y sentirnos amados. Los dos somos adultos y nos deseamos…No sé qué
pasaba por mi cabeza en aquellos momentos en los cuales me encontraba toda
entregada a sus besos…Quizás tenía prisa por empezar de nuevo para olvidarte…pues…Te
escapaste de mi vida de estampida, sin decirme nada, dejándome con la palabra
en la boca, pero… ¿sabes que te digo? Que ya no me importa porque pienso seguir
las pautas que me marquen los hilos de mis gemidos, bebiendo de la fuente de
los suspiros…
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