A esa hora estaba el centro repleto
de gente que iban de compras ya que las fiestas navideñas se acercaban, fue
entonces cuando me paré a ver una falda larga que lucía una maniquí tras el
cristal del escaparate que llamó mucho mi atención...
Me quedé observándola al mismo tiempo que no paraba de pensar en él...pues... Había
decidido dejar de acudir a nuestras citas secretas y el único modo que tenía para
olvidarlo era salir por ahí y perderme entre la muchedumbre, aunque su recuerdo
me perseguía y allá donde iba, sus besos en mi boca ardían como mecha de vela
encendida... Recuerdo en la distancia de aquél lejano día cuando te amarré a mi
abrazo con la osadía de la juventud perdida, y ahora, a pesar de los años
pasados sigue vivo y latente en mis labios impuros por aquél beso regalado, que
con la desfachatez de mis manos te agarré de improviso y con descaro, y tú que
estabas tan necesitado te quedaste desde ese momento enganchado, y por eso... Me
voy, me retiro, es hora de andar libre y sin ataduras... estar en paz y
tranquila conmigo misma, y como decía mi madre, cada uno en su casa y Dios en
la de todos...pues... Esto de llevar una doble vida ya me está pasando factura...
Lo mejor es dar paso al olvido, además tarde o temprano la pasión se apaga... ¿Qué más quisiera yo que tenerte en el olvido? No, no...se ve que no puede ser porque tú no me dejas de
ver...me buscas por todas partes, por amplias avenidas y por las calles más
recónditas de la ciudad... así es imposible olvidarte...y cuando me ves, te
paras frente a mí, me miras con cara de perro apaleado y me interrogas...¿Qué
pasa? ¿Ya no me quieres ver? ¡Vaya! Lo ha vuelto a hacer... ¿Qué está pasando? ¿Soy yo o es él? Son los fantasmas
del pasado que no me dejan avanzar, pero...Sea ficticio o real...me parte el alma en dos...parece un
niño perdido... en el fondo lo quiero... Se quedó
mirándome incrédulo... Era muy triste verlo ahí, quieto...con la mirada perdida
en mis sentimientos... era como si quisiera escarbar
en ellos, averiguar qué pasaba por mis adentros... Le dije que no podíamos
seguir de esa manera... ¿Porqué? Porque es un imposible y arriesgado... ¿Y
antes no? Me preguntó... Siempre fue arriesgado y peligroso, lo sabes... Le
respondí sin inmutarme... ¿Y hasta ahora no te has dado cuenta? Hice un gesto con
la cara afirmativo por lo que insistió... ¿Después de tantos años amándonos? Sí,
ahora me he dado cuenta... ¡No lo entiendo! ¿Qué no lo entiendes? Vamos hombre,
tú y yo sabemos que lo nuestro no tiene solución, además no quiero seguir así...
¿Así, cómo? Estamos bien, nos queremos, ¿qué es lo que te ha hecho cambiar? Quizás
la edad, no lo sé muy bien, pero ahora es cuando estoy teniendo conciencia de
que nunca vamos a llegar a ninguna parte... Es mejor dejarlo ahora que estamos
bien... Me di la vuelta y seguí andando... Él detrás, siempre detrás...Venga,
vete y no te enfades, ¿vale? ¿Qué pasará ahora? Dime, ¿te enamorarás de otro y
yo de otra? ¿Qué me estás diciendo? Le contesté airada... ¿Qué crees que soy yo?
¿Una mujer sin escrúpulos? No, eso no lo digo yo...pero no sé por qué quieres
acabar ahora... Ya te lo he dicho, tengo miedo... ¿Y antes no? No, antes era
una inconsciente y loca mujer de dos caras, y ahora he madurado...además no
quiero hacer daño a terceros, eso es, nada más pensarlo me asusta...parece
mentira que no me conozcas... Te conozco muy bien... ¡No! No me conoces, en
cambio yo a ti sí, sé cómo eres realmente... ¿Qué pasa, que piensas que puedo
estar con otras mujeres? ¡Sí! Estoy segura porque te gustan mucho las mujeres...
¡Y a ti los hombres! Te gustan mucho los hombres, he visto cómo les sonríes cuando
hablas con ellos, ¡eres muy coqueta! ¡Pues claro que me gustan los hombres! Soy
muy femenina, pero de ahí a estar con ellos hay un trecho, ¿te enteras? Yo soy
mujer de sentimientos, a ver si vas a pensar que me doy a cualquiera por
gusto... Seguí adelante y él a mi lado... Se resiste a irse, quiere ganar
tiempo para llevarme a su terreno, no cederá nunca, sabe lo débil que soy y cuando
menos lo espere, me amarra a su cuerpo con la soga de su armamento...Cavilaba en
mi interior por lo que le dije...Bueno, hasta luego... No se lo esperaba y me
dijo apenado... Espera, ya me voy, pero antes dame un beso, un beso de
despedida... Está bien, sígueme... No sé cuántos besos nos dimos, pero fueron
muchos besos lentos, calentitos, carnosos... sensuales... Me besaba, me miraba
a los ojos, me mordía los labios y me saboreaba la lengua...No te vayas
todavía...espera... quédate un ratito más...No, no, vete ya y no te enfades
conmigo, que sea un adiós bonito y definitivo, ¿me lo prometes? Me volvió a
abrazar fuerte mientras me besaba susurrando con ansiedad...¡Qué pena, qué pena...!
No quiero perderte, no quiero dejarte, tenemos que seguir...no puedo vivir sin
ti...Podrás, el tiempo lo cura todo, ya somos muy mayores para seguir de esta
manera, además no es bueno ni para ti ni para mí, lo sabes, ¿verdad? Y seguí caminando
hacia ninguna parte...
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