Dicen que el desencanto mata todas
las pasiones del alma, y verdad debe ser, pues me llevé el mayor chasco contigo
cuando te mostré toda mi realidad, y mira que estaba enamorada de ti, que nada
más verte me arrojé a tus brazos loquita de pasión…¡Ay Señor mío! No sé qué
pasa por mis pensamientos, pero hay un hombre que no se quiere alejar de
ellos…Me tiene pillada, como si se hubiera instalado entre los rizos de mi
cabeza y no se va…Pienso en él de día y de noche, de tarde, ¡a todas horas! Y
lo más seguro es que él no se acuerde de mí, pues no me llama, no da señales de
vida…será que no signifiqué nada para él…A veces me dejo llevar por mi
imaginación y pinto escenas en el aire en las que estamos juntos tú y yo…me
coges de la mano, te acercas y me dices…No sé cómo arrancarte de mi…y me entra
una risa…y se me llena el cuerpo de alegría y me salen las letras por
bulerías…deben ser las últimas flechas de Cupido…Yo sabía que no me querías,
que me habías olvidado del todo pero algo muy extraño está pasando por mi vida…Fueron
tus manos fuertes y seguras que me agarraron por la cintura y me atrajeron
hacia ti con fuerza y lujuria…Tus brazos los que atenazaron mi cuerpo al tuyo y
me dejaste el cuello amoratado de besos…amor mío, cuánto te quiero…y por
eso…Tengo el alma compungida, apenas puedo pensar en otra cosa que no sea en ti
y me da un miedo…Tengo miedo de volverme loca…Me asusta tanta obsesión, ¡qué cosas
por Dios! No te conozco, no sé quién eres, es posible que seas un holgazán
solitario al que ninguna mujer quiere, o han abandonado por mujeriego y
canalla…Lo más seguro es que te estés riendo con tus amigos, presumiendo de que
las tienes a todas a tu alrededor, contándole tus bravuconadas, porque tú eres
de esos hombres que si no cuenta sus líos de faldas es como si no hubieran
pasado…Pero a pesar de todo…No te puedo olvidar y te metes en mis sueños
eróticos como si estuviera deseosa de sexo puro y duro…¡Señor, Señor…! Es un
amor fuerte, entregado, con unas pasiones, ¡madre mía qué escenas de camas más
locas y ardientes! No me atrevo ni a describirlas…pero…Si tú supieras de qué
manera pienso en ti vendrías corriendo a por mí…Si tú supieras cómo te deseo
llegarías a la velocidad del trueno a por mis besos, porque yo te deseo
apasionadamente, ¿te enteras? nada de un besito en la boca, así un poco
arrugadito, no, no, para nada, más bien de esos retorcidos y lentos…muy lentos
y como escarbando…entrelazados nuestros suspiros en un abrazo interminable de
tirabuzón…¡Qué cosas por Dios! Creo que me estoy convirtiendo en una intrépida
y descarada mujer…No debería pensar estas cosas, pero es que tu recuerdo me las
provoca…Me provocaste desde primera hora a ser una loca y atrevida, que nada
más verte me dieron ganas de comerte, y otras cosas que sentí en todo mi
interior cuando te arrimaste a mí, que se me pusieron los pelos de puntas, y
luego cuando me pasaste la mano por la espalda, para arriba y para abajo…unos
escalofríos…¡Qué emocionante sentirme enamorada! Porque yo me enamoré
perdidamente de ti, ¡vaya que sí! Reconozco que estas aventuras tan fuertes y
apasionadas me atrapan y me vuelven loca, pero son como las pompas de jabón,
que antes de llegar al suelo explotan en el aire…en el aire de mis vientos…los
vientos que bebo por ti…Entraste en mi vida arrasando con todos mis sentimientos,
desnudándome el alma, exigiendo sinceridad extrema y que nunca te engañara, y
tal como comenzamos la relación, empezaste a crear las dudas en mí…y...Por ser
autentica te perdí, lo sé, pero que no me arrepiento, ¿te enteras? porque si me
hubiera callado el pensamiento y no te hubiera dicho nada, estaría ahora
contigo, pero con la duda corroyéndome el alma, y tarde o temprano habría
estallado, pues eso de guardarme todos mis pesares no está hecho para mí…Puede
ser que si hubiera aguantado un poco escondida tras la sonrisa de Mona Lisa, te
habría dado tiempo de enamorarte, y cuando me hubiera mostrado tal cual, me
habrías perdonado, no lo sé, eso se quedará en el aire de los condenados, como
condenada estoy yo por haberte conocido en un momento que estaba tan necesitada
de amor, pero prefiero ser autentica y fiel a mí misma antes y con tiempo, que
hipócrita mientras duraba nuestra espontánea y curiosa relación, al fin y al
cabo, fue un...Aquí te pillo y aquí te mato… pero…Voy a tener que imaginarme la
manera de echarte de mi mente y mi cuerpo, seguro que me costarán lágrimas pero
ya ves, mi amor, esto que yo siento no tiene ni principio ni fin…pues…Sé que me
ignoras, que nunca me has querido, lo sé, que te soy indiferente y yo aquí,
pensando en ti... ha de ser que me echaste el mal de ojo o un hechizo, quizás
es que tú sin querer me atrapes el pensamiento y es por eso que no te
olvido…pero…Me desencantaste, ya lo ves mi amor…y…Por eso estoy sola y
abandonada, a la merced de que me escuches en la lejanía de mis suspiros, que
sin querer salen de mi pecho y vuelan hacia el oído de tu corazón, que aunque
no te vea sé que late…pues a veces me lo dice el aire que respiro y el viento
que me sonríe cuando alzo los brazos al cielo…porque...Hay un resquicio en mis sentidos
que me hacen suspirar… pero…El desencanto mató todas las ilusiones que sentía,
y ya no puedo estar muriendo de amor por ti, ni pienso rogarte que me quieras,
tendrás que quererme con todos mis defectos, perfecta no soy y tengo miles de
flaquezas...Quizás fueran los celos los que me arrastraron a besar otros
labios, pero...me llevé tal chasco contigo que no pude soportar todas las
mentiras que me querías ocultar, haciéndote pasar por un hombre fiel y leal…y
es que…Estás acostumbrado a que las mujeres vayan a tu encuentro y por eso
siempre has hecho lo que te ha dado la gana, debe ser que nunca te hayas
enamorado, sino que lo único que buscas es saciar tu apetito sexual, ¡seguro
que sí! Pero… ¿sabes que te digo? que eso lo tengo yo cuando quiera, como quiera
y con quien quiera, pero no, no me interesa, me aburre un montón, porque a mí
lo que me atrae de los hombres son las delicias que desprenden de la cara…una
mirada ardiente y enamorada, una sonrisa tierna y alocada… besos dulces y
apasionados…pero… lo que más me seducen son las palabras, esas que te acarician
el cuerpo y te enamoran el alma…
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