Sabía que tarde o temprano todo se iba a acabar, demasiadas preguntas me hacían dudar de mis sentimientos…¿Era amor verdadero o sólo era el sexo? Había llegado a una situación insostenible, la cual me ahogaba de una manera infernal…Quizás fuera esa veleidad que me doblegaba y dominaba a seguir aferrada a él como un talismán leve y sensual…Quizás el temor a perder ése deseo descomunal que atraen a los hombres cuando una mujer los enamoran en todos los sentidos de la vida, fuera lo que temía…No lo sé, últimamente estaba hecha un lío, por lo que le dije…Lo siento muchísimo mi amor, de verdad que lo siento en el alma, pero…No puedo seguir así, algo me lo impide, no sé qué es, pero…Es más fuerte que yo, me hace sentir mal, y mira que lo intento, incluso me tiro toda la noche pensando en lo bien que lo vamos a pasar, hasta siento cosquillitas en el estómago y sonrío dándole vueltas a todos los besos que te voy a dar, ya sabes cuánto me gusta besarte la boca, me encanta, me vuelve loca perdida, pero…Con tal que amanece, se desvanecen todas las ganas que tenía por ti, y con tal que salgo a la calle, los nervios por temor a que me pudieras encontrar me enloquece aún más, y es que…Tengo tal nebulosa en la cabeza, que no sé qué camino tomar, y por eso…Te pido perdón por no dejarme querer como a ti te gustaría, además que…No quería seguir participando en su orquesta, donde era un excelente pianista y yo mientras tanto, una mera trompetista, que bajo el yugo de su mando, seguía el movimiento de sus manos aferradas como estaban en pulsar las teclas con ardor, y antes de acabar el concierto, un estribillo de gemidos se dejaba caer entre su boca y la mía como colofón de dicha orquesta de pasión…Sabes que no podemos hacer nada, me dijo…Lo sé, pero dime…¿Qué es lo que nos une a ti y a mí? ¿Por qué tanto mutismo por tu parte? No me cuentas nada de tu vida, no sé nada de ti, de tus inquietudes, tus ilusiones…¿Y tú a mí, qué me cuentas? ¡Tú lo sabes todo de mí, así que déjate de cuentos! Y te pido un favor, no vuelvas a buscarme más en la vida…Le di la espalda y le dije adiós…Nunca tenía que haberlo conocido…Son las trampas del destino que sin saber lo que me iba a deparar, te cruzaste en mi camino, y ahora…Ya es tarde para seguir caminando sola…El amor hizo verdaderos estragos en mí, ya que no supe ver el daño que iba a ocasionar y creo que jamás lo podré reparar, aunque no vuelva a estar contigo, y por eso…Procuro alejarme para no seguir haciendo daño a los que comparten vida contigo y conmigo…La vida no es vida para mí si te vas de ella para siempre, me dijo, y por eso…Me voy a perder entre las vías del tren, ése tren que me trajo hasta ti, sin saber que me iba a enamorar sin remisión, y aunque…Sabía que tarde o temprano todo se iba a acabar, al final algo me hacía dudar de mis propios sentimientos y me dejaba llevar por los deseos incontrolables que tenía de él, y ante eso…No había nada que hacer, y por eso…Siempre lo amaré, y aunque a veces dudo de lo que verdaderamente siento, cuando pasan los días sin verlo…Mi corazón se resiente latiendo con pena y dolor…La vida se me apaga sin ti…pues…Tuya soy desde el mismo momento que me dijiste te quiero con la furia de tus deseos…Perdona mi amor, si cada vez que pienso en ti, digo…Te quiero, pero…No lo puedo remediar…Dime mi amor, ¿Porqué te digo te quiero? Acaso seas tú que apareces en ése momento y me lo preguntas…No sé por qué me ocurre esto, puede ser, que…No paro de verte en mi mente como si tuvieras miedo a perderme, o quizás sea yo la que tema que no vuelvas a buscarme para besarme como sólo tú sabes hacerlo…Ya ves mi vida, incluso aún sabiendo que no volveré a tenerte en mis brazos, todavía necesito tus besos para seguir viviendo, porque…La vida se me apaga sin ti…