Cuando me di cuenta de esa manera
tuya de quererme ya era demasiado tarde para mí…Te quiero más que a mi
embeleso, más que a mis carnes y más que a mis huesos…Búscame entre páginas mi
amor, descifra mis palabras, enrédate con mis letras y escucha a tu corazón…Hay
algo misterioso que no me deja de sorprender...será que tú tampoco me has olvidado del todo desde el momento
aquel que me enamoraste sin querer...sin la intención…tan sólo la curiosidad al
leer mis relatos cortos, dejándote llevar por ese morbo que tienen los hombres
de tu edad…o...quizás estabas pasando por un mal momento y te querías distraer
un poco nada más, por si acaso…o simplemente toqué tu corazón…¡Qué cosas
por Dios! Que estando tú allí y yo aquí no paro de pensar en aquella aspirante
a relación entre dos…pues no fue nada más que una insinuación a un
revolucionario amor…Un amor extraño, alejado y juguetón…una aventura más de mis
pelambreras cuando andando por rincones y callejuelas, voy atrapando palabras
al viento tan sugerentes y llenas de vidas, que me dominan y doblegan, pensando
que aunque no tuviera razón de ser a la vez, sin embargo nos tiene atado como
ramas a su árbol…Y es por eso que no paro de andar pensando en ti, en las
palabras aquellas que me enamoraron el alma y no me dejan dormir ni de noche ni
de día…Me dijiste que me querías, me dijiste que por mí morías y hasta llegaste
a decirme que vendrías y me llevarías hasta las puertas del cielo, ¡vaya que
sí! Que desde entonces te espero, hay días que hasta te imagino frente a mí,
buscándome por todas partes y aún sin saber qué aspecto tienes, te veo, te
sonrío y te espero quieta hasta que llegas y me besas…Según iba caminando sentía
como si alguien siguiera mis pasos, era como una presencia que me hablaba y me
decía…Mírame mi amor que voy tras de tu corazón… y yo que lo sabía me giré y
allí que estabas, no pude resistir más tanta presión en mi pecho, me iba a
explotar dentro porque es que yo te quiero, ¿te enteras? Me paré y esperé que
llegaras junto a mí, y por tu expresión supe que estabas deseando de que te
hablara y te preguntara, pero tenía miedo…Al infierno tantos miramientos y
dudas parlanchinas que me subestimaban el alma, así que plantándole cara le
pregunté a bocajarro…¿Me estás siguiendo? Me cogió por la cintura y sin darme
tiempo a replicar, me tapó la boca con sus labios…y me rendí toda enterita toda
comiéndomelo a besos, hasta me mordió alrededor del cuello...Eso es que me
vuelve loca, ¿sabes? me excita y hasta me deja como una tonta, ¡vaya que sí!
Que me desarmó y ya no pude seguir poniendo un muro entre los dos, porque esta
vez si que se saltó esa pared…Y luego seguimos caminando cogidos de las mano y
sin decir palabras, cómplices quizás, nos adentramos por un camino estrecho y
entre matorrales que me llegaban a la altura de la cabeza y…me dejo querer…Me
atrajo hacia su pecho y nos besamos hasta que se nos acabaron todos los besos
que teníamos guardados dentro de nuestro cuerpo, estaban llenitos de fuego,
casi me ahogo de tantos como nos dimos, era como si me estuvieran besando el
alma porque hasta me suspiraban con cada uno de ellos…Apenas podía creer lo que
me estaba ocurriendo, ¿es un sueño, una aparición? Quizás lo traje con mis
frases y lo escenifiqué como si fuera real y hasta lo siento como si lo
estuviera viviendo…Era de lo más aparatoso y rocambolesco lo que me estaba
ocurriendo, hay que ver, a mi edad y es que…Yo no paraba de hablar pues tenía un
montón de cosas guardadas en mi memoria…Empecé a relatarle todo lo que no me
gustaba que me hiciera, echándole en cara esto y aquello, que había tardado
mucho en venir y…Cuando yo te vi de frente con esa mirada ardiente y me
rodeaste por la cintura y me dijiste con palabras llenas de fuego, te quiero,
te quiero…dejando caer las vocales como si tuvieran plumas al vuelo, no pude
retener mis impulsos y me dejé llevar por esa pasión tuya hasta los adentros de
mi pecho…debe ser que verdaderamente lo quiero, pues me atrae de una manera tan
apasionante que no lo puedo superar, como si me tuviera poseída por una fuerza
del más allá…Me abrazó por la cintura y me dio tres vueltas en el aire y me
dejó desnuda el alma y ya no hablé nada…y es que éste hombre me tiene tan loca
que sin darse cuenta me enamora con sus gestos y su mirada…Me dice que me
quiere, que soy la dueña de sus alas, de su ojos y de su alma, que no me olvida
ni de noche ni de día, que no puede dormir de tanto pensar en mí…Que estoy
dentro de su cuerpo y me lleva pegadita a sus entrañas, que soy la luz de sus
ojos, el abrir de su ventana y hasta el alba de su amanecer…Que me piensa a
todas las horas del día, que se ahoga por las tardes pensando qué haré que no
me puede ver y que cuando se acuesta me imagina en su cama enredándonos entre
sábanas…y cuando se le cierran los ojos se duerme con mi boca en la suya y se
despierta entre penumbras con mis brazos apoyados en su cintura y cuando
amanece me busca en la cama y sólo encuentra mis huellas entre sus sábanas…
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