sábado, 28 de mayo de 2016

ESE PERSONAJE IMAGINARIO.- (MICRORRELATO)



Es un ladrón que se cruzó en mi camino y me arrastró a su nido engatusándome con palabras de fervor…Primero hizo como si le encantaran todas mis aventuras escritas con la fantasía de una jovencita, luego me llenó la cabeza de palabras bonitas, después empezó a adularme y a piropearme como si quisiera conquistarme, y lo consiguió, ¡vaya que sí! Pues a través de mis frases, empezó a leer entre líneas y me escribió en privado un mensaje de amor, donde me hablaba de su desdichada vida, de tal manera que le abrí todo mi corazón…Poco a poco fue descubriendo a la soñadora que habitaba en mi interior y de un zarpazo me cazó, y como una gatita presumida caí en las garras de su hambriento corazón…Él tiene las llaves de mis secretos, mis intimidades y de mis besos…él sabe buscar entre las mascaradas de todo lo que atrapo al viento, porque es el aire que mueve los vaivenes de mi entrecejos, y a veces me mece en las olas del mar como si fuera una barquita a la deriva de sus embestidas…es travieso y juguetón y muy campechano…me encanta…me gusta tanto que me pregunto…¿será que a base de gustar una se pueda llegar a enamorar? Debe ser que sí, porque me gusta cada día más y lo puedo llegar a querer de verdad…de hoy a la eternidad…Es un tigre, un león rebelde que se quedó sin su manada, y se fue alejando del mundo en busca de la presa que saciara su hambruna insatisfecha, queriendo más y más…Nada le detiene, alerta como está, siempre al acecho, hasta que a través de mis llamaradas me encontró…La curiosidad se hizo dueña de sus recelos y su agonía. Sus pensamientos le corroían por dentro, cada vez que me veía pasar de refilón. Quería saber hasta dónde llegaba la fuerza de mi voz plasmada en papel de carbón, y en un momento de debilidad lo atrapó arrastrándome a sus abrazos de calor, subyugándole de pasión…Sus palabras disfrazadas de comprensión y tolerancia hacia mis penas, desataron mi lengua...Mis amores secretos y mis poemas lo encarcelaron entre mis rejas…Eres el dueño de mi presente y mi pasado, que hace y deshace conmigo cuando quiere y se te antoja…el amo de mis pesares, mis sentires, mis deseos…y mis pecados…que te apareces en mis sueños y me come a besos el cuerpo y me roba el pensamiento…que no se pueden contar por escandaloso…y por…inconfesables…Me camelaste el sentido con la máscara del zorro, y me dejé arrastrar por los quejidos de tu piel, y cuando abrí los ojos, me abandonaste en mitad del camino donde habitan los demonios…Y ahora eres tú el esclavo de los movimientos del fuego que tengo dentro de mi cuerpo...y mis gritos de placer…Sé que miras mi muro, lo sé aunque te escondas tras la pared…Y ese hombre que se cree un león, que me lee, que sigue mis relatos tras éste escenario, es más pequeño que un ratón, y se agarra a mi mano como si fuera el capitán dirigiendo el timón, me llama y me pregunta, ¡oye tú! ¿Quién yo? Si tú, dime una cosa, ¿de quién hablas en todos tus retratos, de mí o de él? Porque me tienes loco perdido con tantas mascaradas…y le contesto…Yo soy la pluma mensajera que vaga por el aire con las alas de la libertad, y escribo con la poesía que me encuentro cada día en las calles de mi fantasía…Y éste hombre imaginario que ves reflejado tras la pared, serán las sombras de las figuras lo que tú quieras ver…Sal de ahí de una vez, no te escondas más que me tienes rota por tu querer…Y es que cada día lo siento más sobre mí, que me busca de noche, cuando nadie lo ve, y a las horas que sabe que mis aventuras están por decidir…Es muy listo y avispado y se está haciendo el importante para tenerme comiendo de su mano, lo sé, lo conozco muy bien y aunque se vaya de juerga con sus amigos, su corazón late conmigo, porque me lo transmiten sus silenciosas palabras ocultas tras las cervezas que se toma para olvidarme…y cuando llega a su casa se lía a rastrearme como un perro, ebrio perdido y luego se echa en la cama y se queda dormido con mis besos quemándole los labios al rojo vivo…como copa de vino…Y yo sigo mis andares atrapando los besos de mil amantes, sabiendo que aunque se esconda tras los cristales, su recuerdo lo tengo en mi sino persiguiéndome por el camino…Y me entrego con rabia y celo al dueño de mis suspiros, persiguiendo la prosa con la sangre de las almas errantes que sucumben en las garras de los miserables…Y desfallezco en sus brazos como niña perdida en el desierto, que me mima, me mece y me dice te quiero, te quiero y jamás dejaré de quererte aunque me arrastres a los infiernos…Y me dejo querer pensando en ti...lo beso como si fueras tú y le entrego mi cuerpo metida en tus pensamientos…Es tanto lo que siento, que los suspiros se me escapan del pecho aireándolos el viento con el martillo de los celos…y de tu boca salen los demonios por el escenario de mis versos…¿Por quién suspiras mujer? Que me tienes las sienes retorcidas de tanto como te deseo…y ya no sé de mí…y mirándolo de reojo le suelto con rabia y arrojo...Tu esencia está en ese personaje imaginario que cada día me habla de ti...con los latidos de mi sentir…


martes, 17 de mayo de 2016

PASIONES OCULTAS.- (MICRORRELATO)



Quisiera escarbar en tus sentimientos para saber por qué te pienso, que no hay día que te aleje de mis pensamientos… Quizás sea porque haya llegado el momento de saber que tú eras el hombre de mis sueños…Nunca le importaron mis estrías porque dice que fueron para dar vida…Me mira las marcas de la cara y me dice que me hacen cada día más bonita, y me besa las pestañas…y de mi pelo que le encanta aunque me salgan canas…Me abraza fuertemente por la cintura atrayéndome hacia su pecho, y me acaricia las espaldas con el fuego de sus palabras…y me lo como a besos con ganas y deseo…y me hace suya diciéndome te quiero, te quiero…Son las frases que me regaló aquella fría mañana de invierno, y que ahora atrapo al viento como si fueran los suspiros de su corazón secreto…Me hablaste de caminos y de sufrimientos…De viajes lejanos, de amores falsos y sueños estrafalarios…Todo tú eras una odisea, un mapa imaginario lleno de rutas de fuego, donde dabas marcha atrás y adelante con el motor a todo gas…Y yo absorta perdida como estaba, tan sólo miraba tus labios que me atraían de una manera pecaminosa, invitándome a comerte la boca como si fuera la fruta prohibida, y por más que no quería, más me incitaban a pecar…Era la tentación más exquisita , adorable y apetitosa que me podía imaginar, a la que no estaba dispuesta a dejar pasar y menos defraudarte, pues tú mismo me retaste a probar…y probé, ¡vaya que sí! Que caté sus labios carnosos como si fuera una copa de buen vino, un Ribera del Duero, un Valdepeñas…Un pastel de crema y miel y como abeja piqué, ¡qué atrevimiento el mío, por Dios! Ni que estuviera a falta de azúcar, ¡pues sí! ¿Y qué? ¡Anda que no, que me harté bien! ¡Qué golosa! Como la reina de las abejas te amé, y tú prendido de mis besos, te dejaste hacer como un zángano, y ahora serás tú adicto a ellos, pues jamás habrás saboreado más rico pastel en una boca de piel de satén…¡Qué locura la mía…! Nunca dejaré de ser la protagonista de tus diabluras…Quisiera perderme en tus labios y despertarme acariciándote un tango…y me dijeras muy despacito entre sábanas y cobertores que nunca me has olvidado…Perderme en tus sueños, arrancarte el pensamiento y enredarte en la maraña de mis cabellos para que te sintieras preso de los míos…Envolverte con mis besos en una nube de silencio donde tan sólo se oyeran los suspiros de mi deseo…y pintar en la noche oscura mil sombras de colores entre las ráfagas de tus pasiones…Quisiera atraparte con la fuerza de mi voz gritándole al tiempo…¡Oye tú! ¿Quién yo? Sí, sí tú…no te hagas el disimulado, que para eso tengo de testigo el eco de tus gritos…y los míos… ¿Sabes que te digo? Que por mucho que te escondas, mi recuerdo te persigue…Ya puedes meterte en un campo de trigo disfrazado de espantapájaros, que allá donde vayas mis besos se irán contigo volando como pajaritos, porque cuando cierro los ojos te imagino mirándome el rostro, siempre mirándome, y eso es por algo, ¿te enteras? porque no puede ser que en esta vida se quede una fuera de escena, actuando en la misma película de la vida nuestra…Que las cosas no pasan por pasar, que aquí hay mucha tela que remendar, y yo ya me puse a zurcir cada rotura con aguja y dedal, no me vayas a venir ahora que tú pusiste las tijeras para cortar…¡Ay madre mía...! Presiento que éste tío es un buen sastre…pero aún así no me doy por vencida y…Quisiera ser la dueña de tus sentimientos, tus palabras y tu cuerpo, que me dijeras que te acuerdas de mí, que nunca me has olvidad desde aquel día de invierno…¡Cuánto te deseo, cuánto, cuánto! Si yo lo viera en éste momento andando de frente, saldría corriendo hacia él y lo abrazaría con todas las ganas de mi querer y le diría…Ésta soy yo, sin dobleces ni parangón…Cerré mis ojos al cielo, escenifiqué un molde de barro en mi mente y con un soplo de aire tomó forma y vida como obra milagrosa de Dios…En ese preciso instante apareció ante mí, andando solo, triste, cabizbajo…Lo atraje con la fuerza de mi pensamiento, ese tan grande y poderoso que tienen los deseos cuando son fuertes, fuertes, tanto que atravesó los límites de la fantasía, convirtiendo en realidad mis ansias de tenerlo en mis brazos…Y llegó hasta aquí, frente a mí, caminando con todo el sufrimiento bajo las suelas de sus zapatos…Era su andar cansado y pesado de tanta pena que venía arrastrando…Nuestras miradas se hablaron con la brillantez de las palabras mudas, silenciosas…y justo en el cruce, nuestras manos se rozaron con la suavidad de las plumas, volando en susurros apagados, casi sin latidos en nuestro corazón de tantas ansiedades acumuladas…Sus dedos y los míos se unieron en un nudo de amor, y al pasar de largo, antes de dos pasos, nos giramos a la vez y sin mediar palabras me sujetó del brazo…Mi corazón empezó a galopar como una estampida de yeguas, dando rienda a mil besos de pasión…me abandoné a su pecho y me abrazó diciéndome…Dime que eres mía, ¡júrame por Dios! Dime que eres mía y de nadie más…Y me puse a llorar y reír a la vez después de haber pasado el tiempo en recuerdos de pasiones ocultas tras las lágrimas sin caer…Al momento me enlazaste por la cintura y corrimos cuesta arriba para escondernos de la gente, ¡y qué risa la mía! parecíamos dos chiquillos haciendo travesuras…y la hicimos, ¡vaya que sí! Que no dejamos ni un trocito de piel que se quedara sin mis besos ni los de él…



sábado, 14 de mayo de 2016

A CONTRACORRIENTE.- (MICRORRELATO)



Sé que estás ahí escondido, me lo dice tu indiferencia o la que me quieres dar a entender...creerás que soy tonta, y lo soy, ¡vaya que sí! Que lo soy por un mal querer…tu querer que me enredaste para conseguir algo de mí, y lo conseguiste, ¡desde luego que sí! pero...porque yo quise...no vayas a pensar que fuiste tú el que tomó la iniciativa...no que fui y yo, y eso trastocó todas tus expectativas porque pensaste que era una estúpida mujer que se creía todo, y verdad es, porque cada vez que doy un paso es con el alma...y con el corazón…Andando me encuentro sola hablando con mis pensamientos, esos que están escondidos en mis adentros donde no doy tregua a que se me oxiden, vaya a ser que se me olviden…pues a mí estas cosas de los amores secretos me embargan y me dan más que menos, porque de ellos se nutren mis encierros…¿qué sería de mí si yo no pudiera compartir estas aventuras por éstos extrarradios? Es lo que me da la vida, me llenan de dicha y alegría y es tanto el entusiasmo que obtengo, que no tengo más remedio que echar mis alas al viento y soñar, si no me explosionaría la mente en una pompa de amor…Creo que la gente actúa igual que yo, y no me paro a pensar que de todo hay en la viña del Señor, ¡vamos que ni me lo planteo! Sé que te reíste de mí, pero no me importa nada porque fui muy feliz dándote todos mis besos, ya lo dice la canción, que cuando una española besa, lo hace con el corazón, y eso es lo que no te esperabas tú, que se te grabaron de por vida, y ahí los tienes, clavados como las flechas de Cupido, y por eso te da tanta rabia verme por estos caminos de Dios tomando notas de esto y aquello, pero…¿sabes que te digo? Que ni me alegro ni me enfado, que cada cual cargue con sus desafíos, que yo bastante tengo con haberte querido…y te quiero…A veces se me pierde la mirada en el momento que te conocí, y quisiera saber qué fue lo que me atrajo de ti…te recuerdo como algo lejano, como si nunca hubiera pasado, y eso es lo que más miedo me da porque no quisiera olvidarte nunca, ni ése momento de pura pasión que vivimos los dos…saltaron chispas por el aire…fue de lo más emocionante que he sentido en mi vida, y temo que la indiferencia se apropie de mis pensamientos… y por eso me niego a olvidarte un momento, aunque yo para ti sólo fui un pasatiempo…Trataste por todos los medios de convencerme que te traté mal, como si carecieras de sentimientos, como si tuvieras el corazón de cemento, y ahora que lo estoy meditando, lo creo de verdad… Me hiciste creer que yo era cruel y hasta me sentí fatal, llorando a lágrima viva, riñéndome por la poca sensibilidad que tuve cuando te dije que me iba de cena con un amigo, y que no me molestaras hasta el amanecer, ¡vaya que sí, que estuvo fatal! ¡Cuánto debiste sufrir…! ¡Qué daño tan grande por Dios! Lo siento, lo siento en el alma y ahora me arrepiento, pero si no hubiera ocurrido ese percance…contéstame a ésta pregunta, pero dímelo con el corazón en la mano…¿Habrías seguido conmigo? No, sé que no, porque tú eres un comodón y de los antiguos, y prefieres vivir tranquilito y relajado, porque eso de estar enamorado de una mujer, no te va, es demasiado para tu verde corazón, ya que prefieres un rápido revolcón, aquí te pillo y aquí te mato, a estar continuamente pendiente de mí…pero… ¿Sabes que te digo? que yo también tengo un corazón, cosa de la que tú te has pasado por las témporas, y te has jactado de echarme en cara una y mil veces que tan sólo me iba contigo por interés…¿interés de qué? Y ahora te recochineas delante de mí, ignorándome todo éste tiempo, haciéndome creer que te importo un bledo, que pasas de mí…Es verdad, pasas de mí, sé que pasas como de las cagarrutas de las cabras, lo sé…y por eso estoy triste…que no vivo desde el momento que te conocí… Antes no lo quería admitir, tenía la esperanza de que algún día vendrías a por mí, hasta me hacía ilusiones que los dos cabalgaríamos por las sendas del amor, ¡fíjate, qué niñerías se me pasan por la mente…! Es que siempre voy a contracorriente, ¿te enteras? no me doy cuenta…No sabes cuánto me duele tu desprecio, me rompe el alma y se me llenan los ojos de lágrimas…y…a pesar de todo no me arrepiento de haberte besado…miel con queso saben a besos…y por eso te recreas en restregármelo por la cara con todo tu desprecio…pero…¿sabes una cosa? Que si pudiera volver el tiempo atrás y empezar de nuevo, seguro, seguro que volvería a hacerlo, porque me encantaron y me llenó de entusiasmo…tenía la autoestima por los suelos…además que me estaban quemando el cuerpo…Con cuántas ganas te los di, ¡madre mía! Es que me salieron del alma y eso no lo podrás negar nunca…Me enamoré de la chispita de sus ojos que me hablaron de aventuras y de antojos, y cuando quise darme cuenta ya me había echado la red y ahora me es imposible escapar de él…Trato de olvidarlo, de alejarme de su mirada, sus palabras…sus besos…y por más que me empeño, más intenso es su recuerdo que me acompaña de noche y de día…Y por eso volví a sus brazos para olvidarte y arrancarme tus besos de mi recuerdo…y de mis labios…¡Imposible! no hay nada que hacer, que insiste cada día en un nuevo amanecer…¡Oye, escúchame! Tienes que venir a por mí, necesito que me abraces de nuevo, ayúdame a salir de éste pozo sin fondo que me hundo…me hundo cada vez más y es negro y profundo, no tengo a nadie más que a ti. Sé que me quieres, lo sé, me lo dice el corazón, es imposible que me engañe, nunca lo ha hecho, y continuamente me está diciendo que tú no para de pensar en mí…Te quiero, sabes que te quiero, me consta que hasta lo presientes como yo a ti, pero hay algo más fuerte que te hace dudar de mí…Eres tú…me ves tan mayor y niña a la vez, tan auténtica, porque sabes que soy una mujer entera, que me entrego sin condiciones, con las ideas claras, que tengo personalidad y eso te asusta todavía más…¡qué ignorante! Si supieras cuántas debilidades tengo, ni te lo planteabas, porque soy una persona demasiado romántica y eso hoy en día ya no se estila, y se sufre mucho…Llámame, llévame lejos, pero contigo, mira que se me está agotando la paciencia…Llevas toda una vida echándole un pulso a la mente, a ver quién gana a quién, como si estuvieras en el cuadrilátero de la muerte, a puñetazos limpios, a la contra del corazón…Nunca vas a cambiar, con tal que te enamoras de una mujer, otra vez a empezar de nuevo, pero lo que tú no sabes es que te quiero, y deseo estar contigo porque me lo pide el cuerpo…¡Ay Señor! No me escucha, no me hace caso, me ignora, ni me mira…Tendré que darle un soplo de aire a éste aliento para que haga presencia en sus pensamientos… Cerraré mis ojos para darle cobijo y abrigo a los sentimientos… Susurraré al viento cuánto lo deseo para que se lo lleve en ráfagas de fuego alrededor de su cuerpo… Serpentearé por las comisuras de su sonrisa para que me vea desnuda y con prisas… Rasgaré con sigilo la pose de sus sentidos con la guadaña de mis más bajos instintos…Navegaré por sus sueños calenturientos de pasión y deseo, imaginando que soy él pensando en mí… Y se despierte diciéndome al oído…Tengo que recorrer tu cintura con mi boca, comerte a besos ese cuerpecito tan lindo y chiquitito que tienes, que me ha vuelto loco el sentido…y me has robado el corazón…


lunes, 9 de mayo de 2016

LA FUERZA DEL QUERER.- (MICRORRELATO)



Quiero echarte de menos, estar contigo cuando me lo pida el cuerpo y no para matar el tiempo, porque para eso me invento un cuento…Ya no te deseo, ni tengo ganas de darte un beso…¿Qué es lo que está pasando conmigo que ya no me desvivo por verte? ¡Qué cosas me pasan por Dios! Después de lo que hemos pasado juntos, batallando contra viento y marea, ahora de repente viene un tuno muy tunante y me enreda, me enamora, me abraza y me besa, y en menos de una hora...me deja…casi me he sentido como un pañuelito de papel de usar y tirar…Y ahora resulta que me he enamorado de una quimera, porque no existe ni en mis entretelas. Ha de ser que le di forma y figura para dejarte en medio de la carretera, pues los celos ya me estaban consumiendo por dentro…Estaba caminando tras sus pasos que desde la lejanía me estaban buscando a gritos, me llamaban con la voz del pensamiento, y yo presurosa, lo atrapé con la narrativa de mi prosa…Te enredaste en los versos de mi poesía dándote vida y aliento, y cuando menos me lo esperaba te presentaste ante mí como un ángel salvador…Pobre infeliz siempre viviendo entre mayo y abril…Me dijiste que me esperarías, que respetarías la libertad de mis movimientos…Dame espacio, no me oprimas ni me acoses, que haces que me sienta como animal enjaulado, y lo único que deseo es encontrarme con el alma en calma, serena y relajada…Me hallo perdida entre los demonios de mi cuerpo que me enardecen haciéndome dudar hasta de mis sentimientos, y ya no sé si te quiero por pura rutina o por darle cancha a éste cuerpo…quizás tenga miedo de perderme en la nostalgia de mis añoranzas, la cansada mirada o entre las canas de mis cabellos sueltos, los cuales van dirigiendo los hilos de mis pensamientos, haciéndome ver la cruda realidad, llenando mi cabeza de la libre seguridad que los años tejen con la edad…No me gusta, no quiero sentir ésta frialdad que da la experiencia, aunque sea una muy sabia…No quiero saber tanto, que la sabiduría mata la curiosidad de ir más allá, previniendo de los peligros de vaya usted a saber, porque como es tan ducha en la lucha de los entresijos de los dimes y diretes, folclores, folletines y sainetes…pues ni se atreve a dar un paso adelante para no darle gusto al intrusismo de la sociedad, y se queda como si todo le diera igual…Me niego a crecer, me niego a vivir sin ese amor que se siente cuando una es una adolescente, aunque ingenua e inocente…Y por eso me hallo caminando entre los reveses de ésta inquietud, siempre a flor de piel por subsistir en éste flácido y arrugado cuerpo de mujer mayor, donde tan sólo permanecen impolutos los sueños de aquella señorita que un día se encontró con lo más bello de la antología de la vida, como es la aventura de vivir permanentemente en una nube de algodón…pues para el asfalto ya tengo nombre y distrito…Que yo lo que quiero es tener ganas de ti, esas ansias que dan las pasiones desbocadas donde se estremecen las carnes, y el corazón late, late…necesito ese pálpito que da el entusiasmo por vivir cada día, ilusión de poderte ver y mi alma estremecer, esa risita de la edad del pavo que te deja toda floja, flojita floja…cosquillas en el estómago y echarte de menos…buscarte entre la gente y besarte locamente enamorada de ti…Y por eso estoy ahora tan triste y abatida porque de rabia me alejé de ti…Dame tiempo, te dije…y ya verás como llegará un momento en que te eche de menos, aunque si te digo la verdad ya te echo…De acuerdo…Te esperaré, siempre te esperaré, no lo olvides nunca, que te esperaré…me dijiste…Estaba tan enfurecida contigo que sólo pensaba en mí, en mi dolor y no me daba cuenta de que tú sufrías lo mismo…Busqué en el tiempo para sentir de nuevo cuando lo conocí, no quería besar su boca ni por lástima ni por pena…Deseaba tener la necesidad de verlo, de abrazarlo y de tenerlo en mi regazo, apoyar mi cabeza en su hombro y decirle al oído todas esas cosas que se dicen los amantes…Quería echarte de menos y empecé a acordarme de tus ardientes besos…Deseaba estar contigo y la venganza me cerró todos los caminos…Era yo pura dinamita a punto de explotar como una bomba nuclear, hasta que te vi pasar…ya no puedo seguir escapando de ti…y de un salto eché mis alas a volar…Salí corriendo, corriendo tras sus pasos, me estaba llamando desde lo más profundo de su garganta apagada, estaba gritando mi nombre con la agonía de su voz quebrada, podía oír su llanto desesperado…Estoy todo el día sufriendo por ti, no hago más que llorar de dolor, mi vida es todo un sufrimiento pero quiero seguir así, sé que te hice daño, que te rompí el corazón y quiero pagarlo con mi dolor, quiero sufrir por ti, por todo el daño que te he hecho…Quería tenerme en sus brazos, apretarme fuerte la cintura, recorrer mis piernas…No me merezco tu amor, no sé qué es lo que me has dado que no paro de pensar en ti, eres la mujer de mi vida, no hay otra solución…Una vez la mente me dijo que te olvidara y me alejara de ti, no puedo olvidarte, eres mi vida, mi vida y sólo quiero llorar, perdóname, perdóname…Yo también te hice daño mi amor, olvidemos el pasado, son los celos, y por eso me alejé de ti… Podía sentir sus ardientes manos alrededor de mi talle acercándome a su pecho, quería aspirarme el aliento, quería bañarme el rostro con sus lágrimas…Toda la tarde encerrado…llorando solo, solo y ya no puedo más…Me estaba buscando por todas las huellas donde un día nos echamos en cara todas nuestras faltas, donde lo maldije más de mil veces deseándole la muerte…Estaba endemoniada perdida, ¡malditos celos!…Me juraba y perjuraba que sólo había estado con una antigua novia que abandonó cuando me conoció, hasta que se hartó de mis celos y me abandonó…Había una fuerza interior que nos tenía atados de por vida, quizás esos fenómenos paranormales, no lo sé, pero lo sentía tan grande que ha saltado todos los obstáculos…Te quiero, eres la mujer de mi vida y estaré viviendo triste y apenado hasta el fin de mis días y cuando me muera tu nombre será lo último que salga de mis labios…Y salí presurosa como Caperucita Roja, sabiendo que me encontraría a mi lobo por el camino, siendo yo la abuelita feroz, que nada más verlo lo arrinconé tras los matojos con la fuerza del querer...

viernes, 6 de mayo de 2016

PRISIONERA DE TUS SUSPIROS.- (MICRORRELATO) 2º


Te ando buscando por toda la casa y no te encuentro, y por la calle voy desesperada perdida, buscándote por todas partes y no te veo, ¿dónde estarán mis besos? Dímelo tú, ladrón de sentimientos, que te has llevado lo más preciado de mi vida, que son los besos del alma mía…¡Apiádate de mí por Dios! que estoy como loca, que me siento desnuda sin ellos…Tráemelos corazón mío, mira que se me va la vida en cada suspiro que sale de mi pecho, y vuela entre las revueltas de aquella acera, donde me abrazaste por vez primera…¡Vuelan mis suspiros, vuelan…! ¡Vuelan con la pluma de mis letras! ¿Dónde están tus besos? Te lo llevaste y me has dejado sin ellos, y cuando cierro los ojos los siento dentro de mi cuerpo y te veo… Veo un rostro triste y lloroso, lleno de deseo…Deseo por tenerme de nuevo entre tus brazos, y no te atreves porque eres esclavo de tu libre realidad…Apenas tienes fantasía y por eso te alejaste de mí…me dejaste sola y aturdida, pues no sabía que podía enamorarme de ti a primera vista…Esas cosas ya no suelen ocurrir, sólo en las películas para adolescente…Debo ser algo surrealista…Excentricidades de una bohemia que anda siempre buscándose en una civilización perdida…y todo lo que sale de ella es una utopía…Paranoias que sólo entra en una mente infantil, ¡qué cosas por Dios! Ya no se estila, ya no se estila como decía aquella canción…Me abrazaste con todo el sufrimiento que llevabas padeciendo desde hacía mucho tiempo…Me acariciaste los cabellos con la tristeza de tus sentimientos, y me besaste la boca con los suspiros de tus soledades…Y se quedaron atrapados en la lejanía de mis ojos cerrados, enredándose con las legañas de mis pestañas…Echaré un candado con nuestros besos cruzados para que no se escapen de éste escenario imaginario, donde dos bocas se intercambiaron sus penas y sus glorias…Y por eso ando buscándote desde aquél día que me robaste los besos del alma mía…Aquellos besos que me diste me acosan y me acechan de noche y de día…Es como si tuvieran voz y mando y me persiguen constantemente como si fuera mi sombra…a veces me siento la prisionera de tus suspiros…ya no pueden seguir encerrados dentro de mí…están suspirando por salir…Abrí mi ventana, alcé mis brazos al cielo y me restregué los ojos con las legañas de mis pestañas, y escaparon llevándome hasta ti…¡Libre, libre como el viento! Salid deprisa y corriendo a buscarlo, que voy al rescate de mis besos regalados…Son las frases que atrapo al viento con los suspiros de tu corazón secreto, las que me regalaste con tus besos lentos, hablándome de tus penas y de tus sufrimientos…Y por eso estoy aquí, entregada y enamorada de ti como una colegiala…Los sábados me iba a la discoteca esa, donde sabía que estaba y me puse a danzar en medio de la sala lo mismo que me hizo hacer tras el cristal ese, el cual fue el que me pervirtió…Ahora te vas a enterar de quién soy yo…Las luces en ámbar apenas me dejaban vislumbrar y no podía saber si estaría o no, por lo que empecé a bailar la danza del vientre en medio de la sala, meciendo mis manos en un vaivén de olas serenas y relajadas…Miles de miradas se clavaron en mi ombligo, sobre todo sus amigos, que no pararon de sonreírme ni un momento, y yo, con la coquetería a flor de piel, le devolvía la sonrisa con la lujuria de la que me estaba adueñando para darle celos, y en una de las vueltas, me paré frente a él…Se le salieron los ojos de las órbitas…Empecé a contonearme de una manera sigilosa, como pidiendo guerra, ahora, pronto y enseguida…no se lo esperaba…se creía que seguiría siendo su palomita…cuando acabó el baile, empezó a sonar una balada de lo más lenta y con la habilidad de una gata en celo, hice gestos con las manos a uno que estaba a su lado para que bailara conmigo, y con la fuerza de un ciclón, me enlazó por la cintura y me estampó contra su cuerpo como si nos hubieran pegado con cemento, y yo para darle más caña a los celos que estaba intuyendo, le pasé los brazos por el cuello coqueteando con la sonrisa de una hiena, y me puse tan cerca de su cara, que antes de darse cuenta, le comí la boca como si tuviera el hambre de una tigresa…Cuando acabó, lo dejé plantado como una maceta y fui a la barra a pedir una copa…le di un trago que casi me ahogo…Al momento, me sacó otro tío que estaba cañón y nos liamos a bailar un zumba, que el pobre para sentarse tuvo que ingeniársela para que no se le notara la silueta esa tan comprometida…Me puse delante de él, y enlazándome por la cintura fuimos pegados como lapas hasta la mesa, que por casualidad estaba junto a la suya, y aunque estaba acompañado, no paró de observarnos ni un instante que duró el bailoteo ese tan escandaloso…Tomamos asiento y yo en un arrebato de locura juvenil, empecé a alzar la voz de manera coqueta y sexi, haciendo alarde de mis encantos, y no contenta con ello, me senté sobre las rodillas de mi acompañante, y me lié a darle besos en la boca suspirando con fuerza y con mucha pena…Quería expulsar todo su aliento de mí…Esos besos que tú me diste se quedaron atrapados, que te los aspiré cerrando mis ojos, y cada vez que los recuerdos, los tengo latiéndome bajo las pestañas, y cuando los abro, te veo sonriéndome el rostro…y mi hiciste la prisionera de tus suspiros…y de tus antojos…