martes, 27 de octubre de 2015

EN EL OTOÑO DE MI VIDA.- (MICRORRELATO)





Por qué será que a media noche me despierto a la misma hora y te pienso…debe ser que tú también me piensas, es como si estuviéramos hablando una conversación sin palabras donde los besos y abrazos son los protagonistas de nuestros encuentros…Apenas dormitamos, pues hasta oigo como me susurras y me pides que no te deje nunca...parece mentira que aún no me haya acostumbrado a la soledad de mi cuerpo pues siempre estás tú... Sé que eres mío, me lo dicen tus ojos, porque siento tu pecho abierto y hasta las costillas las tiene medio partidas de tanto como me suspiras…y te veo el gesto roto de dolor, y las carnes vacías y las manos casi cerradas en un puño, buscando mi cuerpo, mi boca y mis susurros cuando te grito en el oído...oye, niño...me gustas mucho y me encanta esa manera que tienes de mirarme a la cara…Sobre todo cuando te desnudas y apareces ante mí con esa camiseta…Mira que me gustas con esa camiseta blanca de algodón, ¡vaya que sí!…Pareces un peón camionero, pero… tienes un no sé qué tan irresistible que me provoca a lanzarme como una leona para tu cuerpo…y hacerte mío al momento…y tú al ver éste derroche mío de pasión, te entregas con las fuerzas de un león…Y es que no tenemos parangón, siempre ahí comiéndonos a besos, debe ser que nos necesitamos tanto…o quizás temas que con los años se marchite nuestro amor…los encuentros ardientes y todas esas cosas que rodean al éxtasis de pura pasión...A veces tengo mis dudas y pienso que tarde o temprano éste sentimiento tan fuerte se acabará, pues dicen las malas lengua que con el tiempo la pasión se acaba y tan sólo el pensarlo me aterroriza…Es tan emocionante sentirse siempre tan deseada aún, es como si en el otoño de mi vida no tuviera otro fin para subsistir…O quizás es que Dios me hizo con ésta naturaleza de mi existir, pues no conozco otra manera de ser feliz ya que tengo todo lo demás al alcance de mi mentalidad, reconociendo esto y lo otro como algo tan normal…y natural...Hasta me asusto de mis propios pensamientos cuando pasan las horas del día, semanas, meses y años, todo el tiempo permanentemente estás tan dentro de mí...como si yo no tuviera conciencia de mi existir, siendo tú el dueño de mis sentimientos, dirigiendo los hilos de mis impulsos y emociones hacia los deseos de tus más bajos instintos, llevándolos a cabo a través de mi…Cuántas preguntas sin respuestas en mi corazón cuando tomo las riendas de mi razón…Será que tú no estás en ese momento pensando en mí y es por eso cuando caigo en la cuenta de que soy la dueña de mis emociones…Me hago la gran pregunta del por qué…Qué gran misterio será ese, cuando a medianoche, a la misma hora me llamas con el silencio de tus suspiros y me dices cuanto me necesita, y yo que te siento y te veo el gesto roto de dolor, alargo mis manos vacías buscando tu cuerpo y te susurro muy bajito en el oído, aquí estoy yo, que todavía no me he ido…y el eco de tu voz me grita muy despacito…hasta mañana amor mío…Aunque a veces tengo mis dudas y por eso actúo de manera tan informal…Será para que no te lo creas demasiado y siempre estés a mi lado…Es por eso que en mi mente le doy vida a escenas que teje la maraña de mis pelambreras sin darme cuenta, pues he de avivar el fuego con historias que me invento para que nunca jamás se acabe nuestra gran historia de amor, si..no...¿para qué quiero vivir yo…? Mi vida está llena de aventuras y desventuras y a veces quisiera llorar, echar mis lágrimas al viento pero no me salen, me cuesta trabajo, y no sé porqué, pues ganas tengo…Tan sólo caen sobre el teclado derramadas con palabras de amor…A veces me siento como hoja de árbol vapuleada por el viento que me arranca y me arrastra por los aires plasmando ráfagas de amor...Es mi portátil, fiel amigo mío, mi hombro, mi amante que escucha pacientemente los impulsos de mi corazón…Sé que estás muy enfadado por lo que te dije el otro día, fueron los celos, ¡malditos celos que me enmarañan la mente y enajena mi corazón…! Y por eso te mentí, pero tú sabes que no, que sólo te quiero a ti…Por eso cuando me crucé contigo no hizo falta ni las palabras ni una mirada, esas que tanto te gustan de mí, para que supieras el dolor que me habías causado dudando de mí y tú, orgulloso, al otro día hiciste los mismo…Me encuentro otra vez sola, hablando con las piedras y con los chinos, hasta con las flores que me miran con pena, están lo mismo que yo sin nadie que las mime un poco…A veces tengo mis dudas también…Ahora no me busca, no me quiere y siento que lo voy a perder. Pensará que soy una mujer que se va con cualquiera, que no tengo principios y que no me doy a valer…Pero ya no volveré a dudar de ti, mi amor, jamás pensaré que estás con otras, son las dudas que se adueñan de mis pensamientos cuando veo pasar los días y no te dejas ver…Y de repente ahí que estabas tú…Me miraste con cara de maldad, sé que estás muy enfadado conmigo…Escúchame, tenemos que hablar…Le dije…Esto no se puede quedar así porque se deteriorará nuestra pasión y nuestra pasión es intocable, fuerte, romántica y ardiente a la vez, esto no lo sabe nadie, sólo quien lo vive en sus propias carnes…nuestras carnes mi amor…Soy muy celosa, no soporto que esté con otra, nada más que conmigo, por eso te dije con toda la rabia que había estado con otros…para hacerte daño…Se quedó mirándome a la cara, a los ojos, como si quisiera leerme los pensamientos, ¡mis pensamientos! Le salían los diablos por todo su cuerpo, estaba endemoniado, con ganas de torturarme…Tú sabes que me precio mucho y que valgo un montón y mi cuerpo sólo para ti…No podía soportar ni siquiera la idea de que yo le hubiera engañado con otro, era de su propiedad, no quería compartir mis jadeos con nadie, ni mis gritos…Siempre te has jactado de que eres el único hombre que me conoce como a la palma de tu mano y una vez me dijiste que yo era tuya y tú mío, juntos hasta la muerte así que ya deberías saber de qué manera te quiero y cómo te deseo…Se dio la vuelta y se marchó...¡Corre, corre, corre! Me dijo el corazón abierto y sin dudarlo salí corriendo…Y por eso te paré en medio de la calle, te abrazé delante de la gente y me colgué a tu cuello para comerte la boca a besos…y desde ese momento no pasa día que no me reclames un solo beso para que te apague el fuego que te quema por dentro…






No hay comentarios:

Publicar un comentario