Es un ladrón que se cruzó en mi camino y me
arrastró a su nido engatusándome con palabras de fervor…Primero hizo como si le
encantaran todas mis aventuras escritas con la fantasía de una jovencita, luego
me llenó la cabeza de palabras bonitas, después empezó a adularme y a
piropearme como si quisiera conquistarme, y lo consiguió, ¡vaya que sí! Pues a
través de mis frases, empezó a leer entre líneas y me escribió en privado un
mensaje de amor, donde me hablaba de su desdichada vida, de tal manera que le
abrí todo mi corazón…Poco a poco fue descubriendo a la soñadora que habitaba en
mi interior y de un zarpazo me cazó, y como una gatita presumida caí en las
garras de su hambriento corazón…Él tiene las llaves de mis secretos, mis
intimidades y de mis besos…él sabe buscar entre las mascaradas de todo lo que
atrapo al viento, porque es el aire que mueve los vaivenes de mi entrecejos, y
a veces me mece en las olas del mar como si fuera una barquita a la deriva de
sus embestidas…es travieso y juguetón y muy campechano…me encanta…me gusta
tanto que me pregunto…¿será que a base de gustar una se pueda llegar a
enamorar? Debe ser que sí, porque me gusta cada día más y lo puedo llegar a
querer de verdad…de hoy a la eternidad…Es un tigre, un león rebelde que se
quedó sin su manada, y se fue alejando del mundo en busca de la presa que
saciara su hambruna insatisfecha, queriendo más y más…Nada le detiene, alerta
como está, siempre al acecho, hasta que a través de mis llamaradas me
encontró…La curiosidad se hizo dueña de sus recelos y su agonía. Sus
pensamientos le corroían por dentro, cada vez que me veía pasar de refilón.
Quería saber hasta dónde llegaba la fuerza de mi voz plasmada en papel de
carbón, y en un momento de debilidad lo atrapó arrastrándome a sus abrazos de
calor, subyugándole de pasión…Sus palabras disfrazadas de comprensión y
tolerancia hacia mis penas, desataron mi lengua...Mis amores secretos y mis
poemas lo encarcelaron entre mis rejas…Eres el dueño de mi presente y mi
pasado, que hace y deshace conmigo cuando quiere y se te antoja…el amo de mis
pesares, mis sentires, mis deseos…y mis pecados…que te apareces en mis sueños y
me come a besos el cuerpo y me roba el pensamiento…que no se pueden contar por
escandaloso…y por…inconfesables…Me camelaste el sentido con la máscara del
zorro, y me dejé arrastrar por los quejidos de tu piel, y cuando abrí los ojos,
me abandonaste en mitad del camino donde habitan los demonios…Y ahora eres tú
el esclavo de los movimientos del fuego que tengo dentro de mi cuerpo...y mis gritos
de placer…Sé que miras mi muro, lo sé aunque te escondas tras la pared…Y ese
hombre que se cree un león, que me lee, que sigue mis relatos tras éste
escenario, es más pequeño que un ratón, y se agarra a mi mano como si fuera el
capitán dirigiendo el timón, me llama y me pregunta, ¡oye tú! ¿Quién yo? Si tú,
dime una cosa, ¿de quién hablas en todos tus retratos, de mí o de él? Porque me
tienes loco perdido con tantas mascaradas…y le contesto…Yo soy la pluma
mensajera que vaga por el aire con las alas de la libertad, y escribo con la
poesía que me encuentro cada día en las calles de mi fantasía…Y éste hombre
imaginario que ves reflejado tras la pared, serán las sombras de las figuras lo
que tú quieras ver…Sal de ahí de una vez, no te escondas más que me tienes rota
por tu querer…Y es que cada día lo siento más sobre mí, que me busca de noche,
cuando nadie lo ve, y a las horas que sabe que mis aventuras están por
decidir…Es muy listo y avispado y se está haciendo el importante para tenerme
comiendo de su mano, lo sé, lo conozco muy bien y aunque se vaya de juerga con
sus amigos, su corazón late conmigo, porque me lo transmiten sus silenciosas
palabras ocultas tras las cervezas que se toma para olvidarme…y cuando llega a
su casa se lía a rastrearme como un perro, ebrio perdido y luego se echa en la
cama y se queda dormido con mis besos quemándole los labios al rojo vivo…como
copa de vino…Y yo sigo mis andares atrapando los besos de mil amantes, sabiendo
que aunque se esconda tras los cristales, su recuerdo lo tengo en mi sino
persiguiéndome por el camino…Y me entrego con rabia y celo al dueño de mis
suspiros, persiguiendo la prosa con la sangre de las almas errantes que
sucumben en las garras de los miserables…Y desfallezco en sus brazos como niña
perdida en el desierto, que me mima, me mece y me dice te quiero, te quiero y
jamás dejaré de quererte aunque me arrastres a los infiernos…Y me dejo querer
pensando en ti...lo beso como si fueras tú y le entrego mi cuerpo metida en tus
pensamientos…Es tanto lo que siento, que los suspiros se me escapan del pecho
aireándolos el viento con el martillo de los celos…y de tu boca salen los
demonios por el escenario de mis versos…¿Por quién suspiras mujer? Que me
tienes las sienes retorcidas de tanto como te deseo…y ya no sé de mí…y
mirándolo de reojo le suelto con rabia y arrojo...Tu esencia está en ese
personaje imaginario que cada día me habla de ti...con los latidos de mi sentir…
sábado, 28 de mayo de 2016
martes, 17 de mayo de 2016
PASIONES OCULTAS.- (MICRORRELATO)
Quisiera escarbar en tus sentimientos para saber por qué te
pienso, que no hay día que te aleje de mis pensamientos… Quizás sea porque haya
llegado el momento de saber que tú eras el hombre de mis sueños…Nunca le
importaron mis estrías porque dice que fueron para dar vida…Me mira las marcas
de la cara y me dice que me hacen cada día más bonita, y me besa las pestañas…y
de mi pelo que le encanta aunque me salgan canas…Me abraza fuertemente por la
cintura atrayéndome hacia su pecho, y me acaricia las espaldas con el fuego de
sus palabras…y me lo como a besos con ganas y deseo…y me hace suya diciéndome
te quiero, te quiero…Son las frases que me regaló aquella fría mañana de
invierno, y que ahora atrapo al viento como si fueran los suspiros de su
corazón secreto…Me hablaste de caminos y de sufrimientos…De viajes lejanos, de
amores falsos y sueños estrafalarios…Todo tú eras una odisea, un mapa
imaginario lleno de rutas de fuego, donde dabas marcha atrás y adelante con el
motor a todo gas…Y yo absorta perdida como estaba, tan sólo miraba tus labios
que me atraían de una manera pecaminosa, invitándome a comerte la boca como si
fuera la fruta prohibida, y por más que no quería, más me incitaban a pecar…Era
la tentación más exquisita , adorable y apetitosa que me podía imaginar, a la
que no estaba dispuesta a dejar pasar y menos defraudarte, pues tú mismo me
retaste a probar…y probé, ¡vaya que sí! Que caté sus labios carnosos como si
fuera una copa de buen vino, un Ribera del Duero, un Valdepeñas…Un pastel de
crema y miel y como abeja piqué, ¡qué atrevimiento el mío, por Dios! Ni que
estuviera a falta de azúcar, ¡pues sí! ¿Y qué? ¡Anda que no, que me harté bien!
¡Qué golosa! Como la reina de las abejas te amé, y tú prendido de mis besos, te
dejaste hacer como un zángano, y ahora serás tú adicto a ellos, pues jamás
habrás saboreado más rico pastel en una boca de piel de satén…¡Qué locura la
mía…! Nunca dejaré de ser la protagonista de tus diabluras…Quisiera perderme en
tus labios y despertarme acariciándote un tango…y me dijeras muy despacito entre
sábanas y cobertores que nunca me has olvidado…Perderme en tus sueños,
arrancarte el pensamiento y enredarte en la maraña de mis cabellos para que te
sintieras preso de los míos…Envolverte con mis besos en una nube de silencio
donde tan sólo se oyeran los suspiros de mi deseo…y pintar en la noche oscura
mil sombras de colores entre las ráfagas de tus pasiones…Quisiera atraparte con
la fuerza de mi voz gritándole al tiempo…¡Oye tú! ¿Quién yo? Sí, sí tú…no te
hagas el disimulado, que para eso tengo de testigo el eco de tus gritos…y los
míos… ¿Sabes que te digo? Que por mucho que te escondas, mi recuerdo te
persigue…Ya puedes meterte en un campo de trigo disfrazado de espantapájaros,
que allá donde vayas mis besos se irán contigo volando como pajaritos, porque cuando
cierro los ojos te imagino mirándome el rostro, siempre mirándome, y eso es por
algo, ¿te enteras? porque no puede ser que en esta vida se quede una fuera de
escena, actuando en la misma película de la vida nuestra…Que las cosas no pasan
por pasar, que aquí hay mucha tela que remendar, y yo ya me puse a zurcir cada
rotura con aguja y dedal, no me vayas a venir ahora que tú pusiste las
tijeras para cortar…¡Ay madre mía...! Presiento que éste tío es un buen
sastre…pero aún así no me doy por vencida y…Quisiera ser la dueña de tus
sentimientos, tus palabras y tu cuerpo, que me dijeras que te acuerdas de mí,
que nunca me has olvidad desde aquel día de invierno…¡Cuánto te deseo, cuánto,
cuánto! Si yo lo viera en éste momento andando de frente, saldría corriendo
hacia él y lo abrazaría con todas las ganas de mi querer y le diría…Ésta soy
yo, sin dobleces ni parangón…Cerré mis ojos al cielo, escenifiqué un molde de
barro en mi mente y con un soplo de aire tomó forma y vida como obra milagrosa
de Dios…En ese preciso instante apareció ante mí, andando solo, triste,
cabizbajo…Lo atraje con la fuerza de mi pensamiento, ese tan grande y poderoso
que tienen los deseos cuando son fuertes, fuertes, tanto que atravesó los
límites de la fantasía, convirtiendo en realidad mis ansias de tenerlo en mis
brazos…Y llegó hasta aquí, frente a mí, caminando con todo el sufrimiento bajo
las suelas de sus zapatos…Era su andar cansado y pesado de tanta pena que venía
arrastrando…Nuestras miradas se hablaron con la brillantez de las palabras
mudas, silenciosas…y justo en el cruce, nuestras manos se rozaron con la
suavidad de las plumas, volando en susurros apagados, casi sin latidos en
nuestro corazón de tantas ansiedades acumuladas…Sus dedos y los míos se unieron
en un nudo de amor, y al pasar de largo, antes de dos pasos, nos giramos a la
vez y sin mediar palabras me sujetó del brazo…Mi corazón empezó a galopar como
una estampida de yeguas, dando rienda a mil besos de pasión…me abandoné a su
pecho y me abrazó diciéndome…Dime que eres mía, ¡júrame por Dios! Dime que eres
mía y de nadie más…Y me puse a llorar y reír a la vez después de haber pasado
el tiempo en recuerdos de pasiones ocultas tras las lágrimas sin caer…Al
momento me enlazaste por la cintura y corrimos cuesta arriba para escondernos
de la gente, ¡y qué risa la mía! parecíamos dos chiquillos haciendo
travesuras…y la hicimos, ¡vaya que sí! Que no dejamos ni un trocito de piel que
se quedara sin mis besos ni los de él…
sábado, 14 de mayo de 2016
A CONTRACORRIENTE.- (MICRORRELATO)
Sé que estás ahí escondido, me lo
dice tu indiferencia o la que me quieres dar a entender...creerás que soy
tonta, y lo soy, ¡vaya que sí! Que lo soy por un mal querer…tu querer que me
enredaste para conseguir algo de mí, y lo conseguiste, ¡desde luego que sí!
pero...porque yo quise...no vayas a pensar que fuiste tú el que tomó la
iniciativa...no que fui y yo, y eso trastocó todas tus expectativas porque
pensaste que era una estúpida mujer que se creía todo, y verdad es, porque cada
vez que doy un paso es con el alma...y con el corazón…Andando me encuentro sola
hablando con mis pensamientos, esos que están escondidos en mis adentros donde
no doy tregua a que se me oxiden, vaya a ser que se me olviden…pues a mí estas
cosas de los amores secretos me embargan y me dan más que menos, porque de
ellos se nutren mis encierros…¿qué sería de mí si yo no pudiera compartir estas
aventuras por éstos extrarradios? Es lo que me da la vida, me llenan de dicha y
alegría y es tanto el entusiasmo que obtengo, que no tengo más remedio que
echar mis alas al viento y soñar, si no me explosionaría la mente en una pompa
de amor…Creo que la gente actúa igual que yo, y no me paro a pensar que de todo
hay en la viña del Señor, ¡vamos que ni me lo planteo! Sé que te reíste de mí,
pero no me importa nada porque fui muy feliz dándote todos mis besos, ya lo
dice la canción, que cuando una española besa, lo hace con el corazón, y eso es
lo que no te esperabas tú, que se te grabaron de por vida, y ahí los tienes,
clavados como las flechas de Cupido, y por eso te da tanta rabia verme por
estos caminos de Dios tomando notas de esto y aquello, pero…¿sabes que te digo?
Que ni me alegro ni me enfado, que cada cual cargue con sus desafíos, que yo
bastante tengo con haberte querido…y te quiero…A veces se me pierde la mirada
en el momento que te conocí, y quisiera saber qué fue lo que me atrajo de ti…te
recuerdo como algo lejano, como si nunca hubiera pasado, y eso es lo que más
miedo me da porque no quisiera olvidarte nunca, ni ése momento de pura pasión
que vivimos los dos…saltaron chispas por el aire…fue de lo más emocionante que
he sentido en mi vida, y temo que la indiferencia se apropie de mis
pensamientos… y por eso me niego a olvidarte un momento, aunque yo para ti sólo
fui un pasatiempo…Trataste por todos los medios de convencerme que te traté
mal, como si carecieras de sentimientos, como si tuvieras el corazón de
cemento, y ahora que lo estoy meditando, lo creo de verdad… Me hiciste creer
que yo era cruel y hasta me sentí fatal, llorando a lágrima viva, riñéndome por
la poca sensibilidad que tuve cuando te dije que me iba de cena con un amigo, y
que no me molestaras hasta el amanecer, ¡vaya que sí, que estuvo fatal! ¡Cuánto
debiste sufrir…! ¡Qué daño tan grande por Dios! Lo siento, lo siento en el alma
y ahora me arrepiento, pero si no hubiera ocurrido ese percance…contéstame a
ésta pregunta, pero dímelo con el corazón en la mano…¿Habrías seguido conmigo?
No, sé que no, porque tú eres un comodón y de los antiguos, y prefieres vivir
tranquilito y relajado, porque eso de estar enamorado de una mujer, no te va,
es demasiado para tu verde corazón, ya que prefieres un rápido revolcón, aquí
te pillo y aquí te mato, a estar continuamente pendiente de mí…pero… ¿Sabes que
te digo? que yo también tengo un corazón, cosa de la que tú te has pasado por
las témporas, y te has jactado de echarme en cara una y mil veces que tan sólo
me iba contigo por interés…¿interés de qué? Y ahora te recochineas delante de
mí, ignorándome todo éste tiempo, haciéndome creer que te importo un bledo, que
pasas de mí…Es verdad, pasas de mí, sé que pasas como de las cagarrutas de las
cabras, lo sé…y por eso estoy triste…que no vivo desde el momento que te
conocí… Antes no lo quería admitir, tenía la esperanza de que algún día vendrías
a por mí, hasta me hacía ilusiones que los dos cabalgaríamos por las sendas del
amor, ¡fíjate, qué niñerías se me pasan por la mente…! Es que siempre voy a
contracorriente, ¿te enteras? no me doy cuenta…No sabes cuánto me duele tu
desprecio, me rompe el alma y se me llenan los ojos de lágrimas…y…a pesar de
todo no me arrepiento de haberte besado…miel con queso saben a besos…y por eso
te recreas en restregármelo por la cara con todo tu desprecio…pero…¿sabes una
cosa? Que si pudiera volver el tiempo atrás y empezar de nuevo, seguro, seguro
que volvería a hacerlo, porque me encantaron y me llenó de entusiasmo…tenía la
autoestima por los suelos…además que me estaban quemando el cuerpo…Con cuántas
ganas te los di, ¡madre mía! Es que me salieron del alma y eso no lo podrás
negar nunca…Me enamoré de la chispita de sus ojos que me hablaron de aventuras
y de antojos, y cuando quise darme cuenta ya me había echado la red y ahora me
es imposible escapar de él…Trato de olvidarlo, de alejarme de su mirada, sus
palabras…sus besos…y por más que me empeño, más intenso es su recuerdo que me
acompaña de noche y de día…Y por eso volví a sus brazos para olvidarte y
arrancarme tus besos de mi recuerdo…y de mis labios…¡Imposible! no hay nada que
hacer, que insiste cada día en un nuevo amanecer…¡Oye, escúchame! Tienes que
venir a por mí, necesito que me abraces de nuevo, ayúdame a salir de éste pozo
sin fondo que me hundo…me hundo cada vez más y es negro y profundo, no tengo a
nadie más que a ti. Sé que me quieres, lo sé, me lo dice el corazón, es
imposible que me engañe, nunca lo ha hecho, y continuamente me está diciendo
que tú no para de pensar en mí…Te quiero, sabes que te quiero, me consta que
hasta lo presientes como yo a ti, pero hay algo más fuerte que te hace dudar de
mí…Eres tú…me ves tan mayor y niña a la vez, tan auténtica, porque sabes que
soy una mujer entera, que me entrego sin condiciones, con las ideas claras, que
tengo personalidad y eso te asusta todavía más…¡qué ignorante! Si supieras
cuántas debilidades tengo, ni te lo planteabas, porque soy una persona
demasiado romántica y eso hoy en día ya no se estila, y se sufre mucho…Llámame,
llévame lejos, pero contigo, mira que se me está agotando la paciencia…Llevas
toda una vida echándole un pulso a la mente, a ver quién gana a quién, como si
estuvieras en el cuadrilátero de la muerte, a puñetazos limpios, a la contra
del corazón…Nunca vas a cambiar, con tal que te enamoras de una mujer, otra vez
a empezar de nuevo, pero lo que tú no sabes es que te quiero, y deseo estar contigo
porque me lo pide el cuerpo…¡Ay Señor! No me escucha, no me hace caso, me
ignora, ni me mira…Tendré que darle un soplo de aire a éste aliento para que
haga presencia en sus pensamientos… Cerraré mis ojos para darle cobijo y abrigo
a los sentimientos… Susurraré al viento cuánto lo deseo para que se lo lleve en
ráfagas de fuego alrededor de su cuerpo… Serpentearé por las comisuras de su
sonrisa para que me vea desnuda y con prisas… Rasgaré con sigilo la pose de sus
sentidos con la guadaña de mis más bajos instintos…Navegaré por sus sueños
calenturientos de pasión y deseo, imaginando que soy él pensando en mí… Y se
despierte diciéndome al oído…Tengo que recorrer tu cintura con mi boca, comerte
a besos ese cuerpecito tan lindo y chiquitito que tienes, que me ha vuelto loco
el sentido…y me has robado el corazón…
lunes, 9 de mayo de 2016
LA FUERZA DEL QUERER.- (MICRORRELATO)
Quiero echarte de menos, estar
contigo cuando me lo pida el cuerpo y no para matar el tiempo, porque para eso
me invento un cuento…Ya no te deseo, ni tengo ganas de darte un beso…¿Qué es lo
que está pasando conmigo que ya no me desvivo por verte? ¡Qué cosas me pasan
por Dios! Después de lo que hemos pasado juntos, batallando contra viento y
marea, ahora de repente viene un tuno muy tunante y me enreda, me enamora, me
abraza y me besa, y en menos de una hora...me deja…casi me he sentido como un
pañuelito de papel de usar y tirar…Y ahora resulta que me he enamorado de una
quimera, porque no existe ni en mis entretelas. Ha de ser que le di forma y
figura para dejarte en medio de la carretera, pues los celos ya me estaban
consumiendo por dentro…Estaba caminando tras sus pasos que desde la lejanía me
estaban buscando a gritos, me llamaban con la voz del pensamiento, y yo presurosa,
lo atrapé con la narrativa de mi prosa…Te enredaste en los versos de mi poesía
dándote vida y aliento, y cuando menos me lo esperaba te presentaste ante mí
como un ángel salvador…Pobre infeliz siempre viviendo entre mayo y abril…Me
dijiste que me esperarías, que respetarías la libertad de mis movimientos…Dame
espacio, no me oprimas ni me acoses, que haces que me sienta como animal
enjaulado, y lo único que deseo es encontrarme con el alma en calma, serena y
relajada…Me hallo perdida entre los demonios de mi cuerpo que me enardecen
haciéndome dudar hasta de mis sentimientos, y ya no sé si te quiero por pura
rutina o por darle cancha a éste cuerpo…quizás tenga miedo de perderme en la
nostalgia de mis añoranzas, la cansada mirada o entre las canas de mis cabellos
sueltos, los cuales van dirigiendo los hilos de mis pensamientos, haciéndome
ver la cruda realidad, llenando mi cabeza de la libre seguridad que los años
tejen con la edad…No me gusta, no quiero sentir ésta frialdad que da la
experiencia, aunque sea una muy sabia…No quiero saber tanto, que la sabiduría
mata la curiosidad de ir más allá, previniendo de los peligros de vaya usted a
saber, porque como es tan ducha en la lucha de los entresijos de los dimes y
diretes, folclores, folletines y sainetes…pues ni se atreve a dar un paso
adelante para no darle gusto al intrusismo de la sociedad, y se queda como si
todo le diera igual…Me niego a crecer, me niego a vivir sin ese amor que se
siente cuando una es una adolescente, aunque ingenua e inocente…Y por eso me
hallo caminando entre los reveses de ésta inquietud, siempre a flor de piel por
subsistir en éste flácido y arrugado cuerpo de mujer mayor, donde tan sólo
permanecen impolutos los sueños de aquella señorita que un día se encontró con
lo más bello de la antología de la vida, como es la aventura de vivir
permanentemente en una nube de algodón…pues para el asfalto ya tengo nombre y
distrito…Que yo lo que quiero es tener ganas de ti, esas ansias que dan las
pasiones desbocadas donde se estremecen las carnes, y el corazón late,
late…necesito ese pálpito que da el entusiasmo por vivir cada día, ilusión de
poderte ver y mi alma estremecer, esa risita de la edad del pavo que te deja
toda floja, flojita floja…cosquillas en el estómago y echarte de menos…buscarte
entre la gente y besarte locamente enamorada de ti…Y por eso estoy ahora tan
triste y abatida porque de rabia me alejé de ti…Dame tiempo, te dije…y ya verás
como llegará un momento en que te eche de menos, aunque si te digo la verdad ya
te echo…De acuerdo…Te esperaré, siempre te esperaré, no lo olvides nunca, que
te esperaré…me dijiste…Estaba tan enfurecida contigo que
sólo pensaba en mí, en mi dolor y no me daba cuenta de que tú sufrías lo
mismo…Busqué en el tiempo para sentir de nuevo cuando lo conocí, no quería
besar su boca ni por lástima ni por pena…Deseaba tener la necesidad de verlo,
de abrazarlo y de tenerlo en mi regazo, apoyar mi cabeza en su hombro y decirle
al oído todas esas cosas que se dicen los amantes…Quería echarte de menos y
empecé a acordarme de tus ardientes besos…Deseaba estar contigo y la venganza
me cerró todos los caminos…Era yo pura dinamita a punto de explotar como una
bomba nuclear, hasta que te vi pasar…ya no puedo seguir escapando de ti…y de un
salto eché mis alas a volar…Salí corriendo, corriendo tras sus pasos, me estaba
llamando desde lo más profundo de su garganta apagada, estaba gritando mi
nombre con la agonía de su voz quebrada, podía oír su llanto desesperado…Estoy
todo el día sufriendo por ti, no hago más que llorar de dolor, mi vida es todo
un sufrimiento pero quiero seguir así, sé que te hice daño, que te rompí el
corazón y quiero pagarlo con mi dolor, quiero sufrir por ti, por todo el daño
que te he hecho…Quería tenerme en sus brazos, apretarme fuerte la cintura,
recorrer mis piernas…No me merezco tu amor, no sé qué es lo que me has dado que
no paro de pensar en ti, eres la mujer de mi vida, no hay otra solución…Una vez
la mente me dijo que te olvidara y me alejara de ti, no puedo olvidarte, eres
mi vida, mi vida y sólo quiero llorar, perdóname, perdóname…Yo también te hice
daño mi amor, olvidemos el pasado, son los celos, y por eso me alejé de ti…
Podía sentir sus ardientes manos alrededor de mi talle acercándome a su pecho,
quería aspirarme el aliento, quería bañarme el rostro con sus lágrimas…Toda la
tarde encerrado…llorando solo, solo y ya no puedo más…Me estaba buscando por
todas las huellas donde un día nos echamos en cara todas nuestras faltas, donde
lo maldije más de mil veces deseándole la muerte…Estaba endemoniada perdida,
¡malditos celos!…Me juraba y perjuraba que sólo había estado con una antigua
novia que abandonó cuando me conoció, hasta que se hartó de mis celos y me
abandonó…Había una fuerza interior que nos tenía atados de por vida, quizás
esos fenómenos paranormales, no lo sé, pero lo sentía tan grande que ha saltado
todos los obstáculos…Te quiero, eres la mujer de mi vida y estaré viviendo
triste y apenado hasta el fin de mis días y cuando me muera tu nombre será lo
último que salga de mis labios…Y salí presurosa como Caperucita Roja, sabiendo
que me encontraría a mi lobo por el camino, siendo yo la abuelita feroz, que
nada más verlo lo arrinconé tras los matojos con la fuerza del querer...
viernes, 6 de mayo de 2016
PRISIONERA DE TUS SUSPIROS.- (MICRORRELATO) 2º
Te ando buscando por toda la casa y no te encuentro, y por la calle voy desesperada perdida, buscándote por todas partes y no te veo, ¿dónde estarán mis besos? Dímelo tú, ladrón de sentimientos, que te has llevado lo más preciado de mi vida, que son los besos del alma mía…¡Apiádate de mí por Dios! que estoy como loca, que me siento desnuda sin ellos…Tráemelos corazón mío, mira que se me va la vida en cada suspiro que sale de mi pecho, y vuela entre las revueltas de aquella acera, donde me abrazaste por vez primera…¡Vuelan mis suspiros, vuelan…! ¡Vuelan con la pluma de mis letras! ¿Dónde están tus besos? Te lo llevaste y me has dejado sin ellos, y cuando cierro los ojos los siento dentro de mi cuerpo y te veo… Veo un rostro triste y lloroso, lleno de deseo…Deseo por tenerme de nuevo entre tus brazos, y no te atreves porque eres esclavo de tu libre realidad…Apenas tienes fantasía y por eso te alejaste de mí…me dejaste sola y aturdida, pues no sabía que podía enamorarme de ti a primera vista…Esas cosas ya no suelen ocurrir, sólo en las películas para adolescente…Debo ser algo surrealista…Excentricidades de una bohemia que anda siempre buscándose en una civilización perdida…y todo lo que sale de ella es una utopía…Paranoias que sólo entra en una mente infantil, ¡qué cosas por Dios! Ya no se estila, ya no se estila como decía aquella canción…Me abrazaste con todo el sufrimiento que llevabas padeciendo desde hacía mucho tiempo…Me acariciaste los cabellos con la tristeza de tus sentimientos, y me besaste la boca con los suspiros de tus soledades…Y se quedaron atrapados en la lejanía de mis ojos cerrados, enredándose con las legañas de mis pestañas…Echaré un candado con nuestros besos cruzados para que no se escapen de éste escenario imaginario, donde dos bocas se intercambiaron sus penas y sus glorias…Y por eso ando buscándote desde aquél día que me robaste los besos del alma mía…Aquellos besos que me diste me acosan y me acechan de noche y de día…Es como si tuvieran voz y mando y me persiguen constantemente como si fuera mi sombra…a veces me siento la prisionera de tus suspiros…ya no pueden seguir encerrados dentro de mí…están suspirando por salir…Abrí mi ventana, alcé mis brazos al cielo y me restregué los ojos con las legañas de mis pestañas, y escaparon llevándome hasta ti…¡Libre, libre como el viento! Salid deprisa y corriendo a buscarlo, que voy al rescate de mis besos regalados…Son las frases que atrapo al viento con los suspiros de tu corazón secreto, las que me regalaste con tus besos lentos, hablándome de tus penas y de tus sufrimientos…Y por eso estoy aquí, entregada y enamorada de ti como una colegiala…Los sábados me iba a la discoteca esa, donde sabía que estaba y me puse a danzar en medio de la sala lo mismo que me hizo hacer tras el cristal ese, el cual fue el que me pervirtió…Ahora te vas a enterar de quién soy yo…Las luces en ámbar apenas me dejaban vislumbrar y no podía saber si estaría o no, por lo que empecé a bailar la danza del vientre en medio de la sala, meciendo mis manos en un vaivén de olas serenas y relajadas…Miles de miradas se clavaron en mi ombligo, sobre todo sus amigos, que no pararon de sonreírme ni un momento, y yo, con la coquetería a flor de piel, le devolvía la sonrisa con la lujuria de la que me estaba adueñando para darle celos, y en una de las vueltas, me paré frente a él…Se le salieron los ojos de las órbitas…Empecé a contonearme de una manera sigilosa, como pidiendo guerra, ahora, pronto y enseguida…no se lo esperaba…se creía que seguiría siendo su palomita…cuando acabó el baile, empezó a sonar una balada de lo más lenta y con la habilidad de una gata en celo, hice gestos con las manos a uno que estaba a su lado para que bailara conmigo, y con la fuerza de un ciclón, me enlazó por la cintura y me estampó contra su cuerpo como si nos hubieran pegado con cemento, y yo para darle más caña a los celos que estaba intuyendo, le pasé los brazos por el cuello coqueteando con la sonrisa de una hiena, y me puse tan cerca de su cara, que antes de darse cuenta, le comí la boca como si tuviera el hambre de una tigresa…Cuando acabó, lo dejé plantado como una maceta y fui a la barra a pedir una copa…le di un trago que casi me ahogo…Al momento, me sacó otro tío que estaba cañón y nos liamos a bailar un zumba, que el pobre para sentarse tuvo que ingeniársela para que no se le notara la silueta esa tan comprometida…Me puse delante de él, y enlazándome por la cintura fuimos pegados como lapas hasta la mesa, que por casualidad estaba junto a la suya, y aunque estaba acompañado, no paró de observarnos ni un instante que duró el bailoteo ese tan escandaloso…Tomamos asiento y yo en un arrebato de locura juvenil, empecé a alzar la voz de manera coqueta y sexi, haciendo alarde de mis encantos, y no contenta con ello, me senté sobre las rodillas de mi acompañante, y me lié a darle besos en la boca suspirando con fuerza y con mucha pena…Quería expulsar todo su aliento de mí…Esos besos que tú me diste se quedaron atrapados, que te los aspiré cerrando mis ojos, y cada vez que los recuerdos, los tengo latiéndome bajo las pestañas, y cuando los abro, te veo sonriéndome el rostro…y mi hiciste la prisionera de tus suspiros…y de tus antojos…
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