No quería hacer caso a la intuición esta maldita que tengo que todo me lo
vaticina como si fuera cosa de brujería...No quería creer lo que ya sabía de
antemano, era tan profundo y sincero el amor que sentía por ti que me negaba a
creer que estabas con ella, y ya ves, al final tú mismo me lo has dicho cuando
te has cruzado en mi camino, porque venía de estar con ella, ¿verdad? Lo sé…ya
sabes cómo somos las mujeres enamoradas, que las cazamos al vuelo…debe ser que
tenemos las antenas puestas siempre…claro que eres tan torpe y evidente con tus
continuas dilaciones…tú mismo te delatas…esas respuesta evasivas cuando te
pregunto…ese mascullar entre dientes cuando hablas bajito, tan bajo que apenas
te oigo, pero escucho con oído mental, ¿te enteras? Lo he leído en el halo que
te rodeaba, en el gesto de tu boca, en tus ojos de mirada incrédula…No
esperabas verme pasar y ese asombro de las facciones del rostro te han delatado
de infiel y renegado…Todas las explicaciones que una vez te pedí, hoy me las
han aclarado tus andares por pasajes tórridos... el cuerpo tenso y la actitud
de verte descubierto...¡Qué falsedad desprendías al caminar…! Cuanta hipocresía
cuando me decías que me querías, que me amabas y que te gustaban mis ardientes
besos…Burdo y desleal hombre de poco bien y mucho mal…Lo que no comprendo es
que sin tener nada que perder, has seguido conmigo y con ella, ¿qué pasa? ¿No
tenías bastante con una mujer? Si no me querías habérmelo dicho, que me hubiera
ido de tu vida…y la de ella...Quizás tengas miedo de perderte entre tus
enredaderas, pero…¿sabes qué te digo? ¿Qué, qué me vas a decir? ¡Míralo, ya le
salió el ego varonil! Que…de ahora en adelante actuaré como tú, ignorándote...
como si nunca te hubiera conocido, como si jamás hubiéramos pasado noches locas
de amor…pues…Hoy cuando te vi pasar de frente, nuestras miradas se cruzaron sin
decir nada y tú que me conoces tan bien, adivinaste mis pensamientos…Mil
revelaciones vinieron a mi mente rompiéndome el alma a pedazos…Las piernas me
empezaron a temblar, apenas podía seguir andando, dardos puntiagudos directos
al corazón…Quería morir, desaparecer de éste mundo cruel donde sólo fui yo la
que se dio…¡Por Dios…! No sabes cuánto daño me has hecho, ni cómo he sufrido
con tus absurdas estrategias…ni te imaginas por lo que he pasado…pues…Nunca te
negué un beso, ni un abrazo, ni siquiera horas de sexo compartido en cualquier
callejuela intransitable, un banco del jardín en noches oscuras o rincón del
portal, donde con la luz apagada nuestros suspiros se silenciaban…y tú siempre
me sellabas la boca con tu lengua insidiosa para que se me abrieran las piernas
y te dejara pasar hasta el fondo de mis entrañas, que cerrándolas prietas te
quedabas preso como ladrón de inocentes almas…Ahora que sé que no me quieres,
ahora que me di cuenta de todas tus mentiras, ahora que desperté a la realidad,
ahora ya me puedo marchar y dejarte salir de mi vida sin volver la vista
atrás...Al fin abrí los ojos de la mente y cerré los del corazón que allá donde
tú ibas, te seguía como paloma perdida en alta mar…pues…Me engañaste, me
llenaste la cabeza de fantasías y amores secretos y lo único que tú querías era
hacerme tuya de por vida... Y yo que estaba tan enamorada me creía todas tus
palabras porque las sentía como si fueran mías, las que te decía cuando me
abrazabas…y aunque sabía de antemano que te escondías tras el entramado de tus
bagatelas, tarde o temprano te iba a descubrir....pues...Me haces pensar mal y
ese mal pensamiento se adueña de las jaculatorias que vuelco al viento como
puro veneno para tu cuerpo y el de ella, que sepan todas las mujeres que eres
un mercader de menesteres aledaños, esos que no necesitan esfuerzo alguno, tan
sólo echar la caña y esperar pacientemente que pesque la más inocente y atrevida
de ellas…como yo, que aún sabiendo que te veías con otra, seguía contigo porque
te amaba…Sí, sí…te quería con toda mi alma, y tú lo único que has sentido ha
sido mera morbosidad, sexo puro y duro compartido por la doblegación de mi amor
por ti...Te he querido y odiado a la vez, toda yo era como una herida sangrante
y mortal…hasta ahora...pues...Ya no podrás seguir fingiendo conmigo porque al
final se ha quedado al descubierto tu infidelidad, pero fíjate qué cosas más
curiosas, que una vez descubierto, de repente te has ido de mi cabeza, y lo que
es mejor, de mi alma y mi corazón…Es hora de partir, de dejarte ir, de sacarte
de mi vida, de decirte adiós…Ya no tendrás más besos míos, ahora pertenecen a
los que quieran mis derroches...y por eso ya puedo caminar a mi aire,
tranquila, y aunque me duela el alma, pienso renacer de mis cenizas con las
letras de mis fantasías…pues...Hoy se despertaron las iras de mi temperamento y
se enfurecieron los juramentos…
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