sábado, 2 de mayo de 2015

ESA MANERA SUYA DE MIRARME.- (MICRORRELATO)



No podía seguir sin ti ya mi amor y aún sabiendo que luego me dejarías apartada de tu vida, caí bajo el yugo de tu amor, soy una mujer débil, ¿sabes?.. Bueno, no, es que te quiero, ese es el problema, que te quiero y ya no tengo remedio...Me amarraste a ti de una manera tan sutil que te echo de menos…Echo de menos tus manos alrededor de mi cuello y tu boca buscando mis besos...Echo de menos la mirada de tus ojos y la sonrisa de tus labios sabiendo lo que te quiero…Echo de menos el sudor de tu cuerpo y el aliento de tus brazos oliendo a deseo…Por eso te busco por las calles donde una vez tú y yo paseábamos cogidos de la manos, hablando de esto y aquello, haciendo planes, ¡que ilusa! Que todas esas cosas que me decías me las creí…Y es que he crecido muy poco ¿sabes? Soy la típica niña mujer, si, si. Esas que nunca dejan de soñar y por eso me dejé llevar por tus palabras de amor, y por tus locos abrazos de pasión, ¡mira que me gustan, eh!…Me enardecen y me arrebatan de tal manera que enloquezco y ya no tengo límites…Me dejo llevar por mis instintos más pueriles, ¡qué cosas por Dios!…Esa manera suya de mirarme detenidamente como repasando cada detalle de mi cuerpo...Esa ansiedad que desprende sus ojos cuando me cruzo en su caminar, que hasta siento su respiración cuando huele mi paso al andar...Esa mirada sosegada y ardiente que tiene en su forma de observar, es la que me acarició el alma y me cautivó el corazón, y por eso hace conmigo lo que quiere. Me tiene dominada y aunque no quisiera que se diera cuenta, al final caigo como una colegiala. A veces me hago la fuerte, pero nada, tan sólo verlo ya me tiemblan las piernas, las manos y la voz no me sale del pecho…Debe ser que estoy muy enamorada…En el fondo me encantan éstas emociones que siento dentro de mi alma, es como si el néctar de la vida corriera por mi venas, ¡es una sensación fantástica…! Por eso aquél día como una guitarra me abandoné a tu cuerpo, dejándote tocar las cuerdas a la merced de tus hábiles dedos…y mientras sonaba la sonata, te mecí en mis brazos y te canté una nana con las notas del pentagrama de mi alma…Sé que te asusta sentir tanta pasión. Estás acostumbrado al simple rollo de primavera donde sólo existe sexo puro y duro, y cuando se acaba si te he visto no me acuerdo, pero conmigo te has equivocado…Y por eso me fui. Ya no quiero verte más. Me has hecho daño…Estoy muy triste y siento lástima hasta de mí al saberme tan ilusa e ignorante…Desandando el camino voy, donde tú y yo una vez nos dimos las manos con nuestros pasos…Y ese hombre que tanto miedo tiene a enamorarse, ese hombre no para de estar en mi cabeza…Será que me piensa lo mismo que yo a él porque estamos unidos como rama a hojita de laurel. Al final caíste en la red del debate diabólico del amor donde razón y corazón nunca se ponen de acuerdo…Resulta que te has enamorado por primera vez, ¡fíjate las trampas que pone la vida a los vividores del sexo! Sobre todo a los hombres fríos y calculadores como tú, que desde que se levantan hasta que se acuestan tiene en mente una meta, conquistar a cualquier mujer y llevársela a la cama y hasta mañana bonita…¡Qué vacuidad! Y ahora se va por otros lugares, ya no me busca entre matorrales, ya no quiere mis besos, pero anda siempre con un pellizco en lo más profundo de su pecho, su estómago…Su vida entera me pertenece y aunque no se lo crea, olvidarme no puede…Ahora que sabe de mis pasiones, besos y abrazos… Ahora no lo puede borrar de un brochazo, pero ya no quiero yo. Tengo miedo que vuelvas a hacerme daño. Por eso ya no te espero como antes y lo sabes. Me has querido doblegar, pero no pienso ceder. Me siento libre como las palomas…No, miento, me engaño sola, ese es el problema, que te quiero, ya no tengo remedio, ¿qué más quisiera yo que olvidarte y encontrar otro amor? Pero no, ya no puede ser. Estoy tan unida a ti…y mira que pongo resistencia, pero no…y tu lo mismo. Somos dos almas errantes que vagan por el escenario del amor incontrolable, así, como tal cosa, y aunque ahora estás que si sí, que si no, yo sé que me buscas, lo mismo que el otro día que te vi entre las ramas de los árboles esperándome, y cuando me viste pasar, te pusiste casi al lado en mi caminar y como no te hice caso, te colocaste de frente para ver si te hacía algún gesto con la cara… Una señal, una sonrisa, pero nada, seguí como si fueras una farola más de las que hay al borde de la carretera, y como te ignoré te pusiste hecho una fiera, ¡vaya que sí! Que eres una fiera salvaje cuando ves que ya no me preocupo de ti, que me eres indiferente, porque ya me cansé, ¿te enteras? Te crees que puedes hacer lo que quieras conmigo, ¡déjame en paz que bastante hemos tenido y ya no me da la gana seguir ese royo tuyo que tienes entre las nalgas! Agachó la cabeza y se marchó…¡Madre mía lo que me entró por el cuerpo! Me giré sobre mis talones y salí corriendo hacia él y de un brinco me ensarté en su espeto como sardina al fuego, y atrayéndole del cuello le susurré al oído…haz lo que quieras conmigo, dame todas las vueltas que quieras en el fuego de tu hoguera que antes de dejarme en raspa te clavaré mis espinas en tus espaldas…tómate tu tiempo, amor mío, que antes de que me quede sin raspa gritaré tu nombre con las espinas de mi alma…Ahora me sigue a todas partes por donde ando, me busca los labios para que sienta cómo me besan, haciéndome suya de una manera irresistible, porque nada más que mirarme ya sé hasta lo que piensan esos ojos delatores, que echan fuego quemándome por dentro las ganas de tenerlo entre mis recovecos…Y es que esa mirada sosegada y tranquila que tiene tan particular, me acarició el alma y me rompió el corazón…



No hay comentarios:

Publicar un comentario