martes, 6 de octubre de 2015

A TROMPICONES CON LA VIDA.- (MICRORRELATO) Primera Parte



Estuviste buscándome todo el verano, cada día que salía, allí que te veía pasar de frente, de lado y hasta detrás, como si ya no pudieras seguir viviendo y yo, débil mujer, allá que caigo rendida a tus pies como una colegiala…Me pierdo, me pierdo cuando me miras, porque me miras pidiendo limosna de amor, rogándome que te quiera y suplicándome un beso por favor, y yo que no sé negarte nada, te beso, me entrego y me doy toda entera, porque te amo de corazón, y luego cuando te hartas de mí, te vas, te das la vuelta y te alejas de nuevo dejándome el alma vacía…No te entiendo, no te comprendo, siempre igual, y aún sabiéndolo de antemano caigo en la trampa de tus redes…Y por eso me colgué la mochila y me fui a caminar por los barrios más periféricos de la ciudad, donde la muchedumbre se apretuja entre los bares y comercios por todas partes. Me encandilan y entretienen el deambular de la gente, es una manera de poderte olvidar, sacarte de mi mente pues desde el otro día que te vi frente a ella, no paro de cavilar que te gusta y hasta que te puedes liar y abandonarme, por eso hoy cuando me crucé contigo, giré mi cabeza para no verte ni la cara ni los ojos, porque no quería que me pararas para decirme esto y lo otro, y que te dieras cuenta de que tú a mí no me las con queso…Que ya estoy harta de tus explicaciones, siempre divagando, diciéndome que coqueteo con todos y por eso me quieres dar celos mirándola, y al final me voy a ir con el primero que me guste…Y luego no me vengas con el rollo de que estaba deseando dejarte para irme con otro, eso serán tus pensamientos, la verdad es que ya me estás dando qué pensar, ¿te enteras? Porque tú sabes que soy atrevida y que cuando me hacen daño me pierdo, y ya no me ves el pelo en un mes por lo menos, ¡vaya qque sí! La verdad es que yo tampoco soy trigo limpio, pues también he tenido mis devaneos, total no es para tanto, dos tío más jóvenes que me llevé al huerto...soy tan curiosa…Realmentes estuve con éste niño para olvidarme del perenne, si ese que no me deja ni de día ni de noche y que tenga mi vida tranquilita y sosegada…Y por eso les cuento… Fueron unos besillos de nada, lo malo es que nos rozamos un poco, y hasta me llevó a su dormitorio, y por gusto estuve un rato echada en su cama, pero vamos, más que unos mordisquitos birrioso y gurrumino...
estaban ricos, para qué nos vamos a engañar, y se puso muy contento…Lo malo fue el militar...Estaba coladito por mí, ya ve, veinte años menos que yo, y ese si que me gustó por el uniforme, ¡me pirran los uniformes! Desde siempre, no sé qué es lo que me pasa pero me ponen a cien, es ver a un tío en uniforme militar y se me descomponen todas las teclas de mi cabeza, ¡madre mía, cómo me gustan! Y mira por dónde se me ocurrió decírselo y ahí que lo tenía todo el día esperándome, con su gorrilla echadita para un lado, y el pantalón y el cinturón, así puesto como de muy machote, y la camisa con las mangas arremangadas...se leveían unos brazacos, ¡me encantan los músculos! ¡qué cosas por Dios! Y un par de botones desabrochados, mostrando unos pelillos que le sobresalían del pecho, ¡eso si que me gusta! Me imaginaba unos pectorales como una tableta de chocolate, vamos para comérselo que estaba… No es por nada, pero tenía un no sé qué, que me ponía loquita perdida, como para hacerle un hombre, ¡por Dios! Y eso fue lo que me perdió que estuve casi un mes entero, pero la verdad, ya me estaba hartando, porque a mí éstos tíos que pasan de los treinta y cinco, que se creen los amos del mundo y que todo el monte es orégano...me repatean...Y yo, la verdad, no estaba por la labor, porque llega un momento que me aburren, ¿qué quiere que le diga? Que no me dicen nada...Sí, sí, mucho pelillo en el pecho, mucho enarbolar la bandera, pero que a mí me van los madurito, o sea de mi edad, porque ahí ya hay una historia que contar, porque vamos, ¿de qué puede hablar un tío de esos que no sepa una ya? ¡Nada, nada! Sólo de tetas, culo y poco más...Total que lo quería dejar, pero él se creía que yo era una coqueta y que me había encaprichado con otro, y no me vea la que tuve que liar para dejarlo sin hacerle daño, porque no se pueden imaginar lo que es ver a un tío más grande que un carro llorando en tus brazos, ¡jolines! Que bastante he tenido que aguantar un llorón de noche y de día como para estar limpiando mocos todavía... Porque lo que a mí me gusta es la pasión enardecida de una pareja toda enamorada...Enfrascada en el arte del hechizo a saltos de mordisco limpio, y la magia de la aventura, donde un hombre y una mujer se enfrentan a situaciones rocambolescas, dando rienda suelta al exterior todas sus debilidades, sin tapujos ni temor al ridículo, enfrentándose a sus más bajos instintos carnavalesco a golpes de latidos, y amor compartido...A trompicones con la vida y a bandazos ardientes de mil besos de pasión…y locos, siempre muy locos…Míralo, ya lo tengo en el bote, y es que en el fondo es un niño que le gusta estar al mando, es un iluso si se cree que me puede tener tan fácilmente...A éste ahora le voy a dar caña para que se de cuenta que conmigo no se juega como si fuera una muñeca de feria…Después de tantos años siendo mi esclavo de amor, ahora quieres ser el amo de mi desamor…Y todavía no ha nacido hombre que domine a esta clase de mujer… Continuará…

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