miércoles, 15 de enero de 2014

AVATARES EN LA RED.- 28º.- (EL TEMPLO DE DIOS)


Cuando terminó de contarme toda su historia, me dijo que me conocía de Ceuta, que había nacido en La Puerta del Campo y que nos habíamos criado juntas, que me había reconocido, y por eso vino en mi ayuda. Entonces fue cuando caí en la cuenta del porqué su rostro me era algo familiar. Yo había nacido en Hadú, aunque ante de los dos añitos, mis padres se mudaron a los pabellones de La Puerta del Campo, donde coincidimos. Después desapareció como por encanto, alertándome de que tuviera mucho cuidado con Fede, porque no era quien decía ser. No podía comprender nada de todo lo que me había contado ni el por qué. De manera que empecé a caminar sola cuando de repente me encontré con Fede  cara a cara. No lo pude esquivar. Me dijo que había estado más de dos horas esperando, así que muy por encima le conté el encontronazo con la chica, seguido de su historia. Al momento se quedó lívido, casi se cae al suelo y balbuciendo unas palabras ininteligibles, repetía sin cesar.- No puede ser, no puede ser.- Entonces lo vi todo claro. El era su marido, el Comercial de Farmacia y ella su mujer. Lo había seguido para cogerlo con las manos en la masa y así poder demostrar su infidelidad y finalmente separarse.- ¿Total que eres un sinvergüenza no? – Lo que me contestó me dejó sin habla, muda, blanca, impávida. No sabría cómo definir aquello pero salí corriendo, corriendo, como una loca, cruzando la carretera, a punto de que me matara un coche y desde lejos tan sólo podía oír sus palabras gritando.- ¡Mi mujer murió hace dos años! ¡Soy viudo, te enteras, soy viudo! – Llamé a mi cuñado por teléfono y vino a por mí. Al otro día monté en el Ave y nada más llegar a casa me senté ante el ordenador para bloquear a Ernesto. Estaba decidida a hacerlo cuando algo en mi interior me decía que le diera el beneficio de la duda. Me arreglé y me fui a la iglesia de San Nicolás de la Villa. Siempre que me siento perdida y sin saber qué hacer, me gusta entrar en el templo de Dios. Quizás es ésta fe ciega que mis padres desde muy pequeñitas nos inculcaron. Recuerdo la iglesia de África. Oscura y las imágenes a los lados. La patrona en el centro tan majestuosa. Me hacen sentir tan cerca de la verdad. La que yo iba buscando.- Virgencita mía, ¿en qué me habré equivocado? No sé qué hacer.- Volví a mi realidad sentándome frente a San Judas Tadeo con las manos unidas y la mirada perdida. Las palabras afloraron a mi mente y alzando los ojos a su rostro le hable.- San Judas, tu que eres abogado de lo imposible, por favor tienes que ayudarme un poquito, ya sabes cómo soy, una mujer tan tonta… una ilusa soñadora que aún se cree  todo lo que le dicen… fíjate qué inocente, no me doy cuenta ¿sabes? Me pasa cada cosa… No escarmiento, no aprenderé nunca…A pesar de todo sigo pensando que es mejor llorar amando que reír sin haber amado…Dame capacidad y corazón…Alimenta mi alma para que no decaiga…De repente empecé a rebobinar desde un principio cuando Ernesto me mandó aquella solicitud seguida de un ramo de flores. Fue lo que me cautivó, enamorándome poco después cuando oí su voz. Entonces le abrí mi corazón, no le oculté nada. Me había salvado la vida. Llegó en el momento adecuado, cuando más lo necesitaba. Fue mi tabla de salvación. Él se mostró solícito, amable, educado. Por unos días me sentí la mujer más feliz del mundo y viendo en la trama en la que estaba cayendo le mandé una poesía a la que titulé Utopía. Tenía que acabar con esa amistad que poco a poco me estaba atrapando en una red de mentiras y engaños. Me contestó con frases llenas de dolor y abandono. Me dijo que se había sentido como un niño pequeño perdido, y casi llorando, me rogaba que no lo dejara y por eso seguí. Reconozco que soy muy débil ante las súplicas de amor. Me dejé llevar y fue cuando cada día fui descubriendo al verdadero Ernesto. Quizás él no tuviera la culpa, se le fue de las manos. El pobre no sabía como echar marcha atrás. Tuve que inducirle a ello con mis artimañas de mujer, abriéndole el camino para que no se sintiera tan mal, hasta que dejó de escribirme. Lo pasé fatal. A la semana siguiente de no saber nada de él, abrí el ordenador dispuesta a bloquearlo, cuando encontré un largo mensaje seguido de flores y corazones en la bandeja de entrada.- Hola nena. Espero que estés bien. Me parece que estás enfadada conmigo y no se por qué. Aunque me imagino que es por el tema de Z. He de decirte que creo, y perdona si me equivoco, que mi amistad te ha servido para crear esa historia de Avatares en la Red. Yo he tratado de colaborar para que la historia te salga bien. Pese a todo quiero seguir siendo tu amigo. Aunque para ser realistas, tú y yo sabemos que no nos vamos a conocer nunca. Tú tienes tu vida hecha y estás muy arraigada en tu familia. Yo, por mi parte, más de lo mismo, con la diferencia de que no tengo que rendir cuentas a nadie. Tú vives allí y yo aquí. Por lo tanto, seria muy difícil que nuestros caminos se encontraran. Sobre mi persona pienso que soy buena gente y nunca me ha gustado hacerle daño a nadie. Dicho esto, he de decirte que en ningún momento te he engañado, solo que no te he contado cosas mías. Me he limitado a hablar contigo y me hacia mucha ilusión en seguir la historia de los Avatares contigo. Por lo dicho anteriormente, y porque soy muy independiente, he de decirte que soy un hombre que no te conviene. Me he acostumbrado a vivir solo y hoy por hoy estoy muy a gusto así. Me gustaría encontrar una mujer para acabar mis días junto a ella. Pero, eso, hoy es tan difícil que no sé si algún día la conseguiré. Una cosa que te he ocultado desde el principio es, que tengo una amiga con derecho a roce, desde hace tres años. Está muy bien situada y me ha pedido varias veces que me vaya a vivir con ella. Pero hay un problema, que no estoy enamorado de ella. Todos los sábados me voy a su casa y regreso el domingo. Vive sola. Yo estoy sufriendo porque no quiero hacerle daño. Le he dicho que la quiero pero no estoy enamorado. No se da por aludida y estoy deseando que se canse y me de la patada. Sufro porque tengo que fingir lo que no siento. No quisiera causarte ningún daño con ésta declaración y me gustaría seguir siendo tu amigo. Por otra parte está Z. Todo lo que te he contado sobre ella es totalmente cierto. Ella está al corriente de todo. Sabe lo de mi otra amiga, pero tiene la esperanza de unirse a mí. Un par de veces por semana se viene a pasar la noche conmigo. Como te he dicho antes, no quisiera que esto te causara herida alguna. Lo hago para ser sincero de verdad. Creo que a ti te pasará algo parecido conmigo. Hemos ido relacionándonos pero tú y yo sabemos que esto nuestro es una utopía. De corazón te digo, que espero que mi sinceridad no te cause ni siquiera un enfado. Después de que hayas leído esto, te des cuenta de la realidad y en todo caso piensa que se ha tratado de un sueño. Deseo que como cada día, estés llena de alegría y te sientas feliz. Que esto no repercuta en tu estado de ánimo. Te quiero.- Cuando acabé de leerlo, estuve todo el día pensado en sus palabras y ya por la noche le contesté.- Ernesto te ruego que me perdones si en algún momento te has sentido herido por mí, no era mi intención. Quizás me he pasado un poco, lo siento, no quiero perderte por nada en el mundo. Estás clavado dentro de mi corazón y ya no hay marcha atrás, te quiero aún sin conocerte, fíjate qué tontería... Quizás los celos me hayan cegado un poco al pensar que te estabas riendo de mí junto a tu amiga, y eso me dolía mucho. Sé que eres una buena persona y si quieres que sigamos como amigos aquí me tienes. Esta mañana cuando he leído tus palabras las lágrimas caían por mi cara, pero también me han dado mucha alegría, llevaba varias noches sin dormir por que no te me quitabas del pensamiento. Parece como si Dios quisiera castigarme por mi atrevimiento. Ernesto no me dejes nunca por favor, sólo cuando ya no me quieras. Sé que entonces también te iras de mi alma y ya no sufriré. Tienes derecho a vivir tu vida como cualquier persona, además ¿quien soy yo? Te prometo que jamás volveré a preguntarte nada, tan sólo te querré tal cual, como eres, así de simple. No me importa que pases las noches con quien quieras, eres libre. Ya sabes que desde un principio te conté mi estado emocional. Nunca he pretendido llegar a nada contigo, la distancia es demasiado, y ya no kilométrica, sino del arraigo, de lo contrario no habría fuerza humana que me detuviera para salir corriendo a tus brazos, es por eso que sigo escribiendo mis Avatares, es como si lo estuviera viviendo realmente, pues gracias a ti brotaron de mi cabeza. Yo también quiero ser muy sincera contigo. Ya sabes que hay un hombre en mi vida que desde que te conocí dejé. No he vuelto a estar con él, pero no sé si tendré fuerzas para seguir rechazándolo. Estoy segura de que si estuvieras a mi lado ahora mismo arrasaría contigo hasta que me hartara. Creo que me entregaría a tus brazos incondicionalmente, aunque luego te fueras y me dejaras. No me importa ya nada, tan sólo seguir de cualquier manera con tal de permanecer a tu lado, hasta que lo decidamos los dos, pero si aún así, si tu te quieres alejar de mi, eres libre de hacerlo que yo lo entenderé. Te quiero.- Hicimos las paces y tan amigos. Yo pensaba que nuestra relación seguiría y estaba tan contenta, sin darme cuenta de que lo que realmente quería Ernesto, era ponerle fin lo antes posible, pero sin causarme daño. Ante todo era un buen hombre. Lo tenía claro, y para que no se sintiera culpable, le insinué que cuando una persona me desencantaba dejaba de quererla automáticamente. Lo captó al vuelo y me dejó tirada como un perro…
                                                                 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario