Es increíble toda esta pasión por
ti…Voy a cerrar las puertas de mi libertad y abrir las ventanas para poder
respirar aire puro y fresco, necesito liberar mis pulmones de ti...pues hay un
demonio frente a mí que me quiere llevar al infierno de su existir…Y llegaste
con tu espada de acero y lo apartaste de mi cuerpo…Y por eso hoy estoy aquí,
sola y triste, llorando de pena ante el muro de tu silencio…Apenas nada, unas
palabras de aliento escritas con lágrimas ardiendo…Regaste mis ojos con tu
sonrisa aniñada, fresca y clara, ese mirar tuyo pícaro y risueño que llenó mis
ojos de ti…Azul cielo, blanca luz amanecer…Fuego rojo de pasión…y negra
defunción…Llevo luto en mi alma desbocada...Negro luto por ti, corazón mío, que
te fuiste sin decirme adiós…Una historia de amor que duró lo que en abril aguas
mil…Tengo el corazón roto de dolor, mis ojos apenas pueden soportar tanta
pena…una agonía infinita se cierne sobre mí, no puedo con éste sufrir…Las
lágrimas no me dejan ver tu rostro…me siento desfallecer…¿por qué no me lo
hiciste saber? Todo este tiempo pensando en ti…Era como si quisieras hablar
conmigo…querías decirme algo…unas palabras de aliento…un saludo de amistad, un
te quiero más por decidir…Llegaste a mi vida arrasando por partida, apenas una
llamada desde el corazón y ya estabas rendido a mis pies como un caballero ante
su dama…y me enamoraste el alma…Te quise desde el primer momento que te vi
aparecer con tus gafas oscuras y el casco de motero, y yo nerviosita como
estaba, no sabía si mirarte o dejarme ver...mis piernas temblaban como una
adolescente en su primera cita de amor…Fue un flechazo sin medida. Tus ojos y
los míos se rieron de nosotros como si fueran dos chiquillos, cómplices y
compañeros del mal rato que estábamos pasando…Yo estaba titubeando ante ti,
¡fíjate qué cosas me ocurren! después de tantos mensajes apasionados que nos
enviábamos tú y yo, que eran como cruces de fuego en un campo de batalla…Dos
volcanes ardiendo…Dos balas perdidas ante un horizonte abierto al libre
albedrío de los sentimientos…Te enviaba pistas sobre mi acaecer, y tú me
contestabas antes de sentir mis lágrimas derramadas sobre papel…Eras mi amante
en una nube de algodón escrita con la poesía de mi corazón, amigo virtual
enamorado de frases enmascaradas con un realismo infernal…Fueron mis versos lo
que atrajeron tu atención, y emocionaron tu corazón enamorado del amor, igual
que un lobo solitario en busca de la manada perdida en la lejanía de su triste
soledad…Libre de pasos en falsos, me lanzaste una flecha justo en medio de mi
alma desbocada por un mal querer…Me enseñaste la crudeza de la realidad y me
mostraste el camino de tu verdad sin trampas, ni cartón…Me quitaste la venda
que tapaba mis ojos y me llevaste por los derroteros de tu moto hasta los
montes de libertad…y yo me aferré a tu abrazo a las órdenes de la libertad,
derrochando palabras al viento sin fronteras ni tapaderas. Toda yo era pura
dinamita a punto de estallar…y tú siempre abierto el pecho para mí…Fue una cita
a ciegas donde seda y terciopelo prendieron en mi boca con tus labios de
fuego…Te sentí…sentí el momento de tu escapada mortal…Algo en mi interior me
gritaba con tus ojos mirando mi rostro y tus brazos aferrados a mi cuerpo…Más
de mil veces me he parado en mitad del camino y he girado mi cabeza…Unas voces
mudas a mi alrededor de suspiros me arrollaban…¿Qué quieres? ¿Qué me está
pasando? ¿Por qué te pienso tanto? Algunas personas dicen que cuando se piensa
demasiado en algo, o en alguien, es porque se quieren comunicar. No sé qué
tendrá de verdad eso, no lo puedo explicar con palabras…pero…Una fuerza
misteriosa me hacía pensar en ti cada momento del día…Cerraba mis ojos contigo
y antes del amanecer ahí estabas tú…He ido andando tras los pasos de tu
llamada, donde tú y yo una mañana quedamos, para ver si era verdad o falso esas
imaginaciones mías…pues…Tengo un millón de pájaros revoloteando en la cabeza
piando…A veces sentía tu presencia a mi lado, no podía comprender ésta tristeza
tan grande que, poco a poco se iba adueñando de mí…Un halo misterioso me envolvía
el alma que caminaba a mi lado apenada…un paso adelante y tú ahí…A veces
hablaba en voz alta preguntándote qué era lo que querías…Era imposible estar
continuamente con una sombra cerniendo mi cuerpo como si no fuera yo, sino tú
el que vivía en mí…Una leve sospecha siempre pendiente como la espada de
Damocles pendulando sobre mí…Dios mío…¿qué es lo que me quieres decir? ¿Estoy
loca? Quizás sean fantasías mías, esas que me hacen desvariar y no distingo lo
ficticio de lo real…Una constante curiosidad me hizo deambular entre los
vericuetos de mis adentros, y oteando desde el cielo vi un lobo corriendo por
las arenas del desierto…me lancé en picado y se paró en seco…me miró y me hizo
seguirle por las dunas, apenas podía volar de tanto como corría...al momento vi
las ruedas de su moto estrellarse contra los carros de fuego, y yo que estaba
volando a ras del suelo, me cegaron los ojos con las llamaradas del
infierno…Era tan sólo un sueño…Me desperté con los rugidos de su moto
galopando…Algo le ha ocurrido a mi amado que lo oigo llorar en mi pecho con los
suspiros entrecortados…Estaba desvariando, me despejé al momento y lo busqué
por todas partes…Tenía un mal presentimiento, no me equivoco nunca Dios mío,
siempre tengo corazonadas, sensaciones…Algo no funciona en mi cerebro…Me vienen
frases que apenas comprendo…Llamadas de silencio que me incitan al
despertar…Amores que viene y van…Personas que aún están, sin estar…son los
efluvios del aliento que se quedan junto a mí…Amores secretos divagando en un
sinvivir hasta que se comunican por medio de esa sensibilidad a flor de piel
que tenemos en lo más recóndito de nuestro interior…Escucha a tu
corazón...quizás estamos unidos por ese hilo rojo…Mi amante fiel al
sentimiento…Me llamaste y te escuché…y por eso te encontré…¿qué quieres de mí?
Escucha tu corazón, me volviste a repetir…Ya lo hice mi amor, ya la encontré y
le susurré las palabras que una mañana de invierno me escribiste a mí…Y ahora
déjame llorar un poquito, por favor, quiero llorar en silencio, a escondidas de
éste mundo de cristal…Necesito derramar mis lágrimas de fuego en esta ventana
abierta al exterior, donde una mañana fría de invierno, tu boca y la mía se
estrellaron como seda y terciopelo…en un beso de pasión…
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