Sé que estás ahí escondido, me lo
dice tu indiferencia o la que me quieres dar a entender...creerás que soy
tonta, y lo soy, ¡vaya que sí! Que lo soy por un mal querer…tu querer que me
enredaste para conseguir algo de mí, y lo conseguiste, ¡desde luego que sí!
pero...porque yo quise...no vayas a pensar que fuiste tú el que tomó la
iniciativa...no que fui y yo, y eso trastocó todas tus expectativas porque
pensaste que era una estúpida mujer que se creía todo, y verdad es, porque cada
vez que doy un paso es con el alma...y con el corazón…Andando me encuentro sola
hablando con mis pensamientos, esos que están escondidos en mis adentros donde
no doy tregua a que se me oxiden, vaya a ser que se me olviden…pues a mí estas
cosas de los amores secretos me embargan y me dan más que menos, porque de
ellos se nutren mis encierros…¿qué sería de mí si yo no pudiera compartir estas
aventuras por éstos extrarradios? Es lo que me da la vida, me llenan de dicha y
alegría y es tanto el entusiasmo que obtengo, que no tengo más remedio que
echar mis alas al viento y soñar, si no me explosionaría la mente en una pompa
de amor…Creo que la gente actúa igual que yo, y no me paro a pensar que de todo
hay en la viña del Señor, ¡vamos que ni me lo planteo! Sé que te reíste de mí,
pero no me importa nada porque fui muy feliz dándote todos mis besos, ya lo
dice la canción, que cuando una española besa, lo hace con el corazón, y eso es
lo que no te esperabas tú, que se te grabaron de por vida, y ahí los tienes,
clavados como las flechas de Cupido, y por eso te da tanta rabia verme por
estos caminos de Dios tomando notas de esto y aquello, pero…¿sabes que te digo?
Que ni me alegro ni me enfado, que cada cual cargue con sus desafíos, que yo
bastante tengo con haberte querido…y te quiero…A veces se me pierde la mirada
en el momento que te conocí, y quisiera saber qué fue lo que me atrajo de ti…te
recuerdo como algo lejano, como si nunca hubiera pasado, y eso es lo que más
miedo me da porque no quisiera olvidarte nunca, ni ése momento de pura pasión
que vivimos los dos…saltaron chispas por el aire…fue de lo más emocionante que
he sentido en mi vida, y temo que la indiferencia se apropie de mis
pensamientos… y por eso me niego a olvidarte un momento, aunque yo para ti sólo
fui un pasatiempo…Trataste por todos los medios de convencerme que te traté
mal, como si carecieras de sentimientos, como si tuvieras el corazón de
cemento, y ahora que lo estoy meditando, lo creo de verdad… Me hiciste creer
que yo era cruel y hasta me sentí fatal, llorando a lágrima viva, riñéndome por
la poca sensibilidad que tuve cuando te dije que me iba de cena con un amigo, y
que no me molestaras hasta el amanecer, ¡vaya que sí, que estuvo fatal! ¡Cuánto
debiste sufrir…! ¡Qué daño tan grande por Dios! Lo siento, lo siento en el alma
y ahora me arrepiento, pero si no hubiera ocurrido ese percance…contéstame a
ésta pregunta, pero dímelo con el corazón en la mano…¿Habrías seguido conmigo?
No, sé que no, porque tú eres un comodón y de los antiguos, y prefieres vivir
tranquilito y relajado, porque eso de estar enamorado de una mujer, no te va,
es demasiado para tu verde corazón, ya que prefieres un rápido revolcón, aquí
te pillo y aquí te mato, a estar continuamente pendiente de mí…pero… ¿Sabes que
te digo? que yo también tengo un corazón, cosa de la que tú te has pasado por
las témporas, y te has jactado de echarme en cara una y mil veces que tan sólo
me iba contigo por interés…¿interés de qué? Y ahora te recochineas delante de
mí, ignorándome todo éste tiempo, haciéndome creer que te importo un bledo, que
pasas de mí…Es verdad, pasas de mí, sé que pasas como de las cagarrutas de las
cabras, lo sé…y por eso estoy triste…que no vivo desde el momento que te
conocí… Antes no lo quería admitir, tenía la esperanza de que algún día vendrías
a por mí, hasta me hacía ilusiones que los dos cabalgaríamos por las sendas del
amor, ¡fíjate, qué niñerías se me pasan por la mente…! Es que siempre voy a
contracorriente, ¿te enteras? no me doy cuenta…No sabes cuánto me duele tu
desprecio, me rompe el alma y se me llenan los ojos de lágrimas…y…a pesar de
todo no me arrepiento de haberte besado…miel con queso saben a besos…y por eso
te recreas en restregármelo por la cara con todo tu desprecio…pero…¿sabes una
cosa? Que si pudiera volver el tiempo atrás y empezar de nuevo, seguro, seguro
que volvería a hacerlo, porque me encantaron y me llenó de entusiasmo…tenía la
autoestima por los suelos…además que me estaban quemando el cuerpo…Con cuántas
ganas te los di, ¡madre mía! Es que me salieron del alma y eso no lo podrás
negar nunca…Me enamoré de la chispita de sus ojos que me hablaron de aventuras
y de antojos, y cuando quise darme cuenta ya me había echado la red y ahora me
es imposible escapar de él…Trato de olvidarlo, de alejarme de su mirada, sus
palabras…sus besos…y por más que me empeño, más intenso es su recuerdo que me
acompaña de noche y de día…Y por eso volví a sus brazos para olvidarte y
arrancarme tus besos de mi recuerdo…y de mis labios…¡Imposible! no hay nada que
hacer, que insiste cada día en un nuevo amanecer…¡Oye, escúchame! Tienes que
venir a por mí, necesito que me abraces de nuevo, ayúdame a salir de éste pozo
sin fondo que me hundo…me hundo cada vez más y es negro y profundo, no tengo a
nadie más que a ti. Sé que me quieres, lo sé, me lo dice el corazón, es
imposible que me engañe, nunca lo ha hecho, y continuamente me está diciendo
que tú no para de pensar en mí…Te quiero, sabes que te quiero, me consta que
hasta lo presientes como yo a ti, pero hay algo más fuerte que te hace dudar de
mí…Eres tú…me ves tan mayor y niña a la vez, tan auténtica, porque sabes que
soy una mujer entera, que me entrego sin condiciones, con las ideas claras, que
tengo personalidad y eso te asusta todavía más…¡qué ignorante! Si supieras
cuántas debilidades tengo, ni te lo planteabas, porque soy una persona
demasiado romántica y eso hoy en día ya no se estila, y se sufre mucho…Llámame,
llévame lejos, pero contigo, mira que se me está agotando la paciencia…Llevas
toda una vida echándole un pulso a la mente, a ver quién gana a quién, como si
estuvieras en el cuadrilátero de la muerte, a puñetazos limpios, a la contra
del corazón…Nunca vas a cambiar, con tal que te enamoras de una mujer, otra vez
a empezar de nuevo, pero lo que tú no sabes es que te quiero, y deseo estar contigo
porque me lo pide el cuerpo…¡Ay Señor! No me escucha, no me hace caso, me
ignora, ni me mira…Tendré que darle un soplo de aire a éste aliento para que
haga presencia en sus pensamientos… Cerraré mis ojos para darle cobijo y abrigo
a los sentimientos… Susurraré al viento cuánto lo deseo para que se lo lleve en
ráfagas de fuego alrededor de su cuerpo… Serpentearé por las comisuras de su
sonrisa para que me vea desnuda y con prisas… Rasgaré con sigilo la pose de sus
sentidos con la guadaña de mis más bajos instintos…Navegaré por sus sueños
calenturientos de pasión y deseo, imaginando que soy él pensando en mí… Y se
despierte diciéndome al oído…Tengo que recorrer tu cintura con mi boca, comerte
a besos ese cuerpecito tan lindo y chiquitito que tienes, que me ha vuelto loco
el sentido…y me has robado el corazón…
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