Tengo que gastar los últimos cartuchos para librar esta batalla contigo, porque…Eres mi castigo…un castigo personal y consentido por la ansiedad de seguir teniendo que vivir con el alma en vilo…debe ser que aún no estoy preparada para dominar los impulsos que me arrastran a seguirte como si fuera una marioneta, y tú mi estrella…Empecé a coquetear delante de él para que no se perdiera detalle del vaivén de mis caderas, quería atraerlo para que, cuando llegara el momento, no tuviera escapatoria…Me volví loca perdida, estaba poseída por un deseo desconocido hasta ahora por mí…era como si me hubieran hechizado…Le di la espalda y apoyé mi cabeza sobre su pecho, y alzando mis brazos lo enlacé por el cuello atrayéndole para sentir sus besos en mis cabellos…Sus brazos rodearon mi cintura acercándome hacia su cuerpo con la calidez de los amantes…Me rendí a sus palabras seductoras…apenas podía moverme…Sus manos traspasó los encajes del tanga, saliendo los suspiros de lo más profundo de mi ser, y…Un gemido voluptuoso escapó de mi garganta haciéndole reaccionar…Sé más prudente…susurraba mientras no paraba de explorar…Nos pueden oír…Y yo, ignorándolo, le sonreí con la libertad del apasionado momento…Había perdido todo el pudor de una señora educada a la antigua usanza…Jamás en mi vida había sido tan descarada y atrevida como ahora…pues…Ahora me da todo igual…Llevaba toda la vida reprimiendo los deseos sexuales pensando que era pecado…incluso cuando tenía un mal pensamiento me santiguaba tres veces seguidas para acallar mi conciencia, cosa que me irritaba cada día más, y por eso…Me abandoné a los brazos del placer como si no me importara el mundo…había llegado a la conclusión de que todo me daba igual…Mi corazón empezó a latir de manera precipitada, dejándome abatir por sus manos que no paraban de explorar los lugares más recónditos de mi ser…no podía parar de gemir…me encantaba, y por cada espasmo…sus jadeos se dislocaban de puro placer, y ahora…Me siento como una extraña ante mí…pues…No he vuelto a ser la misma señora decente y recatada…incluso sumisa y obediente ante los ojos de la gente…no sé qué pensar…El cerebro no para de preguntar el porqué, cuando estoy sola me siento la dueña de mi cuerpo, y cuando estoy contigo haces conmigo lo que quieren tus sentidos…es algo que no puedo comprender…hasta ahora…Ahora que toqué fondo…ahora que reaccioné a las exigencias de tu ser…pues…Anoche tuve un sueño muy sugerente…era como una premonición…Soñé que un desconocido vino en mi busca, y con voz firme y contundente me dijo…Eres mía…Desperté con la sensación de que me habían robado el alma y que jamás volvería a ser la dueña de mis sentimientos…mis recuerdos…mis pasiones…mis decisiones…mi llanto y mi sonrisa…mi lealtad…mi intimidad…Salí a pasear con la duda oscilando a cada paso que daba, cuando te vi…¿De dónde saliste? Fue como una aparición repentina…me quedé en ascuas…no sabía qué hacer…Seguí caminando a sabiendas que sucumbiría a tus brazos…era la sombra de tus huellas, y entre la penumbra de mi inconsciente debilidad…me arroje a tus brazos impulsada por…Ese extraño ser que se apoderó anoche de mis sueños, y por eso…Recuperé el alma en la última batalla…
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