Tengo el corazón
acelerado, rebosante de rubor…pues…he conocido a un hombre que me regala flores
por las mañanas y besos por las noches…es el hombre de mi vida, el que estaba
esperando desde hacía tanto tiempo, el mismo que una tarde me tropecé en el
camino y se me quedó mirando de arriba abajo…otro día me dijo…guapa, guapa…y yo
que estaba herida como la malquerida por tu amor, cerré los ojos y me entregué
a ese nuevo renacer con la locura de la pasión…Ayúdame cielo mío, vuelve a
quererme, vuelve a besarme, mira que te necesito, mira que tengo miedo y te
extraño…No entiendo esto que me está pasando y me hago mil preguntas, ¿por qué
a mí si yo no te elegí? Estabas esperándome, querías conocerme… ¿Para qué? Para
desaparecer…Tengo miedo de perderte, temo tu sufrir, temo estar soñando y no
saber de ti…Quisiera tenerte de nuevo y explicarte todas esas cosas que se
quedaron en el aire…en el olvido…Es una asignatura pendiente y debemos
solucionarlo…pues…me dijiste que vendrías a por mí, que me querías con todo el
equipaje de mi vida, que así me habías conocido, que era tu esperanza de ser
feliz, que estabas buscándome y que Dios me puso en tu camino…Y por eso te
conocí a través de una ilusión concebida por los sueños de la imaginación…Somos
como dos barcos perdidos en alta mar, a la deriva de las olas…o…quizás era yo
la perdida y tú el faro de mi vida, que desde lejos me iluminaste el camino
hasta la orilla del mar…Tengo el recuerdo de tus besos grabados en mi boca, las
caricias de tus manos en mi cuerpo y la sonrisa de tus palabras…Dime amor mío,
¿acaso es que el recuerdo tenga memoria? ¿Es la memoria la que no se olvida del
recuerdo? Dímelo tú, ya que te paseas por mis sueños como si fueras tan sólo un
recuerdo lejano…o quizás sea la memoria la que no te deje escapar de mis
sentidos…pues…Tengo sueño, se me cierran los ojos...quisiera dormir y no
despertar jamás…apenas me oigo respirar...el silencio se ha hecho dueño del eco
de mi voz y ni siquiera oigo los latidos de mi corazón…Una lágrima resbala
sobre mi mejilla pensando en aquel día cuando, como una chiquilla corrí tras de
ti...Otras veces eras tú quien seguías las huellas de mi piel…Un círculo
rodando y rodando hacia delante y para atrás, otra vuelta de tuerca en los
sentidos del reloj…siempre la misma historia sin acabar…un paso adelante y tres
atrás, una puñalada trapera, la zancadilla del vil traidor al acecho siempre
está…Me miraste y te miré…una complicidad entre los dos y te entregué los
impulsos de mi sinrazón en un momento débil de pasión…Era una niña mujer que
nunca creció…la malquerida la llamaban… y seguí tras los pasos de mi amante…Era
mi amante un hombre libre, sencillo y risueño…como yo…y por eso…Hoy me quiero
perder con las ruedas de tu moto y me lleves volando hasta tu cielo blanco…pues…Siento
una pena tan grande en mi pecho, que no quiero más que cerrar los ojos y
recordarte cuando me besabas la boca poquito a poco…Recuerdo y memoria caminan
juntas de la mano en busca del sentido de la vida…Y sueño que vienes, que te
paras enfrente de mi casa y dejas sonar la alarma, y yo que estoy alerta de ese
sonido tan rico, me asomo a la ventana con la alegría pintada en la cara…y bajo
los escalones de dos en dos a golpes de corazón, como una niña chica para jugar
con sus amigas a las casitas, y de un salto me monto en tu moto y me amarro a
tu torso…Arranca pronto, amor mío, llévame contigo, que desde que te has ido no
tengo abrigo…Pisa fuerte el acelerador, no mires para atrás y no te preocupes
por mí, que donde tú vayas, allí quiero estar yo…Y me mira sonriendo con la chispa
de sus ojos… Hay un niño travieso en tu interior que me dice…estás como para
mojar pan…y me da una risa…Agárrate fuerte a mí, no se te ocurra soltarte, mira
que te conozco bien…ya verás vida mía la alegría que vas a sentir…Será como el
vuelo del águila arrasando por valles y laderas y cuando no nos vea nadie, pienso
comerte entera desde los pies hasta la cabeza… y yo que estoy loquita por sus
besos me aferro a su cuerpo…Lo abrazo enamorada, me dejo caer sobre sus
espaldas y siento que se le aceleran lo latidos del corazón…Dos corazones a la
merced del destino…dos amores incomprendidos, dos rebeldes que se cruzaron
cuando todo se daba por perdido…Un horizonte nuevo para mí, allá en la lejanía…
Es una carrera sin fin en la que no quisiera despertar nunca… ¡Oye tú! ¿Quién
yo? Sí, sí tú…Sé que me escuchas, que me hablas al oído y me dices cosas
bonitas…No me despiertes, déjame soñarte que mientras duermo tú vienes a visitarme…Siento
tus pasos acercarse muy despacito, con cuidado para entrar en mis sueños en
silencio…oigo cuando te descalzas sentado junto a mí y te metes en mi cama, te
arropas con las sábanas, me besas la boca y la cara, y luego recorres mi cuerpo
con las caricias de tus manos…Son como la seda resbalando cada tramo de mi
piel, puro satén…Y te amé, te amé con todas las fuerzas de mi ser…¡Corren! Corren
las dos ruedas por la carretera y alzo los brazos al cielo, me quito el casco y
siento el aire en mi rostro…la melena se va, se aleja de mi cara, es la fresca
brisa que me da la bienvenida… ¡Libre, libre como el viento me siento! ¡Vuela
mi alma! La mirada tras la montaña, y allá a lo lejos nos perdemos entre los riscos,
me llena el cuerpo de besos, y yo que estoy enamorada lo miro y le digo…no
pares, no pares…Hay un río de aguas claras que se retuerce como nuestros
cuerpos en la cumbre del abismo… Y juntos navegamos por la intemperie de los
sueños…
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